“Y TÚ … ¿INVIERTES EN EL ALMA?”
RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
“Y TÚ … ¿INVIERTES EN EL ALMA?”
Por Alejandro Ruiz Robles
“Mente sana en cuerpo sano” es una cita de la “Sátira X” escrita por Décimo Junio Juvenal (Siglo I A.C.) y corresponde al latín: “Mens sana in corpore sano”.
La frase original en latín es “Orandum est ut sit mens sana in corpore sano” cuya traducción es “oremos por una mente sana en cuerpo sano” y pretende cultivar el hábito de promover una educación física adecuada a cada cuerpo y sin duda, es a través de los Juegos Olímpicos como quizás se inició más está tendencia a nivel global.
Atendiendo a esta situación, destaca que en ciertas etapas de la vida y considerando las actividades de las personas, cada vez son más los que se preocupan de mantener de manera estética su figura y con ello, se ocupan de realizar los ejercicios correspondientes; todo ello, además buscando mejorar sus hábitos alimenticios que en mucho contribuyen a su bienestar físico.
Lastimosamente, las delicias culinarias que nos rodean siempre atentarán contra estos propósitos, pero estará en cada uno de nosotros comprometernos con nuestra salud.
A ti … ¿te quita el sueño tu silueta?
UN LAVADERO CON ROPA.
A falta de argumentos … ¡sobran las excusas!: “¡No puedo hacer ejercicio porque salgo tarde!”, “Ahora que pase diciembre empiezo!”, “Hoy no pero mañana sí”, etcétera.
Siempre habrá motivos para no hacer esfuerzos físicos ni moderarnos al comer y para los que sí lo hacen, seguro tendrán una grata recompensa, ya sea en su agrado por mirarse al espejo, mantener la silueta pretendida o saberse y sentirse sano.
Si bien es cierto que no todo es la figura y no muchos pretenden la imagen de superhéroe, es de reconocerse a quienes dan todo de sí por tenerla y mantenerla atlética, con más o menos músculos, cuadros, rasgos, marcas o contornos. ¡Es digno de reconocimiento ese entusiasmo!
En cambio, hay otros que nos cansamos al empezar, nos distraemos al ejercitarnos o simplemente, nos sentamos frente a los aparatos ejercitadores, nos interesamos por los gimnasios o asumimos conductas de deportistas, aunque omitamos cualquier acción física que implique la palabra suprimida intencionalmente de nuestra mente: ejercicio.
No hay secreto en el cuidado del cuerpo, si lo sigues seguramente podrás exhibir una silueta envidiable e incluso, a mayor exigencia, podrás presumir los cuadros del abdomen, lo que llaman “lavadero”.
Actualmente … ¿Cómo se encuentra tu “lavadero”: con o sin ropa que lavar?
El cuerpo es un bien para preservar ya que en la medida que lo honremos con toda seguridad, nos compensará con una alegre longevidad; pero, y lo que hay adentro: la mente la formamos en casa y desarrollamos en la escuela y conforme nos interesan las materias o áreas de trabajo, usualmente la mantenemos en un punto de utilidad.
Para muchos, esto bastaría para vivir; sin embargo … ¿qué hay del alma?, ¿de nuestra evolución como personas?
Si bien no me refiero a ella, la religiosidad puede cultivarse y llevarse en templos e iglesias. Si hay alguna pretensión mística, existen guías y centros espirituales que podrán conducir a la meta planteada.
Pero … ¿y el corazón? … ¿dónde queda bien el trabajarlo?
Sin duda que la familia, amigos y personas que nos tienen afecto serán los educadores o compañeros indicados para llevarnos a desarrollar nuestra sensibilidad; misma que completarán a la razón en la toma de decisiones.
¿Dónde desarrollas las destrezas de tu corazón?
MÁS QUE AEROBICS: ¡ALMOBICS”!
Si algo nos han dado los libros, los medios de comunicación y las redes sociales son opciones de información para estar al tanto de los temas de nuestro interés.
En sólo unos cuantos segundos pasamos de ser unos completos ignorantes de algún tema a encontrar documentación útil para nuestro entendimiento y comprensión; una vez realizado, tendremos mayor conocimiento y podremos razonar sobre su veracidad y podremos tomar decisiones al respecto.
