Confesiones de un alcohólico
MI PRIMER COPA… ¡¡¡A LOS 4 AÑOS!!!
/Por Esteban Durán Acosta/
¿Cuál fue su primer contacto con el alcohol y efectos?
R.- Soy Nidia Vengo de una familia donde el alcohol siempre ha estado presente y desde muy pequeña me daban así como probaditas de cerveza, mi primer ingesta fuerte fue a los 4 años, bebí los restos de una botella que dejaron mis papás, ellos ni se dieron cuenta; lo único que me acuerdo es que me causó mucha alegría.
Posteriormente, cada que bebía siempre era el mismo efecto, sentirme contenta, eufórica y si estaba nerviosa hasta me relajaba, entonces para mí siempre era como una manera muy efectiva para darme ánimos: Todo empezó ya en la secundaria, como a los 12 años.
¿Qué le decían sus padres al ver su manera de beber?
R.- Como vengo de una familia, donde se acostumbraba tomar en cada convivencia, pues lo aprobaban, me decían que era mejor que tomara en la casa, con la familia, a que lo hiciera en la calle y que me fuera a pasar algo.
¿Qué efectos y consecuencias tuvo en la escuela o trabajo?
R.- En la escuela, al principio no tenía aún esa dependencia tan marcada, aunque sí cuando ya empezaban los exámenes o problemas con las compañeras, que también es una característica del alcoholismo, que no encaja uno tan fácil en el ámbito social. Había veces que bebía un poco antes de irme a la escuela, pero no lo notaban porque no era algo muy marcado.
Poco después vino el abandono escolar, el embarazo adolescente, ese tipo de consecuencias fueron mi estilo de vida.
En la familia realmente no había problema, porque como tengo familiares alcohólicos y para ellos es como gracia; al contrario cuando ingresé, al grupo de Alcohólicos Anónimos, era así como ¿para qué vas?, eso es para gente que deveras está muy mal o como para gente que está en la calle, lo que pensamos normalmente de una persona alcohólica, así sin nada.
¿Cómo llegó a AA?
R.- Ya había un vacío emocional muy grande, un desánimo, ya no era tan sencillo lidiar en la vida cotidiana aún con el alcohol.
También el alcohol comenzaba a hacer un factor de problema en el trabajo o con algunas amistades, aparte con algunos familiares que no estaban tan inmersos en este asunto y como eres pobre, también te empiezan a ver mal en las fiestas, pues ya llegaba entonada y comenzaron a preguntarme ¿qué me pasaba?
Cuando empiezo a darme cuenta que ya tengo un problema, así muy marcado, conocí a una persona en el ámbito laboral, empezó a platicar conmigo y yo pensé: «híjole o de plano es muy tonto o de plano es muy optimista», porque tiene el mismo tipo de problema que yo, sin embargo, él se enfocó de una manera positiva.
Siempre lo veía con ánimos, con entusiasmo, mientras yo quería morirme y así continúe mis pláticas con esta persona; obviamente yo no sabía que era un miembro de la comunidad de Alcohólicos Anónimos, que lo que hacía, de una manera muy sutil, era transmitir el mensaje.
El estar hablando de su experiencia personal y la manera de cómo lo hacía para dejar de beber, porque AA no nada más es para dejar el consumo, nos invitan a hacer un análisis de la conducta, de la vida, de la manera de pensar, de enfocar las cosas, nos invitan a tomar nuevos hábitos, a cambiar o modificar esas cosas que nos vienen generando la necesidad de evadir la realidad y pues, yo no sabía, pero él estaba trabajando con otra persona.
Es parte esencial del programa, transmitir el mensaje, es básico es «dar nuestro tiempo», pero para personas que somos muy egoístas, es un poquito difícil.
