CARTAS DESDE CHICAGO
“Sanitizados” y satanizados
/Rogelio Faz/
No cabe duda que la pandemia del coronavirus como cualquier otra calamidad, dígase económica, social o moral en cualquier época; los responsables de administrarla son los gobernantes, como especialistas de cada de una de estas ramas, seguida por la sociedad civil. O sea, todos somos responsables.
Si el virus chino, como dice Donald Trump se originó en aquel país por circunstancias aún no muy claras, eso no lo hace exento a él en la propagación. Y lo vimos en la irresponsabilidad de sus seguidores cuando debieron de haber activado el sentido natural de conservación.
Una sociedad influenciada por quienes por intereses políticos o ignorancia dicen y hacen cosas que afectan a los demás, los hacen tan irresponsables como culpables.
Los números de fallecimientos y contagios con la pandemia son un indicador de que algo tenemos que hacer para evitar la propagación independientemente lo que digan los irresponsables, ignorantes, temerarios o escépticos.
Si alguien tuviera una gripe simple lo menos que se espera de esa persona es que si va a estornudar se cubra la boca y nariz y no esté cerca de los demás.
¿Pero, si le dice que esa gripa no es contagiosa, que son rumores por lo tanto no es responsable de la propagación? ¿cómo catalogaría a esa persona? Más aún, si este es un gobernante o un médico.
Si esto es dicho por un ciudadano bicicletero con poco conocimiento en enfermedades contagiosas, y su única protección es el sentido común, entonces habría que confiar más en esa persona.
La mayoría de los seres humanos con uso de razón aplicaríamos esa lógica, y menos andar dando contra recetas.
Si el mal ejemplo como mala receta de un médico viniera de un funcionario público, lo menos que le debe de suceder es que políticamente quede desahuciado y exhibido como irresponsable por mala práctica de sus funciones.
Eso fue lo que le paso a Trump, que primero debió desinfectar su lengua lo que a la mejor no hizo ni con sus manos usando “hand sanitizer”, el desinfectante o gel para manos: “sanitizante” como ya se le dice por acá.
Eso no es exclusivo del trumpismo, en México los encargados de la gobernanza y la salud pública con su irresponsabilidad política y sanitaria han contagiaron también a la económica. Pero ni así aprenden con el afán de dar inmunidad a su investidura.
Pero como todo lo que no es emanado de los dueños de la razón en lugar de “sanitizarse” a sí mismos, satanizan a quienes no comparten su criterio y acaban haciendo de la pandemia una sátira.
Supongamos que les asista la razón con aquello de la teoría de la conspiración o de un complot. Pero en política como en medicina la cautela evitara en lo posible agravar un problema.
O sea, si una prevención no da alivio a una enfermedad es probable que no cause más daño. Contrario a que si no se siguen las recomendaciones y el mal existe no hay manera revertir el daño ¡como un carajo!
Si esta gente no entra en razón y no usamos el instinto natural de conservación, acabaremos todos siendo parte de una sátira satanizada al no “sanitizarnos” por las dudas.
