domingo, diciembre 8, 2024 - 4:01 pm
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¡AY, ANDRÉS MANUEL!, ESTÁS CAÑÓN

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¡AY, ANDRÉS MANUEL!, ESTÁS CAÑÓN

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

¿Lo notó usted en la mañanera? El licenciado presidente apareció arrebolado porque le llevaron serenata y le cantaron Las Mañanitas bajo el balcón de su Palacio.

Emocionado por el amor que le tiene el pueblo bueno aunque temeroso del castigo divino, en singular acto de contrición aceptó que supo que Otis iba cañón hacia Acapulco, pero no encendió la alarma máxima desde la Presidencia de la República.

¡Recontra Batman!

¿Se lo perdonarán cientos de miles de damnificados? Él cree que sí.

Por eso, fanfarrón e importándole un pito las consecuencias de Otis y las críticas de sus malquerientes que llama malos de Malolandia –se le nota su afición por Walt Disney—presumió que le hacen lo que el viento a Juárez.

Lea usted:

“Y vamos bastante bien. La gente se ha portado mucho muy bien. Como antecedente, nada más decirles que yo cada vez que he sido candidato, y fui varias veces —ya no voy a volver ser a nada, a nada— siempre he ganado en Acapulco; o sea, hay mucha identificación, conozco mucho a la gente de Acapulco, me conocen”.

En serio, señoras y señores, jóvenes y jóvenas de la 4T, chairos y fifís no se rían.

Es el Súper Peje. ¡Pos qué chingaos! Pero…

¿Habrá visto y escuchado en las televisoras que tanto desprecia, las declaraciones de esos acapulqueños que, en la desgracia, no solo le mientan la madre, le exigen ayuda y se presente en la zona devastada y no solo vaya a Icacos a reunirse con la jovencita que juega a ser gobernadora y los militares encargados del Plan DN-III?

¿Acto de contrición o salto al vacío para demostrar qué?

Lo cierto es que, en la mañanera, Andrés Manuel López Obrador compartió, finalmente, cómo procedió frente a la necesaria e imperativa advertencia del ingreso del huracán Otis con nivel 5 que devastó, principalmente, al puerto de Acapulco y desmadró a 46 municipios más. Y reveló que, aunque el fenómeno natural venía “cañón”, no lo advirtió.

Dijo que, la noche del martes 24 de octubre, supo que “con la información disponible se pronostica que el huracán Otis entrará al territorio con categoría 5, entre Acapulco y Tecpan’, porque esa era la información que teníamos”.

Así, recordó que, esa noche consideró:

“Está en marcha el Plan DN-III-E y el Plan Marina, en coordinación con el gobierno del estado. Acepten trasladarse a refugios, mantenerse en lugares seguros —cuando estaba yo escribiendo esto, pensé en decirlo más fuerte, o sea, viene cañón, o sea, algo así, pero dije: no, con esto basta— en coordinación con el gobierno del estado, acepten trasladarse a refugios, mantenerse en lugares seguros alejados de ríos, arroyos, barrancas y estén alerta, sin confiarse. Casi era: no hay que dormirse. Nosotros también estamos pendientes”.

Y justificó:

“Bueno, todo esto lo explico porque mis malquerientes, con el propósito de dañarnos, mienten de que no se avisó y… Pues teníamos la información disponible hasta entonces”.

En este tenor y ante la gravedad de la situación que priva en Acapulco y Coyuca de Benítez, sin aludir al resto de los 45 municipios también dañados por Otis, dijo que el Gobierno de México podría ampliar —si fuera necesario— de 61 mil 313 millones a 100 mil millones de pesos el presupuesto proyectado para la implementación del Plan general de reconstrucción y apoyo a la población afectada en Acapulco y Coyuca de Benítez por el huracán Otis.

¿Y cómo, licenciado presidente?

Cómo si sus huestes de Morena y del PT y eso que llaman PVEM, en la Cámara de Diputados votaron contra una reasignación en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 que la oposición legislativa propuso para atender la reconstrucción de Acapulco.