Cuando por fin me hizo la invitación para entrar a un grupo con unas amistades, me dijo que platicaba con otras personas que tenían el mismo problema; me empezó a desglosar un poco de qué se trataba el programa, la verdad ya me sentía tan desesperada que acepté, no tenía otra opción, no tengo nada que perder, intenté no juramentos porque no tengo una base religiosa, no la practico, pero ya había practicado la abstinencia por tiempos largos.
De todas formas, me sentía devastada, era más la neurosis, era horrible en mi vida, no era fácil amanecer con los periodos de abstinencia, aunque había intentado controlarla.
Debo reconocer que el alcohol fuerte me ponía muy mal, por lo que decidí ingerir bebidas más suaves, inicié los métodos que usualmente tenemos antes de decidir, que pues ya de ninguna manera podemos continuar bebiendo.
Ya cuando esta persona me hizo la invitación, estaba tan desesperada que dije sí: “yo voy, voy a ver de qué se trata, no tengo nada que perder, de por sí ya me quería morir; ya nada me interesaba y pues quería ver si ahí encontraba algo. Afortunadamente encontré una nueva manera de vivir, de enfocar mi realidad, mis asuntos, me di cuenta que no me quería morir, que ya no me gustaban las consecuencias de mi alcoholismo; encontré también esa esperanza, ese ánimo que yo ya no tenía y me gustó mucho quedarme en la comunidad.
¿Cómo le cambio la vida AA?
R.-Tuve la fortuna de llegar a un grupo donde la mayoría de los compañeros son muy apegados a lo que es el programa, no me tuvieron nada más ahí sentada escuchando, rapidísimo me llevaron a trabajar con otras personas, la verdad es que yo no llegué muy mal al grupo de AA, todavía vivía en mi casa, era productiva económicamente, porque tenía un trabajo, todavía no perdía tanto el control, sin embargo, aún así cada quien tiene como un límite muy personal y yo me sentía muy afectada con mi fondo que había vivido con esas experiencias desagradables a través de la vida alcohólica, decía: yo ya no quiero esto que me ha pasado, me causa mucha vergüenza, me causa temor en el futuro y cuando llego y me empiezan a decir no te preocupes déjanos tus problemas aquí, ya sabemos aquí le hemos hecho así de esta manera, si no te funciona vamos a encontrar o vas a encontrar una manera para salir adelante eres bienvenida, no nos preocupa que hiciste aquí nadie te puede juzgar, nadie te puede criticar, para mí eso fue esencial porque te dan confianza de estar con personas que sí entendían, que sí me aceptaban y con las que podía contar en lo sucesivo.
Fue un mundo diferente realmente yo siempre tuve conflictos muy fuertes en mí en entorno familiar primario, o sea no encajaba y de entrada fue eso, el poder llevar una vida estable, una relación estable con mi hijo, con mi mamá que era con la que vivía, el poder manejar una relación, el poder llevarla bien hasta que ella falleció, el tener la capacidad pues de dejar atrás experiencias negativas que hicieron que yo me resistiera, que tuviera mucho coraje y estarla atendiendo cuando se enfermó a mí me dio mucha paz.
También me enseñaron que no era solamente dejar de beber sino empezar a trabajar en todos los aspectos de mi vida, el programa de Alcohólicos Anónimos te permite visualizar una vida a futuro y planear cómo la vas a llevar, yo llegué a la comunidad con estudios solo de secundaria y pues, ya no había hecho nada más y dentro de la comunidad afortunadamente pude terminar un bachillerato, eso me permitió tomar unos cursos pues en otras cosas a veces de maquillaje, masajes, otro tipo de cosas y entonces empecé a encontrar una superación personal, a través de eso me cambió la vida en el aspecto económico una persona alcohólica siempre debe dinero, aprendí a administrar mi economía, me ha permitido tener la constancia laboral para poder adquirir un crédito, me ha permitido tener una casa, definitivamente alcohólicos anónimos me dio la vida, cosa que no me imaginaba.
Alcohólicos Anónimos, Sección México,
ofrece una Alternativa de Solución para
quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
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