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El muro de Trump: 3 mil kilómetros de muertes, abusos y terrenos accesibles

EL MURO DE TRUMP: 3 MIL KILOMETROS DE MUERTES, ABUSOS Y TERRENOS INACCESIBLES

Luis Carlos Rodríguez/The Exodo

Tijuana, B.C..- Desde las Playas de Tijuana, frente al mar, donde inicia la patria mexicana, hasta Matamoros, Tamaulipas, en los casi 3 mil 150 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos, pasando por accidentes geográficos como montañas, desiertos que son cementerios de miles de migrantes, un Río Bravo sinuoso y traicionero,  terrenos inaccesibles y escasamente poblados, son las zonas donde Donald Trump pretende erigir su muro que busca cerrar el paso a los migrantes mexicanos, centroamericanos, cubanos, haitianos y africanos que buscan el “american dream”.

Por Playas de Tijuana, la Colonia Libertad y toda la zona urbana de esta fronteriza ciudad, es prácticamente imposible cruzar el calidad de indocumentado. Claro, a menos que se tenga contacto con organizaciones como la “Gringo Coyote Company” que tiene nexos y tratos con agentes de la Patrulla Fronteriza y que permiten el paso de migrantes que han pagado miles de dólares para llegar a San Diego, San Ysidro o cualquier ciudad estadunidense.

Karla es de Guerrero y vive en Los Angeles, California. Cruzó hace tres años por Tijuana con un pollero o traficante que la cruzó, con el aval de un agente de la Patrulla Fronteriza, por la Garita de San Ysidro.

“Tienen camionetas acondicionadas y me escondieron en la parte de adentro del tablero de una camioneta Suburban. Era un matrimonio de gringos con un bebé, para no despertar sospechas. Dentro del tablero tienen un sistema de ventiladores y de comunicación para que no te ahogues. Fue una travesía de siete horas por el tráfico en la garita”, recuerda Karla, hoy de 19 años, pero que cruzó la frontera siendo una adolescente.

“Yo creo que aún si se construyera el muro seguirá la migración. Claro te van a cobrar más caro de los 4 mil dólares que me costó a mí. Además de que en trabajos del campo, limpieza, maquiladoras, se va reclamar mano de obra mexicana. Los gringos que apoyaron a Trump no le van entrar a esos trabajos”, indicó a The Exodo.

De acuerdo al académico e investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Xavier Oliveras, los principales obstáculos para que Donald Trump construya un muro a lo largo de los 3, 145 kilómetros de frontera es que además de los obstáculos físicos, la logística para transportar materiales a una zona agreste puede dificultar un muro del cual hasta el momento no se tienen detalles, sino sólo declaraciones del presidente electo de Estados Unidos.

El periodista mexicano Juan José Romero Razo, corresponsal en San Luis Río Colorado, Sonora, recuerda que hace una década, cuando se construía, por cierto la mayoría de los obreros y soldadores eran mexicanos, una parte del muro en la frontera con Arizona, una funcionaria del Departamento de Estado arribó en helicóptero para supervisar las obras.

“Los ingenieros estadunidenses encargados de la construcción, en pleno desierto, le recomendaron no exponerse mucho al sol y evitar caminar más de unos metros en ese clima seco de más de 40 grados. La funcionaria de Washington no hizo caso y caminó unos 600 metros a lo largo del muro de metal que se estaba construyendo. De pronto se desvaneció y la llevaron de urgencia a un hospital en Arizona. Murió a las pocas horas por el golpe de calor. De ese tamaño es el peligro de cruzar por el desierto y de construir un nuevo muro”, comentó.

De acuerdo con el académico Xavier Oliveras “la construcción de un muro es posible desde un punto de vista técnico, de ingeniería. El problema importante es el financiamiento, pues hay lugares que lo dificultarían mucho, como por ejemplo el sector bajo del Río Bravo, en la frontera de Texas con Tamaulipas”.

“El río no es una línea recta, hay muchas sinuosidades. si el muro tuviera que seguir exactamente el límite fronterizo eso implica mucha extensión, mucho material”, dijo en entrevista al diario “La Razón”.

Por ejemplo se observó en mapas satelitales que 45 km al sur de Ojinaga, Chihuahua, el Río Bravo, la frontera natural que divide a los dos países a lo largo de 1,350 kilómetros, comienza a serpentear en medio del Cañón del Tapado, donde hay un macizo montañoso.

“En este punto, las montañas son casi tres veces más altas del lado de EU y por más de 70 km el cuerpo de agua avanza en medio de cañones de más de 100 metros de profundidad. El área está deshabitada, salvo un tramo en el que la carretera 170 de EU avanza junto al río”.

Otro problema, mencionó Olivares, está cuando el límite fronterizo pasa por zonas montañosas, donde las pendientes son muy pronunciadas, lo que dificultaría el acceso a maquinaria de construcción.

Esta situación se puede observar en Baja California, donde el muro se extiende intermitentemente desde las playas de Tijuana hasta Mexicali, hay 105 kilómetros de terreno montañoso hasta La Rumorosa, donde comienza una planicie desértica de 472 kilómetros hasta Sásabe, en Sonora.

El investigador del Departamento de Educación Continua del Colef recordó que ya existen varios segmentos de un muro, cuya construcción arrancó en la zona de San Diego en 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio.

Sin embargo, el mayor impulso lo tuvo en 2006, cuando el expresidente George W. Bush firmó el Secure Fence Act, por lo que de 2007 a 2009 se edificó la mayoría de los 1,126 kilómetros del muro que se levanta en al menos cinco sectores.

“Cuando el presidente Bush construyó parte del muro que ya existe el presupuesto inicial se acabó multiplicando en algunos casos 10 veces más con respecto a lo que inicialmente había previsto”, apuntó.

Al ser cuestionado sobre las características del muro fronterizo, el estudioso explicó que se trata de una obra discontinua en Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Ciudad Acuña, Nuevo Laredo y Matamoros.

“Tenían que ser 400 kilómetros continuos, pero por el río acaban siendo pedazos. En algunos lugares hay un muro de concreto; en otros es una placa metálica y en otros es simplemente obstáculos que impiden el paso de automóviles pero no de personas, e incluso es una malla metálica para evitar el paso del ganado”, concluyó.

www.theexodo.com

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