Cómo si, por ejemplo, el lingüista Gerardo Fernández Noroña presumió que los oficialistas habían aportado un mes de salario para ayuda de los damnificados, pero la oposición nada, en un acto de amnesia selectiva en la negación de la realidad.

Porque esa oposición ha enviado víveres, ayuda material que sirve de inmediato. No rollos.

¡Vaya! Hasta rechazaron la propuesta de Rubén Moreira Valdez, coordinador de la diputación federal del PRI para que los recursos presupuestados destinados al pago del Fobaproa fueran reasignados para la reconstrucción de Acapulco.

A mano levantada, en votación económica y a ojo de buen cubero de la secretaria de la Mesa Directiva cameral, dizque fue rechazada por el oficialismo legislativo, aunque se observó que la bancada del PT votó a favor. Y se negó la votación nominal, en el tablero electrónico.

¡Recáspita, Rubén!

Todo pasa y todo queda, canta Joan Manuel Serrat. Porque, el Duce presume reiteradamente en la homilía que “la gente se está portando muy bien”.

Y fanfarronea con sus, dizque visitas a Acapulco, pero no se ensucia los zapatos ni sabe a qué huele el puerto con miles de toneladas de basura y desechos humanos hacinados en cada calle de la que semeja zona de guerra.

“Ayer fui, porque son muy perversos nuestros adversarios los conservadores. Estoy cada vez más convencido de que son malos de Malolandia, que mienten como respiran, que son muy hipócritas, que aparenten ser gente de bien y tienen una doble moral. Ya se había difundido —y con la idea hitleriana de que una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad, y como tienen el control de los medios, pues ejercían así una dictadura mediática— que no había yo estado en Acapulco. Llevo cuatro viajes a Acapulco, cuatro”, blofea el licenciado presidente.

Reitero, porfis, no se ría porque nadie ni el pueblo bueno lo ha visto.

–¿Y cómo le fue?, le preguntaron en la mañanera de ayer miércoles.

–Bien. Y estamos avanzando, respondió y luego desparramó cifras como que “ya el 65 por ciento del agua de la red ya está funcionando”.

Vaya, vaya, vaya. El daño estaba hecho y, en vivo y en directo, admitió que supo que Otis iba cañón hacia Acapulco, pero, pues como que no quiso apanicar a los acapulqueños en particular y a los guerrerenses en general, evitó dar la alerta máxima.

Y quiso justificarse cuando aludió a la información que dieron las televisoras, respecto de la magnitud de huracán Otis. ¡Caray! ¿Y los que no tienen tele en esas zonas miserables de Acapulco y Coyuca de Benítez y 45 municipios más?

¿El Duce tiene la conciencia tranquila?

Califica como un milagro del pueblo llegar hasta Palacio para cantarle Las Mañanitas. “Pero, además, por si fuese poco, son los que me defienden, son como mi ángel de la guarda. Si no fuese por el pueblo, ¿ustedes creen que los de las televisoras, los de la radio, los periódicos, los potentados, me defenderían?”, dice Andrés Manuel.

¿Se habrá dado cuenta de que incurrió en un acto criminal como la máxima autoridad responsable de alertar y garantizar seguridad a la sociedad frente a fenómenos naturales? Suma una más y, en otros tiempos, sería candidato a prisión. ¡Recórcholis, Dreakko! Digo.   

PARA SU CONOCIMIENTO. La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera Rivera, destacó que, por primera vez en la historia, desde el Senado de la República se impulsan reformas para garantizar alimentación sana, suficiente, sustentable y de calidad, desde su producción, distribución y consumo, tomando conciencia que la política alimentaria es una responsabilidad y obligación del Estado. 

Y es que, ayer miércoles 8 de noviembre el pleno del Senado de la República aprobó una reforma a la Ley General de Educación que propone prohibir publicidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional dentro de todas las escuelas, además de otras medidas que implican responsabilidad compartida.

¡Sopas! Esa es aportación legislativa no demagogia. Conste.

[email protected]   www.entresemana.mx    @sanchezlimon1

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