ANTE PÉRDIDA DE PANEL DE MAÍZ TRANSGÉNICO URGE REGULAR IMPORTACIONES, IMPEDIR SU CULTIVO Y CREAR UN PROGRAMA EMERGENTE DE PRODUCCIÓN ALIMENTARIA
/Pasaporte Informativo/
Luego de que México perdiera el panel sobre el maíz transgénico frente a EE UU y Canadá, la Presidenta Claudia Sheinbaum debe regular las importaciones de este grano e impedir su cultivo en territorio mexicano y desarrollar un Programa Emergente de Producción de Alimentos, propuso el profesor – investigador del Departamento de Agronomía de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano.
Lo anterior es urgente para evitar el riesgo de contaminar las razas y variedades de maíces mexicanos ante la importación del grano o que algún productor use la semilla para siembra.
Por ello, dijo, una política de seguridad nacional a favor de las semillas nativas protegería el valor cultural, biológico, gastronómico y económico del maíz mexicano, precisó.
Detalló que el ciclo agrícola 2024 presenta una disminución en la producción nacional, situación difícil para México, pues se estima una producción de 25.1 millones de toneladas y compras a Estados Unidos por 24 millones de toneladas de maíz.
“En América Latina los investigadores reportan alrededor de 220 razas de maíz; en el territorio mexicano existen 64, sin embargo, sólo 59 razas son nativas de México, las cuales se aglomeran en siete grupos raciales por sus procesos evolutivos, zonas ecológicas, climáticas y por la distribución territorial”, explicó el profesor – investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.
¿Qué hacer para mejorar la producción de maíz en México? cuestionó Gerardo Noriega y respondió: “es la oportunidad para que en México se canalicen recursos económicos y se conjunten esfuerzos alrededor del sistema alimentario, se destine financiamiento para restaurar el patrimonio suelo, aprovechar la diversidad genética de cultivos como: maíz, frijol y otras especies, así como para desarrollar la innovación y la asistencia técnica en una visión agroecológica y orgánica de alto rendimiento”.
Con ello, continuó, se puede impulsar la participación de las organizaciones de productores, despachos de consultoría especializada, empresas sociales, profesionales de la agronomía y del desarrollo rural, investigadores y académicos, así como sumar a las instituciones académicas y el gobierno.
Propuso desarrollar un Programa Emergente de Producción de Alimentos con recursos económicos para la atención al campo, mitigar impactos de la crisis climática, desarrollar insumos de alta especialidad para la nutrición vegetal, orientar las estrategias para producir maíz blanco, amarillo y de otros colores, así como frijol, granos básicos en general para la alimentación de alta calidad en México.
Desde su punto de vista, sí existe experiencia en México para organizarse y superar esta crisis del grano de maíz:
“Para impulsar la producción de granos básicos en México, existen experiencias de grupos de profesionales, de académicos, de productores, de empresas sociales, de instituciones que promueven la transferencia tecnológica en el cultivo de maíz, que para incrementar los niveles de productividad del cultivo de maíz en áreas con potencial productivo, incluyen: la organización para la producción; asistencia técnica; adopción de innovaciones tecnológicas de bajo costo; capacitación a productores, técnicos y directivos de organizaciones, para que orienten la toma de decisiones para transitar a rendimientos sustentables”.
En México, por ejemplo, un grupo de académicos de la Universidad Autónoma Chapingo, de la ESIQIE-IPN, del CINVESTAV, productores de varios estados como Hidalgo, Tlaxcala, Michoacán y otras entidades, junto con empresas sociales nos sumamos con un sistema de soluciones agronómicas que aportan resultados contundentes para la producción de alimentos, en particular de maíz, que se basan en la integración de acciones dinámicas.
Todos los especialistas trabajan en la restauración de la fertilidad de los suelos para elevar los rendimientos y disminuir costos de producción, partiendo de un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales e impulsando líneas de acción, concluyó el profesor – investigador de la UACh, Gerardo Noriega Altamirano.
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