PAN, PRD, PRI, dirimen sus campañas a base de golpes, riñas

*La gresca, en vez de la razón, cualidades electorales de los “partidos corruptos”

Por Luis Repper Jaramillo*

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Luis Repper Jaramillo, autor de la columna «Comentando…tu Ciudad»

Esta película es vieja, la hemos visto “N” cantidad de veces y en todas la impunidad prevalece, los políticos de los llamados “partidos grandes”, yo los calificaría “como los más corruptos” -por obvias y evidentes razones- PAN, PRD y PRI, se burlan de la gente, de la sociedad, de los incautos votantes, con la complacencia, omisión, complicidad, colusión de las autoridades federales, locales y electorales, al realizar campañas mentirosas, sosas, vanas.

Me refiero a la trifulca, la bajeza de “campaña política” que escenifican a diario los candidatos del PRI, PAN y PRD, como el sucedido el 6 de mayo cuando –así lo aceptaron ante la instancia judicial PGJDF- los candidatos del PRI y del PRD a la jefatura delegacional en Cuajimalpa, Miguel Ángel Salazar y Luis Espinosa Cházaro, quienes se culparon mutuamente de haber iniciado la pelea por los lugares para exhibir su propaganda, en San Mateo Tlaltenango.

Los del tricolor acusaron que durante un mitin de sus aspirantes a la Delegación y a una diputación en la ALDF, de Adrián Ruvalcaba, más de 100 sujetos bajaron de varios vehículos y arrancaron la propaganda priista.

Los del PRD dijeron que sus rivales iniciaron la agresión al pretender impedir la colocación de la publicidad de su aspirante… bla, bla, bla (basura). La cosa quedó así, algunos heridos, pocos detenidos y todos impunes. La eterna batalla de los “partidos más corruptos” por preservar el poder, cueste lo que cueste. Insisto, esta película la he visto por más de 8 elecciones federales.

Lamentablemente, tenemos que aceptarlo, este es el nivel de la política en nuestro país. Candidatos improvisados, dirigentes partidistas más ocupados por no perder canonjías, prerrogativas, control político y eternizarse, que responder digna y honestamente a la ciudadanía, que cándidamente, acude cada 3 y seis años a las urnas con la esperanza de que México cambie; pero la realidad es que no sólo seguimos igual, sino peor.

La trifulca de Cuajimalpa es digo marco de la inmoralidad priista y perredista, en que sus candidatos a cargos de elección popular no han aportado calidad ni propuestas dignas que den la esperanza a los cuajimalpenses de contar con un gobierno, siquiera decente, mucho menos eficiente, transparente y honesto.

El mal es de origen. Me refiero a las campañas mediáticas, en donde panistas, priistas, verdes, perredistas, petistas, morenos, etc. sólo se lanzan lodos, boñiga, indecencias, basura, en donde está ausente proyectos sociales, educativos, laborales, de seguridad, de orden y buen gobierno y… ya es tarde, pues a menos de 23 días de la elección, ningún mexicano decente cree que esa caterva de aspirantes pueda ofrecernos y convencernos que harán las cosas bien.

Algunas candidatas del PRI, PAN y PRD, se exhiben en anuncios monumentales más como símbolos sexuales (verdad, Claudia Ballesteros, Esthela Damián, Dinorah Pizano, y varias más) que ofertar una digna representación en San Lázaro, Donceles o un edificio delegacional; total, si no ganan la elección, ya tienen un lugar seguro en el Table Dance, en un antro, en una telenovela de Televisa. No dan para más.

En los spots televisivos que sólo utilizan los “partidos más corruptos” además de Morena, MC, PT, Panal, los aspirantes llevan semanas acusándose mutuamente de sus incapacidades, corruptelas, omisiones de gobierno y legislativas, como si esto les llevará votos. Por fortuna los jóvenes y los electores tradicionales ya no nos chupamos el dedo y conocemos sus desvirtudes al frente del poder. Es por ello, que ante su nula capacidad de ofertar una realidad, la agresión, el porrismo, los grupos de choque, los golpeadores, etc. son la única respuesta política, como quedó de manifiesto el 6 de mayo pasado en Cuajimalpa, con la gresca entre priistas y perredistas, que aún permanece impune, pese a las evidencias graficas y de video, por gracia e incapacidad del IEDF, INE, SSP y PGJDF, por haberse suscitado en vía pública y con riesgo de daños y perjuicios en contra de los vecinos.

