Integración e idiosincrasia en EU
CARTAS DESDE CHICAGO
Integración e idiosincrasia en EU
/Rogelio Faz/
Más allá de la idea que tenemos de discriminación y racismo en contra de los latinos en Estados Unidos, donde supuestamente se basa la resistencia para una reforma de inmigración. También sería bueno analizar otros aspectos. Por ejemplo: la integración de nuestra comunidad y nuestra idiosincrasia.
Se nos ha hecho fácil acusar a todos aquellos que no entienden nuestras necesidades o circunstancias. Para todo sacamos a la familia por adelante para justificar nuestras decisiones. Está bien, pero, habría también que poner atención a otros aspectos para no confundirlos señalamientos que no necesariamente tienen que ver con prejuicio raciales que deriven en discriminación.
Tenemos fama que nuestras familias son numerosas. Todavía hay quienes tienen ‘los hijos que Dios manda’. En comparación a otras culturas como la anglosajona que procura tener pocos hijos o incluso no tenerlos.
Las causas van desde lo social, calidad de vida como vivienda, manutención o educación escolar. O simplemente no dedicar toda una vida a hijos y nietos. En contraste a las familias latinas numerosas. Solo que ese proyecto de vida acarrea circunstancias que no solo se solventan con afecto. Tienen un costo económico y social.
Decimos ‘donde come uno comen dos’. La realidad es que eso trae consecuencias. Como anécdota voy a describir brevemente una situación de la que fui testigo.
Mientras perdía tiempo y dinero en un “mall”, fuera del área metropolitana de Chicago, donde no es muy común andemos paisanos, llamo la atención ver a dos mamás jóvenes en sus veintes, y con características físicas del sureste de México (chaparritas y morenitas). Caminaban muy quitadas de la pena por los pasillos del centro comercial. Cada una de ellas llevaba en su carriola a sus respectivos bebés. Otros dos niños caminaban a los lados de sus mamás. Los mayores tendrían unos 5 años de edad y los pequeño unos tres. Partida doble. Y como si no fuera suficiente, las dos estaban embarazadas. Aparte de la ternura que inspiraba la escena, sin se venía a la mente ¿Cómo le harán para mantenerlos?
Para quienes hemos tenido hijos e hijas. Una guardería infantil cuesta. Un kínder Garden otro tanto. A esto hay que agregarle los gastos habituales: vivienda, más los “billes”: gas, luz, cable, celulares… Mas la despensa, seguro de auto, gasolina, diversión y por supuesto ir de “shopping”.
Si la familia que vi ya no aumenta de miembros y solo quedaran las cuatro criaturas, es difícil imaginar los gastos universitarios con un sueldo modesto. Si los hijos no obtienen becas escolares será casi imposible que obtengan un título profesional.
Pero antes de llegar a ese punto, y en esas circunstancias, lo más seguro vivan en hacinamiento para compartir gastos, se recurra a la ayuda pública y los hijos queden a la deriva en la adolescencia debido a que los padres tienen que trabajar. Ya sabemos de las consecuencias de dejar a adolescentes a la deriva.
Si resultan ciertas los cálculos de población en EU para el año 2050, los latinos seremos mayoría. Así que habría que analizar nuestro proyecto de vida cuatro veces antes de llamarla racismo o discriminación.
Hasta ahora no se condiciona en EU el número de hijos, sin embargo, no se puede negar lo que está a ojos vistos, los números no mienten, y sus consecuencias.
Hemos caído en un error similar a la de la comunidad afroamericana, que para hacer sentir la presencia se reprodujo y se victimizo, sin atender las causas que los afectan, y se recurre a los lazos familiares. Claro, no hay que cerrar los ojos al racismo. Con todo, se podrá decir que la gran mayoría de los anglosajones no les preocupa lo racial, sino la falta de concientización para poder adaptarse a una vida sustentable de acuerdo al número de hijos y a los ingresos, para tener una vida digna y con futuro.
Si no damos muestras de entender nuestro rol dentro de una sociedad acorde a nuestras posibilidades, nos vamos a encontrar con circunstancias adversas de integración a causa de nuestra idiosincrasia, que otros no van a aceptar y que pudieran interpretarse como discriminación.
