Confesiones de un Alcohólico
Tres cervezas me lanzaron al alcoholismo
/Por Esteban Durán/
Primer contacto con el alcohol y efectos
Seguimos en el bello estado de Chiapas, ahora en Tapachula, Ricardo nos relata sobre sus inicios en el alcoholismo: “tenía 14 años de edad cuando tomé tres cervezas y aunque no me emborraché, si me mareé, fue una sensación de agrado, de bienestar, ya después bebía de cinco a seis cervezas, me agradó y lo seguí consumiendo, ya tenía 17 años, ya eran unas constantes borracheras”.
Nos confiesa que su papá no bebía, mientras que su mamá era bebedora social, nunca llegó a embragarse, sin embargo, cuando vieron que su hijo se emborrachaba constantemente para ellos fue decepcionante: lo golpearon, le dieron de cinturonazos, pero eso en lugar de corregirlo se encaprichó más y siguió tomando. “Yo solo veía la cara de tristeza de mis padres”.
En esta etapa, Ricardo nos platicó que a muy temprana edad, a los 17 años, tuvo una pareja, la cual veía muy normal que él bebiera. Agrega que él estudiaba y trabajaba, pero a causa de la bebida lo corrían de los trabajos, debido también a esto su pareja se fue con la hija de ambos.
Primer acercamiento el Grupo AA
A la edad de 25 años, tuvo otra pareja, en ese tiempo no solo consumía alcohol, también se drogaba. Nos comenta que fue ahí donde tuvo su primer acercamiento a AA, pero sólo duró un mes, no fue sino hasta dos años después que regresó, a los 27 años.
Cómo le cambió la vida el Grupo AA
Con gran alivio en su rostro Ricardo confiesa: “Llegué a Alcohólicos Anónimos muy mal, tenía una deuda de 200 mil pesos, no sé ni por qué, llegué al grupo ya desahuciado, mis padres ya se habían se resignaron a que yo iba a morir en un accidente o en un pleito.
Ahora mi hija vive conmigo, tengo una casita, ya invertí en algo, si tengo deudas, pero no tanto.
El creer en algo más grande de que yo me ha cambiado.
Ahora aconsejo, apadrino. Aprendí a escuchar porque uno viene de afuera, creyéndose que es el más malo, el más duro; eso solo es una máscara tratando de ocultar lo que pasa uno de niño y no faltar a las juntas.
En el grupo es difícil que los jóvenes se queden, hay más grupos de personas mayores, pero una nueva vida y es estar mejor con Dios y con la familia, no hay comparación
Que no se ceguen, no es necesario llegar a tanto, para darse cuenta que el alcohol no trae nada bueno”, remató.
Alcohólicos Anónimos, Sección México, ofrece una Alternativa de Solución para quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
Servicios totalmente gratuitos
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