- Comienza el suspenso. La ambientación en vivo con música tradicional mexicana lo intensifica. El escenario natural también. Tan sólo una semanas antes la Isla de Tlilac, donde se lleva a cabo “La llorona… el corazón de esta tierra” era un lugar irregular y solitario. Hoy vuelve a ser el marco ideal para la adaptación de esta tradicional leyenda
/Por Pilar Bustamante/
Al grito de “despierta Xochimilco” uno de los nativos advierte que un grupo de hombres blancos han destruido poblados vecinos y se acercan.
Comienza el suspenso. La ambientación en vivo con música tradicional mexicana lo intensifica. El escenario natural también. Tan sólo una semanas antes la Isla de Tlilac, donde se lleva a cabo “La llorona… el corazón de esta tierra” era un lugar irregular y solitario. Hoy vuelve a ser el marco ideal para la adaptación de esta tradicional leyenda.
Es inevitable la batalla y los invasores llegan dispuestos a apoderarse de todo, incluso de la dignidad de sus princesas. Así nace un niño: vida y destrucción, maternidad y dolor, un llanto desesperado. “Aayyyy mis hijos” es un grito conocido y permanentemente desgarrador. Es la llamada de las madres que lloran por sus hijos, es la voz de todas las mujeres.
El público observa desde la oscuridad. La gran pirámide fosforescente recuerda el origen. Danzas prehispánicas, flautas de barro, teponaztli, huehuetls, caparazones de tortuga, palos de lluvia, sonajas de guaje y calabaza, en fin, todo armoniza con las actuaciones y los cantos. Las trajineras, las chinampas, los canales siguen ahí y cobijan la representación que por 22 años consecutivos mantiene vivo el espíritu de La Llorona; el espíritu de México, de sus tradiciones.
Una obra para toda la familia en un lugar obligado en la ciudad: Xochimilco, nombrado “Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987” por la UNESCO. Agricultores, chinamperos, remeros de trajinero y la gente de la comunidad desarrollaron en un inicio el proyecto para transmitir los valores del lugar, pero poco a poco se fue extendiendo y hoy participan diferentes artistas comprometidos con la cultura.
Todos los años se renueva el guión y el nombre y se regionaliza la leyenda con un personaje xochimilca que habla un mensaje universal. El objetivo es que las personas que ya se han sorprendido con puestas en escena en años anteriores, no dejen de hacerlo y encuentren nuevos elementos en cada representación de La Llorona en Xochimilco.
Norma Espinosa, directora y actriz, comentó que este año tienen un sistema animado que se integra muy bien a los elementos tradicionales. Dos Lloronas abarcan la totalidad del espíritu: Nayeli Cortés, quien desde hace cinco años representa el papel, es La Llorona que canta y Selene Ríos, la que retumba en cada rincón con el grito desesperado.
La experiencia comienza desde el embarcadero de Cuemanco, donde el trayecto y el sonido del agua son una preparación para la obra que termina con un espectáculo de pirotecnia en medio de la noche cerrada de los canales.
En el marco de la celebración del Día de Muertos, del 9 de octubre al 22 de noviembre, habrá funciones viernes, sábados y domingos. La recomendaciones son ir abrigados porque el techo son las estrellas y revisar el programa ya que en algunos días hay varios horarios. La página es www.lalloronaenxochimilco.com y se pueden comprar los boletos en el embarcadero de Cuemanco o en Ticketmaster.
