Redacción/Pasaporte Informativo/
Este lunes, el Palacio de Bellas Artes, joya arquitectónica del México posrevolucionario, cumple 80 años de vida.
Su riqueza histórica y artística le ha permitido consolidarse por ocho décadas como el máximo recinto cultural en México, donde convergen el arte nacional e internacional.
Ubicado a un costado de la Alameda Central, fue inaugurado como Museo de Artes Plásticas el 29 de noviembre de 1934, por el entonces presidente Abelardo Rodríguez.
Su construcción inició por encargo de Porfirio Díaz al arquitecto italiano Adamo Boari, para conmemorar el Centenario de la Independencia, aunque su apertura tardó casi tres décadas.
El proyecto fue coordinado por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y tuvo distintas fases de construcción, la primera fue de 1904 a 1912, en la que se realizaron los cimientos y Boari siguió los parámetros del “art noveau”.
La obra, innovadora en esa época, tenía un plazo de cuatro años para concluirse, pero los trabajos se interrumpieron porque se superó el presupuesto, las características del suelo no soportaron la estructura del edificio hecha de acero y concreto, y revestida de mármol, además estalló la Revolución Mexicana en 1910.
De acuerdo con información del Museo del Palacio de Bellas Artes, las obras se reanudaron en 1928 bajo la dirección del arquitecto mexicano Federico Mariscal; esta segunda etapa se distinguió por el uso de materiales como ónix y mármol para los acabados del vestíbulo e interiores.
De 1932 a 1934, el ingeniero y secretario de Hacienda, Alberto J. Pani, impulsó la última etapa de construcción, y el edificio se transformó para que funcionara como foro nacional para las artes escénicas y plásticas y fue entonces cuando recibió el nombre de Palacio de Bellas Artes.
Desde entonces, el edificio ha tenido distintas intervenciones para evitar su hundimiento y en 2010 fue sometido a una restauración, que costó unos 700 millones de pesos.
Durante sus 80 años de historia, el Palacio de Bellas Artes ha tenido en sus escenarios a los artistas y agrupaciones más importantes del país y el mundo, como María Callas, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, José Carreras, y Jessye Norman.
Además de músicos, compositores y directores de orquesta como Giuseppe Di Stefano, Mstislav Rostrópovich, Yo-Yo Ma, Ravi Shankar, Evgeny Kissin, Philip Glass o Zubin Mehta; los bailarines Rudolph Nureyev, Pina Bausch y Julio Bocca, así como orquestas y ballets emblemáticos.
Las paredes del recinto también son piezas de arte, ya que en ellas se encuentran plasmadas obras de los muralistas mexicanos más importantes como David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemento Orozco, Rufino Tamayo, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro y Manuel Rodríguez Lozano.
Durante el gobierno de Miguel Alemán, el 31 de diciembre de 1946 se creó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para conformar un organismo nacional que se ocupara de las diferentes ramas de las bellas artes, así como estimular la producción artística, fructificar la obra de enseñanza y difundir la actividad artística en México.
Desde entonces, el museo se ha encargado de constituir la principal plataforma de acción y espacio de exhibición de artistas nacionales e internacionales.
Ese recuento es parte de la memoria histórica de Palacio de Bellas Artes que se preserva en su Acervo Histórico, que tiene más de tres mil documentos de programas de mano catalogados, notas hemerográficas, grabaciones, libretos y carteles sobre las funciones, así como más de mil 200 fotografías y 640 cintas de grabaciones.
Para conmemorar los 80 años del inmueble, los festejos iniciaron desde marzo pasado, sin embargo, durante este domingo las actividades comenzarán a las 9:30 horas, y se mantendrán a lo largo del día dentro del recinto y en la Alameda Central.
El programa incluye un par de presentaciones, una en la mañana y otra por la noche, del Ballet Folclórico de México en la Sala Principal, en función especial que incluye acompañamiento musical en vivo de la Orquesta de Puebla.
En ese mismo lugar, la Orquesta Sinfónica Nacional interpretará la segunda y la octava sinfonías de Bethoveen, con la dirección del estadunidense David Stern, en calidad de huésped.
También en la Sala principal, la Compañía Nacional de Danza ofrecerá una función de Sueño de una noche de verano, cuya nueva producción fue estrenada esta semana con motivo del aniversario.
Asimismo, para la explanada y la Alameda Central se diseñó una verbena popular artística, presentaciones de teatro callejero, clown, infantiles y música.
Entre los artistas y agrupaciones que participarán destacan la compañía Marionetas de La Esquina, dirigida por Lourdes Pérez Gay, que presentará un montaje de títeres; la Orquesta de alientos del Conservatorio Nacional de Música, el grupo Son de Aquí y las compañías Parafernalia Teatro y Clownconclusiones.