sábado, febrero 22, 2025 - 11:31 am
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El alcohol, mi escape de los problemas laborales y domésticos

Confesiones de un alcohólico

El alcohol, mi escape de los problemas laborales y domésticos

/Por Esteban Durán/

Con residencia en el municipio de Tehuacán, Puebla, Karen nos habla sobre su experiencia con el alcohol: “Mi primer contacto fue con unas amigas al salir del trabajo, pues a veces por estrés o por cansancio uno quiere fugarse para sentirse bien, los efectos, después de algunas copas, -dos digamos-, son de relajación y de desinhibición, ya tenía veintitantos años”, nos empieza a platicar.
De manera pasada y tranquila nos comenta que sólo estuvo son su mamá, pues nunca conoció a su padre, por lo que no hubo supervisión paterna y por ende su madre jamás se enteró de su ingesta de alcohol.

“Tenía ya 25 años cuando empecé a tener problemas, ya me había casado y tenía hijos, sin embargo, lejos de atenderlos, me iba con los compañeros del trabajo, olvidando mis obligaciones como esposa y madre.

Quería huir de los conflictos laborales o no estar en casa para no discutir con mi esposo, situación que afectó severamente mi matrimonio”.

Nuestra entrevistada señala que en la escuela no tuvo problema, pues aún no bebía, sin embargo, en el trabajo fue donde las dificultades empezaron, pues fue precisamente con los compañeros de trabajo cuando empezó a beber, moderadamente al principio, pero poco a poco fue aumentando su ingesta, lo que le originaron muchos conflictos en materia laboral, tanto con sus compañeros como con los jefes.

Karen nos platica que el acercamiento al Grupo AA fue a través de una invitación, pues debido a su alcoholismo tenía muchos problemas emocionales, entre ellos la depresión, depresiones, por lo que aceptó y fue como empezó a acudir al grupo.

“Me gustó mucho cómo los compañeros y compañeras me dijeron cómo le habían hecho para dejar esa vida, pues el alcoholismo sólo es un síntoma de lo que vivimos en la actualidad”, nos expresa con gran alivio.

Y agrega que es necesario hacer un inventario en la vida y ver por qué es difícil dejar el alcohol y por qué no podemos encontrar la felicidad. Solo el alcohólico, con su experiencia, puede ayudar a otro alcohólico.

Comenta que fue un familiar quien le dijo que en el Grupo AA había una solución para la vida que estaba llevando: “Uno hace daño a las personas que están a nuestro alrededor y los primeros que están, pues es la pareja y los hijos que sufren por estos problemas”. señala.

Ante este cuestionamiento, Karen no lo piensa mucho y responde que de entrada uno escucha los testimonios de quienes ayudan, así como la de los médicos que han trabajado de la mano con Alcohólicos Anónimos.

Manifestó que hablar de los problemas que estamos pasando día con día, si se expresan en el grupo, es una «catarsis».

Uno tiene que expresarse y si uno lo habla ya no lo vuelven hacer; por ejemplo, si quiere uno tomar, ya en el Grupo de Alcohólicos Anónimos uno se va ayudando a diario, así como tomaba uno diario, pues así se tiene que ir a las juntas.

Karen reconoció que la que generaba los problemas era ella, “pues somos personas que vivimos con frustraciones, echamos culpa de lo que nos pasa a otros; uno siente tanta lástima de uno mismo, que la única salida es el alcohol, no nos gusta ver nuestra realidad, por eso es que empezamos con el alcoholismo”.

Finalmente, ya más animada nos confesó: “Eso nos gusta de Alcohólicos Anónimos, nosotros encontramos una solución y nos vamos afuera, a la marea de alcoholismo, donde mucha gente no sabe que sí se puede dejar esa vida, cada uno cree en el ser superior que uno desee, ahí no te imponen ninguna religión, asistes a estas reuniones, pero crees en quien tú quieras”.

 

Alcohólicos Anónimos,

Sección México, ofrece

una Alternativa de Solución

para quien sufre la enfermedad

del alcoholismo.

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Teléfonos: 55 5705 5802 / 800 561 3368

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