Sin embargo, cuando se trata de temas del corazón, por más que pretendamos encontrar algo aplicable a nosotros, nos damos cuenta de que la mayoría de la información está referida a las vivencias, creencias o juicios de quienes escriben ahí; que, si bien, pueden ser útiles, sabemos que no es plenamente aplicable a nosotros.
Ante esa situación, ¿qué podemos hacer?
A falta de material expreso para nuestras necesidades y dado que no encontraremos nada aplicable a lo que sentimos, tenemos que encontrar la solución más adecuada en nosotros. Y para ello: ¡No hay mejor forma de ejercitar los sentimientos que confrontándolos contra la realidad!
El mejor ejercicio que puede haber es dar rienda suelta a lo que sentimos y esperar que la cordura nos muestre las mejoras maneras de reaccionar a lo que nos presenta nuestra existencia.
No bastan las lecturas de poemas o novelas, que con seguridad nos aportaran ideas, simplemente … ¡déjate ser y vive conforme a tu esencia!
¿Has considerado alguna vez si tu vida vale la pena para escribir un libro?
VITAMINAS PARA EL CORAZÓN.
Siempre hay una pregunta que nos hacemos desde nuestra melancolía … ¿y los sentimientos?
Están ahí, albergados en la otra parte del corazón que no se refiere a la biología y se profundiza más cuando los referimos dentro del alma. Para muchos es la mitad emocional que complementa el valor de nuestra razón.
Tristemente, no hay fórmulas para ser felices, ni ecuaciones que nos lleven a sentirnos plenos, sólo hay momentos para vivir y acciones que realizar; de su combinación y sobre todo, de la sensación de saber que actuamos conforme a lo que somos, ahí seguramente encontraremos el resultado adecuado.
De tratarse de una suma aritmética, bastaría agregar momentos alegres para llegar a la felicidad y no necesariamente, ese será el resultado.
Como seres humanos somos muy complejos y únicos; en consecuencia, no todo lo que hace triste o jubilosos a los demás provocará lo mismo en tí.
Es decir, no hay procesos ni recetas para encontrar resultados emocionales para todos, ni mucho menos alimentos o bebidas que a ello nos lleve, lo que si hay es un ser que necesita libertad para alcanzar sus metas que así lo llenen.
Seguro que si tuviéramos un análisis nutricional veríamos las propiedades de cada vitamina y obvio, la manera de encontrarlas en los alimentos; sin embargo, al hablar del alma, lo único que podemos desear para desarrollar sus propiedades es vivir con la posibilidad de sorprendernos cada día y compartir con las personas que están a nuestro alrededor.
Ten en cuenta que el corazón se nutre de vivencias y emociones … ¡no pierdas el tiempo olvidándote de ti!
MI YO INTEGRAL.
Cada uno de nosotros somos un todo, que podrá ser dividido en cuerpo y alma y ésta en razón y corazón.
Tan importante es nuestro físico cómo nuestro corazón, procuremos cuidar al máximo nuestro ser para tener una mejor calidad de vida.
Sin duda que es una disciplina excelente ir al gimnasio y hacer una rutina para darle la forma deseada a nuestro cuerpo, pero también vale aceptar nuestra realidad y profundizar nuestras vivencias acordes a quienes somos.
Tanto las risas como las alegrías nos dan motivos para sentirnos mejor, busquemos momentos que nos llenen de ello y desde luego, no rehuyamos de las lágrimas ni de las tristezas porque ellas también son parte de nuestro vivir.
Todas las emociones nos dan sensaciones dignas de recordar que aunadas a las circunstancias serán nuestras vivencias que formarán nuestras experiencias de las cuales tomar enseñanzas o motivaciones para lo que viene y eso siempre será una forma de alimentar nuestra alma.
No pierdas el tiempo o el camino … ¡VIVE HOY POR TI Y PARA TI!
¿Nunca has considerado que el mundo es el mejor estadio para que tu alma se ejercite?
Te has puesto a pensar si … ¿LUCES MÁS TU CUERPO QUE TU ALMA?
A ti … ¿TE QUITA EL SUEÑO TU SILUETA?
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