Experiencia de 25 años en el poder judicial de la Federación, hace de David Gustavo León Hernández, un candidato a Magistrado idóneo
/Pasaporte Informativo/
Escoger perfiles no adecuados en la elección del Poder Judicial, conlleva varios riesgos, incluyendo la pérdida de independencia judicial, la politización de la justicia y la posible influencia de poderes fácticos. La elección popular de jueces, si no se implementa correctamente, podría generar una falta de confianza en el sistema judicial y afectar la imparcialidad de las decisiones. Evitar esto está en las manos de la ciudadanía que acudirá por primera vez a una elección inédita para renovar el poder judicial de la Federación. De ahí que la experiencia de quienes se escojan es básica.
Uno de los perfiles idóneos y que se presenta a la elección como candidato a Magistrado es un lugar a dudas David Gustavo León Hernández, candidato a Magistrado de Circuito en Materia de Trabajo en el Séptimo Circuito. Su carrera en el poder Judicial incluye casi nueve años como Juez de Distrito y más de ocho años como Magistrado de Circuito.
se ha desempeñado como: Oficial Judicial, Secretario Particular, Secretario de Tribunal Colegiado de Circuito, Secretario Técnico de la ahora Escuela Federal de Formación Judicial, Juez de Distrito por casi nueve años, en las ciudades de Córdoba, Xalapa y Tuxpan, todas en el estado de Veracruz, así como Magistrado de Circuito por más de ocho años, en los estados de Oaxaca y Veracruz.
Por otro lado, de las propuestas que David Gustavo León Hernández ha venido externando como parte de su plan de trabajo en caso de resultar favorecido con el voto, sobresalen la Implementación de justicia digital con enfoque de inclusión, fomentar resoluciones claras y de lenguaje accesible y también fomentar el uso de mecanismos alternativos, para resolver conflictos de manera más rápida, justa y pacífica. Todas estas propuestas parten de la realidad que ha podido constatar León Hernández en el tiempo que lleva como Magistrado de circuito, es decir, se trata de propuestas respaldadas y fundamentadas por el trabajo previo que ha realizado, con lo que se convierten automáticamente en acciones realizables e incluso necesarias y es precisamente por esto que un perfil con experiencia previa es de vital importancia para esta importante elección que definirá al poder judicial en nuestro país para los próximos años; eso es lo que está en juego realmente en la elección del 1º. De Junio.
En cuanto al desempeño que ha tenido este candidato a Magistrado, se sabe que ha sido impecable y no cuenta con ningún señalamiento que justifique su salida del cargo, por lo que él mismo ha externado que tiene deseos bien fundados para buscar el voto a una posición que ha construido de tiempo atrás y que sabe que está capacitado y calificado para seguirlo haciendo, lo cual suena lógico. Es decir, se trata de confiar en quien ha venido haciendo bien su trabajo y que además tiene una clara idea de cómo mejorarlo a futuro. En este sentido, Juzgar con imparcialidad, equidad, conocimiento y profundo respeto por las personas, que es parte de lo que ha venido prometiendo, se ve como algo bastante realizable y no como propuestas infundadas de quien no conoce el cargo; algo que habrá que tener en cuenta en la futura elección del poder judicial.
Sin lugar a dudas Este 1 de junio, el número 26 representa una trayectoria, no una promesa.