• El titular de esta dependencia legislativa, Victorino Barrios, destacó que los municipios deben fortalecer la gestión y participación social como otras fuentes alternas de financiamiento
• El sociólogo Jorge Arzate Salgado dictó la conferencia magistral “Vulnerabilidad Social y Educativa. La Necesidad de una Política Social Desde lo Local”
/Pasaporte Informativo/
El Contralor del Poder Legislativo, Victorino Barrios Dávalos, resaltó la importancia de fortalecer la gestión y participación social, al iniciar el Ciclo de Conferencias 2015 de esta dependencia legislativa con la exposición del sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Jorge Arzate Salgado, quien presentó el tema “Vulnerabilidad Social y Educativa. La Necesidad de una Política Social Desde lo Local”.
Ante alcaldes y funcionarios municipales, estudiantes y académicos, Victorino Barrios, moderador de la conferencia magistral, señaló que “un presidente municipal con capacidad de gestión multiplica por dos los recursos que se le asignan a través de las participaciones y aportaciones”, por ello, consideró importante analizar cómo gestionar a nivel federal y estatal los recursos, así como ejercerlos de manera correcta.
El contralor del Poder Legislativo informó también que a fin de conmemorar el XXIV aniversario de la Contraloría, se realizarán conferencias que abordarán la transparencia, rendición de cuentas, combate a la corrupción, profesionalización parlamentaria, candidatos de elección popular, entre otros temas.
Por su parte, Jorge Arzate, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, consideró que las políticas públicas y programas sociales se han limitado a contener la pobreza durante 20 años.
Dijo que es necesario comenzar a pensar en políticas y programas sociales concretos de forma deslocalizada, “empezar a pensar en la desigualdad y la violencia como algo situado y unido”.
Señaló que se debe transitar a un modelo de política pública y programas sociales más reflexivos, trabajados y adaptados a cada localidad y territorio del país, “con mayor capacidad de participación, es decir, hay que cambiar la lógica de la pobreza por conocimiento profundo de las desigualdades, de la violencia que existe en la comunidades y en los municipios, hacer un diagnóstico principal de estos fenómenos; generar una perspectiva de bienestar amplia, donde las políticas generales se engarcen con las coyunturales”.
Además, mejorar la calidad de las escuelas, clínicas rurales, servicios públicos, implantar componentes educativos eficaces que eviten deserción educativa, empoderar a las mujeres y fortalecer la política alimenticia.