Sargazo afecta derrama turística y económica en Q. Roo
Por Alejandra Pérez Bernal (*)
CORRECTA, JUSTA y hasta plausible resulta la propuesta de la diputada priista Adriana Fuentes Téllez, integrante de la Comisión de Competitividad, para modificar la Ley de Aviación Civil con el propósito de someter a las aerolíneas que sobrevenden los vuelos y que han generado un aumento sustancial en las quejas de los usuarios.
Hasta 2013, las aerolíneas eran las campeonas de las quejas por sobreventa de boletos, maltrato a usuarios, discriminación, retraso en los vuelos, pérdida de equipaje, y negativas a devolver el monto erogado y aceptar un cambio de aerolínea en la misma ruta, entre otras inconformidades.
Ya es una película vista y de dimensión conocida que si usted está de viaje fuera del Distrito Federal, el retorno se vuelve tortuoso porque la culpa siempre la tiene o el mal tiempo o el tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Pero, bueno, el caso es que la sobreventa de vuelos será prohibida por ley y eso es muy importante, porque se excede la capacidad disponible de las aeronaves y una vez causado el daño al usuario, no hay nadie que se ocupe del mismo, ni poder humano que haga recapacitar ejecutivos de las líneas aéreas.
La sobreventa de boletos es una práctica que las aerolíneas llevan a cabo de forma indiscriminada, con la finalidad de incrementar sus ingresos, y la queja se produce cuando el usuario no recibe ninguna respuesta, e incluso se engrosa el problema con actos discriminatorios.
Se sabe que en los últimos años la actividad del sector aeronáutico en el mundo ha registrado un fuerte incremento, impulsado por el rescate que se le dio en muchas naciones, así como por la baja en el precio de la turbosina y la creciente demanda de transporte.
Según cifras de la Dirección General de Aviación Civil, el transporte aéreo regular, tanto de empresas nacionales como extranjeras traslado a más de 65 millones de pasajeros durante 2014, equivalente a un crecimiento del 8.5% comparado con el año anterior.
Las empresas nacionales lograron un incremento de 9.04% al pasar de 37.3 a 40.7 millones de pasajeros transportados de 2013 a 2014. Mientras que las extranjeras con operaciones hacia y desde el territorio nacional, crecieron 7.74%, con 22.68 millones a 24.4 millones de pasajeros.
Hay mucho dinamismo en el sector aeronáutico, pero también muchos pendientes por resolver, sobre todo mejorar la calidad de los servicios que prestan las líneas aéreas a sus clientes, y por ello se propuso reformar el artículo 52 y adicionar uno 52 Bis a la Ley de Aviación Civil, con el objetivo de establecer la prohibición de la sobreventa de boletos por parte de las aerolíneas.
Hay quejas también por los desvíos de rutas, como es el caso de Interjet que cubre la zona del Bajío. Está documentado que en caso de algún imprevisto, por ejemplo, un vuelo que sale de la Ciudad de México a San Luis Potosí y es desviado a la ciudad de León, provoca que el usuario llegue a su destino seis horas después, un lapso fuera de toda lógica.
El consenso es que sí hay poca seriedad en muchas aerolíneas del país y del extranjero, y la mayor molestia no es cuando afectan el bolsillo, que es verdad, sino cuando nadie te hace caso y el respeto al usuario vale menos que un garapiñado.
En promedio, la Profeco recibe más de mil quejas por año contra aerolíneas, de las cuales pocas llegan hasta la denuncia, pero sí se ha conseguido recuperar y regresar a los usuarios más de 2 millones de pesos por reclamos diversos.
Otras aerolíneas, como es el caso de VivaAerobús, han sido sancionadas por haber introducido leyendas como “aplican restricciones” en sus promocionales, sin definir en qué consisten esas restricciones.
EL DATO: De acuerdo con el reporte que tiene en sus manos la Cámara de Diputados, Aeroméxico es la línea aérea con más quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), con el 33 por ciento del total, al cierre de la segunda semana de abril de 2015.
POR CIERTO, ya se va a cumplir un año de que el vicepresidente de Turismo de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Chapur Zahoul, solicitara a Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), la reducción de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), a fin que provocara una baja en el precio de los boletos de avión y un beneficio para los aeropuertos cercanos a la Ciudad de México. No hay respuesta. Nunca la hubo.
Vale la pena recordar que la conectividad y los impuestos son dos de los principales problemas que afectan al sector turístico y aéreo, porque más del 80% de los aeropuertos del país están subutilizados y las aerolíneas están sometidas a altos riesgos y a elevados costos.
EL PROBLEMA del sargazo en el Caribe mexicano, presente en plena temporada vacacional, sí traerá problemas de derrama económica y flujo turístico a Cancún y Playa del Carmen. Es preciso subrayar que el problema afecta a costas de otros países vecinos, pero México debe tener como prioridad la limpieza de sus playas, porque a pesar de la labor que hacen las oficinas de promotoría turística dentro y fuera de nuestra nación, las quejas crecen por la presencia de pulgas marinas que viven en las algas y que son las que provocan daños en la piel sin llegar a casos serios de dermatitis. El sargazo también genera mal olor una vez que entra al estado de putrefacción sobre las playas, por lo que es imposible un paseo placentero en esos paradisiacos lugares. La secretaría de Turismo federal Claudia Ruiz Massieu visitó el lugar afectado y anunció una inyección de recursos por 150 millones de pesos, así como la movilización de más de 4 mil 600 personas con equipo y maquinaria.
Hasta ahora, varios biólogos y científicos abocados al asunto no han determinado si el sargazo tendría algún uso industrial, y lo único cierto es que los hoteleros, restauranteros y prestadores de servicios de Cancún y de Playa del Carmen están resintiendo negativamente la presencia de este fenómeno, aunque en otras zonas como Cozumel están de plácemes porque para allá se está trasladando todo el turismo que no quiere nadar, bucear o hacer otros deportes acuáticos entra algas con pulgas marinas.
Según la Semarnat, el sargazo se presenta por diversas causas, entre ellas, el aumento de los nutrientes en el mar, el cambio climático y las variaciones meteorológicas y oceanográficas, es decir, por el cambio en las corrientes marinas.
(*) Periodista
@AlejandraBernal
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