CARTAS DESDE CHICAGO
¡ES UN HONOR UN VIOLADOR!
/ROGELIO FAZ/
Ya es mundialmente sabido que, en Guerrero, México, un acusado de acoso y violación sexual: Félix Salgado Macedonio del partido Morena, es candidato a la gubernatura del estado. Él lo niega con vehemencia y cinismo. Bromea “¿acoso?… ocaso”. Se dice provoco la risa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fundador de Morena quien le da su apoyo.
Es probable que todos en algún momento hemos sido víctimas de una difamación. Como quizás también sin proponernos hemos afectado la moral de un semejante al divulgar un chisme sin fundamentos.
Por lo mismo debemos de pensar dos veces antes de decir algo. Pero, ¿qué de aquellos que su conducta los delata y encima tienen varias acusaciones en el mismo sentido?
De haber sido otro estado de la república mexicana tal vez la noticia no hubiera trascendido mas allá de las fronteras, pero Guerrero cuenta con lugares turísticos de renombre internacional como Acapulco, que hacen que la noticia llegue al exterior.
Por mucho tiempo Acapulco fue considerado el paraíso terrenal donde la violencia no era mayor problema que no fueran los escándalos de los spring breakers o chilangos. Lo grave sucedía a sus alrededores o al interior del estado. Donde el crimen organizado ha hecho su paraíso.
En ese Guerreo salvaje es común ver a jovencitos menores de edad completamente embriagados; violar mujeres no es de extrañar. Y así, una serie de conductas que reflejan una disparidad entre desaman turístico y barbarie rural, que se agravo, según chismorrean, desde que Félix “el toro” Salgado Macedonio fue presidente municipal de Acapulco.
Generalizar sería difamar pues hay muchos guerrerenses decentes y honorables. Desafortunadamente como en otras partes de México, la violencia se ha volcado en áreas que se consideraban seguras, no tanto por la vigilancia policiaca sino por la misma sociedad.
AMLO, además de ser el presidente del país, ‘su moralidad política le permite ser el guía espiritual del pueblo’. Él rechaza(sic) los conflictos de interés o dadivas en el servicio público.
Porque antes, los funcionarios públicos procuraban tener un perfil bajo en los escándalos, pero de un tiempo para acá se han relacionado con el crimen organizado, como se dijo del actual candidato “el toro”. Que ha demostrado tener ética y moral de arrastre, por mulillas.
Peeero, tal parece que ‘AMLO es el líder moral del pueblo’; “es un honor estar con Obrador” entonan sus seguidores.
Por lo pronto el toro semental pretende embestir con toda su fuerza para montarse en la gubernatura porque el dueño de la ganadería lo permite, así pataleen o griten hasta las baquillas. Capoteando con eso de que se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Por cierto, donde las denuncias y evidencias se quedan en la puerta de toriles.
Para descalificar al “toro” bastaría aplicar una sentencia de AMLO que reza: “aunque no sea un delito o ilegal, siendo inmoral hay que renunciar”. Él tiene la vara que mide la moralidad de la ley, así sean secretos a voces, más bien gritos o, risas.
Él todo lo puede y todo lo sabe, ‘entonccees’ ¡ES UN HONOR TENER DE GOBERNADOR A UN VIOLADOR!
Todo indica que el acoso sexual se arraigará en todo Guerrero como parte de usos y costumbres, solo falta confirmarlo el día de las elecciones para ver el ocaso de la decencia. Donde el turismo sexual incluido el infantil harán su paraíso. “Si ‘dios’ lo sabe que lo sepa el mundo” con la venia del señor de los perdones y castigos… hasta que la ciudadanía diga ‘ya chole’.
