CARTA ABIERTA
Mosaico Ciudadano
Amalia Martínez Austria
Creo en la democracia y en el dialogo. Con el conocimiento pleno de la grandeza de México, de su gente, de su historia, su enorme potencial turístico, su indiscutible identidad. Me revelo a la postura del Sr. Donald Trump actual candidato por el Partido Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos para las elecciones de 2016.
Usted Sr. Trump, hijo de inmigrantes, no tiene conocimiento pleno de la virtud que nace del respeto y la tolerancia. Limitado, a pesar de ser un magnate, no entenderá jamás el sentido de lo que es justo y humano. No comprendo cómo puede haber sido postulado, y mucho menos que tenga seguidores, cuando entiendo que la mayoría de los seres humanos, detestamos la violencia, los actos de incongruencia, en sí, el pensamiento represor e inhumano. Quisiera comprender mejor, la explicación más lógica que encuentro es su deseo de ganar a costa de todo, pero déjeme decirle que su doble discurso, su risa burlona, su falta de respeto, jamás podrá con la sensatez de personas que sabemos que Usted sería un peligro no solo para Latinoamérica, incluso para el mundo entero.
La mayoría creemos en el dialogo, pero entre las personas que dicen sus decires con objetividad, y sobre todo, con verdad y respeto. Quizás Usted nunca a meditado ni por un segundo en el dolor de la gente que es separada por la deportación que propone. No sabe de las personas que en el camino al “sueño americano” han perdido no solo los lazos familiares, sino incluso la vida o bien alguna parte de su cuerpo. Muchos dirán ¿Entonces para que vienen? Yo le respondería ¿Qué haría su país sin el talento y la mano de obra barata que pagan por lograr la economía de la cual gozan?
Estamos hartos de los muros, entendemos que los límites están en el cerebro. Y sepa Usted que los mexicanos, los Latinos, somos seres de excelencia, personas buenas, tanto que dejan a su país para que su familia viva mejor. Le recuerdo que la economía mexicana, está ampliamente ligada a la de los Estados Unidos, el comercio entre ambos países supera los 500 millones de dólares al año. Su país exporta al nuestro más de 200 millones de dólares anuales y más de 6 millones de empleos de estadounidenses dependen de estas exportaciones. Siempre que tengo la oportunidad de observar el trabajo de cualquier funcionario o político, me llega la esperanza, con su discurso o sus actos de la posibilidad de un cambio, de que sea una “persona” que logre cambios positivos significativos, que rompa esquemas, que destruya muros. Pienso en ellos, como al menos una posibilidad de un entorno mejor. Con Usted, jamás podre sentir eso.
Quizas esta carta llegue a la nada, pero también puede hacer mucho, porque no quiero ser participe al no expresar mi pensar de lo injusto, lo incorrecto y con ello me arrepienta de no levantar la voz por mis hermanos latinos y con ello ser partícipe del fracaso de la paz para todos. Hoy me declaro no participe de esto, confío en que no llegue al poder. Se necesitan cada vez más voces valientes, pues a pesar de ser una humilde voz, unida a otras puede lograr los cambios significativos que necesitamos. Sr. Donald Trump con respeto, pero jamás de acuerdo le digo, que Usted no debería haber sido una opción.