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CINCO DE MAYO Y MICHELADAS

CARTAS DESDE CHICAGO
CINCO DE MAYO Y MICHELADAS
/Rogelio Faz/
Si usted es uno de esos que celebra el Cinco de Mayo con chelas (cervezas) y chips como en Estados Unidos, por la gloriosa Batalla de Puebla de 1862, cuando las tropas mexicanas le propinan una correteada a pedradas y palos al ejército francés invasor. Aun así, la historia lo tiene sin cuidado con unas chelas ‘adentro’, incluso, pudiera llamarle más la curiosidad el origen de las ‘micheladas’ que la gesta heroica.
Como cuando el general Ignacio Zaragoza al frente de aquel contingente mexicano repelara la invasión diciendo “…las armas del supremo se han cubierto de gloria…”. Después de hacer retroceder a Porfirio Diaz que iba tras las tropas francesas con la posibilidad de aniquilarlos de una vez por todas. Diaz en aquellos años estaba bajo las órdenes de Zaragoza (Diaz durante su dictadura -1876 a 1911- sería un importador de todo lo francés).
Después el ejército invasor se rearmo para derrotar al ejército mexicano y dar una de las épocas más trascendentales en la historia mexicana.
Cuando se impone un imperio monárquico corte europeo en contra de los intereses de Estados Unidos, que estaba obstinado con su Doctrina Monroe: “América para los Americanos”.
Una vez que los franceses ocupan la ciudad de México y parte del territorio mexicano, se propone instalar a Maximiliano de Habsburgo como el segundo emperador mexicano (el primero fue Agustín de Iturbide 1822 a 1823). Maximiliano había sido apoyado por los conservadores con la intención de crear un imperio protector de los intereses del clero y los terratenientes, y para Francia en contra del expansionismo de EU en el Continente Americano.
Sin embrago, Maximiliano resulto ser un conservador muy liberal, incluso estaba de acuerdo en muchos lineamientos de las Leyes de Reforma, su intención fue darle progreso a México; libertad de culto y liberar al pueblo de opresiones. En corto tiempo Impuso cambios hasta en la arquitectura de la ciudad de México. Como fue el Paseo de la Emperatriz, hoy Paseo de la Reforma.
Una vez que en EU se da por terminada la Guerra de Secesión (1861-1865), este país brinda su apoyo a los liberales mexicanos y a las Leyes de Reforma, es decir, a Benito Juárez. Quien por cierto también sede a ciertas exigencias estadounidenses. Esto, junto a la retirada del ejecito francés de Napoleón III, Maximiliano propicia su fusilamiento (1867) a pesar de tener la opción de huir.
Con la Batalla del Cinco de Mayo se derrotaba temporal a los franceses, y para EU era un motivo de júbilo que llega hasta nuestros días como una celebración, más a favor de los gringos que para México, para convertirse en una tradición popular gabacha informal.
La “celebración” se ve por doquier acompañada de sombreros, maracas, chips, guacamole y chelas. Incluso hay cervezas estadounidenses que llevan el nombre de michelada. Y a todo esto ¿Cuál es el origen de la palabra michelada?
Según la versión más sostenible esta surge en San Luis Potosí, México. De acuerdo a la vox populi la familia de apellido Michel, de donde es uno de los locutores y actores más reconocidos de la Epoca de Oro de la radio, televisión y cine mexicano, León Michel, “La Voz de América”. Un hermano de este frecuentaba el Club Deportivo Potosino, en la capital potosina, a quien le encantaban las cervezas. Cuando amanecía “malito” o “crudo” frecuentaba los baños de vapor del club para sudar la cruda y ordenaba una cerveza con limón y hielo, a la que se le podría agregar una salsa picante.
Esto dio lugar a que con el tiempo sus compañeros cuando estaban en la misma condición ordenaran lo mismo y dieron por llamar a la bebida ‘michelada’, dando a entender que era cerveza y limonada. Bebida que se hizo muy popular en San Luis hasta llegar a disputarse a ver quién ofrecía la mejor michelada en cualquier esquina.
Posiblemente debido al medio en que se desenvolvía el hermano, León Michel, se popularizo la bebida que dio lugar a otra variante, la chela. Esta para diferenciar una michelada de una cerveza regular sin limón, ni salsa.   
Ahora, dependiendo de cuantas micheladas o chelas lleve por dentro como para perder la cuenta, menos recordara el motivo de la gesta histórica, y mucho menos que en México es conmemoración y en EU es celebración.
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