Usted, amigo lector, ¿ha escuchado alguna propuesta coherente, tangible, real, de lo que su “aspirante” hará por mejorar su calidad de vida? ¡Desde luego que no!, porque son mentirosos, cacha votos, oportunistas, vividores del erario público, carentes de vocación de servicio, de ética política y moral, de sentido común, de compromiso social; insistió, sólo son oportunistas, borregos de sus líderes y partidos políticos. Casi nadie aprueba el examen de control de confianza.

Le doy ejemplo de los perredistas José Luis Abarca y señora, Ángel Eladio Aguirre Rivero, o los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México, que fueron corridos por transas, corruptos y tramposos, que viven en la más vergonzosa impunidad y con el dinero defraudado, mientras su ex jefe, ajeno, incompetente, cómplice para meterlos a la cárcel.

Qué puedo decirles del ex líder del PRI/DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el “honorable” basuritas que convirtió a la sede partidista en la agencia de contratación y desplumadero de prostitutas, con dinero público y mantiene su impunidad intocable.

Del lado azul, está el caso de la Delegación Benito Juárez, en donde la Contraloría General del DF investiga los presuntos actos de corrupción en la administración que encabezó Jorge Romero, quien permitió a dos funcionarios viajaran a Brasil al Mundial de Fútbol 2014, a quienes indagan sobre operaciones realizadas en el interior del gobierno delegacional.

Los panistas Sergio Eguren y Rafael Medina Pederzini,  ex funcionarios de la BJ, viajaron a Brasil financiados por un supuesto proveedor de software de la delegación, quien resultó beneficiado por ellos en la adquisición de esa herramienta para el funcionamiento de una nueva oficina de atención ciudadana en el edificio delegacional.

Ejemplos siguen, y todavía estos sujetos, pese a su incompetencia, se atreven a buscar candidaturas para seguir mamando del presupuesto de la Ciudad, con la complacencia, reitero, de su partido, sus dirigentes y las autoridades involucradas.

Triste nuestro escenario electoral y seguirá así, mientras sigan detentando y usurpando el poder tipos como Camacho Quiroz, Beltrones, Gamboa Patrón, López Obrador, Martí, Monrreal, Madero, Dante Delgado, Moreira, Gamboa Pascoe, Hernández Juárez, Zambrano, Ortega, Bejarano, Padierna, Jackson, etc. quienes le han dado la vuelta a la “rueda de la fortuna” o saltimbanquis, del Senado a Diputados Federales, de aquí a la ALDF, de esta a una delegación política, y viceversa, sin aportar NADA, absolutamente nada a la democracia, a la administración pública y legislativa; a la calidad de vida de los mexicanos, sino a engrosar sus cuentas bancarias, sus bienes muebles e inmuebles, los de sus hijos, sus amantes y sus afines.

Este es el triste destino de un México que paga demasiado caro una democracia partidistas, un INE, a modo de los partidos, una autoridad judicial electoral complaciente, coludida, indiferente e ineficiente, todos alejados de los auténticos derechos del mexicano, en aras de su afinidad con los partidos y sus intereses.

Mientras México mantenga una vida electoral partidista, dando sólo migajas a uno que otro representante ciudadano, partidizadas las reglas, la nómina, las decisiones y los resultados no dejaremos de ser “pericos/perros” en aras de una “democracia” mal entendida, alimentada sólo de dinero y poder, ignorando el espíritu fiel del término Democracia Demos: pueblo, Kratos: autoridad o poder, es decir, el verdadero poder del pueblo, NO de los políticos.

Así es y me temo que será nuestra democracia, sin el uso de la razón, sólo la aplicación de la fuerza bruta y la diatriba para dirimir las diferencias, como sucedió en Cuajimalpa. Esto lejos de “convencer” al electorado, lo alejará de las urnas, y si no… al tiempo. La noche del 7 de junio sabremos una vez más que el abstencionismo superará a los votantes, ¿y cómo no? si los “candidatos” corruptos no saben proponer, sólo agredir y dañar en aras de mantener u obtener el poder.

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)