CRISTAL Y HIERRO
Por María Teresa Ortuño Gurza
Termina la Semana Santa con la Resurrección de Jesucristo, y como coincidencia, inician las campañas electorales el mismo día.
Quienes hemos intentado vivir estos días disfrutando del recogimiento, la oración y las manifestaciones artísticas y culturales que nos brinda la Pasión y Muerte de nuestro Señor, tendremos que cambiar drásticamente de frecuencia.
Y por si fuera poco, también se modifica el horario la noche del sábado 4 al domingo 5 de abril.
Para esta servidora, además, llegan a su fin los días de estar en Chihuahua, y regresar a la Ciudad de México a seguir dirigiendo Suma por la Educación con renovados bríos.
Pues bien, amable lector, le invito a combinar estos cambios y sacarles provecho en favor de México.
Entre las opciones que se le presenten, deberá tomar una decisión para este 7 de junio.
En 2009 hubo un movimiento de ciudadanos, que invitó a no acudir votar, o a votar en blanco.
Vea usted si tuvieron o no razón. Usted juzgue si sirve de algo ausentarse. Analice si lograron algo.
Firmemente digo que no. Sostengo que mientras no haya consecuencias jurídicas derivadas de la abstención o del voto nulo, sólo se consigue que a los más pillos les salga más barato ganar con acarreados.
Le propongo que defina su voto por quien se empeñe en mejorar la Educación, la Economía, y la vida de las familias mexicanas. Que combatan la opacidad y la corrupción.
Veamos si la Semana Santa sirvió de meditación y reflexión. Si a muchos políticos no les aprovechó la Semana Santa, que a usted sí le deje el beneficio de pensar lo que es mejor para nuestra amada y sufrida Patria.
Busque candidatos que se comprometan y hay que seguir acompañando su quehacer cotidiano. No hay que dejarlos solos.
Ahora habrá un mayor número de mujeres en las boletas electorales. Ojalá eso se traduzca en mejores propuestas y mayor honradez para comprometerse con las nobles causas.
Todos sabemos que el ánimo de los mexicanos no está en su mejor momento. Hay desánimo y decepción por doquier.
Sin embargo, México es un país que promete mucho. De grandes oportunidades que no debemos dejar escapar.
Si Dios murió por nosotros, nosotros podemos vivir por nuestros hermanos, los mexicanos que tanto requieren de nuestros afanes.
En el ejercicio de la Libertad para escoger el camino del Bien, está la ruta del Amor eficaz al prójimo.
Por el bien de los más necesitados, busquemos opciones que fortalezcan la Economía.
Por alcanzar la justicia social, comprometa su voto con quien se comprometa con la Educación.
Busque políticos con convicciones, alejados de cualquier sospecha de vínculos con el crimen organizado.
Que protejan la vida en todas sus manifestaciones, especialmente cuidando la de los más vulnerables.
Nuestro querido México ya ha tenido su propia Pasión. Es hora de la Esperanza.
No va a llegar solita.
Al igual que hay que pedir el pan de cada día y trabajar para obtenerlo, nos toca a todos construir la resurrección de nuestra Patria.
(*) Exsenadora de la República
Presidenta de la Fundación SUMA por la Educación
