Desde la Legislatura
Rocío…la primera de 85
/Por Rafael Gustavo Fararoni Magaña/
/Diputado Local Veracruz/
“No llego sola, llegamos todas” fue una de las frases emitidas en su discurso de llegada a la presidencia y con estas palabras la doctora Claudia Sheinbaum demuestra que su gestión, en definitiva, tendrá también un enfoque de género.
Y cómo no hacerlo, si en México existen más de 65 millones de mujeres que equivalen al 51. 2% de la población nacional y que viven diariamente situaciones de inequidad que limitan su libertad, su potencial, y su independencia económica. Si bien, el porcentaje de mujeres económicamente activas incrementa con el nivel de escolaridad, 3 de cada 10 permanecen fuera del mercado laboral. Si a esto sumamos factores como violencia de género, brecha salarial en empleos formales, trabajo doméstico no remunerado, inequidad en oportunidades para emprender, y otros aspectos en los que las niñas y las mujeres mexicanas transitan en su día a día, la labor de nuestro gobierno federal, estatal y todos nosotros como sociedad cobra una importancia no menor.
Mucho que lograr en términos de políticas públicas. Caigamos en cuenta de esta cifra: las mujeres realizan poco más del 73.6 % del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado; esto equivale al 22.8% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. La brecha de género se acentúa aún más cuando volteamos a ver los números de mujeres que participan en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) donde según el Instituto Mexicano para la Competitividad, solo 3 de cada 10 profesionistas en estas ramas, son mujeres.
Trabajar para lograr la equidad entre hombres y mujeres en México no es, como muchos sostienen, una moda discursiva pasajera. El hecho de lograr que más mujeres sean económicamente activas e independientes no es solo cuestión de humanidad y justicia; es cuestión también de rentabilidad y productividad. La participación igualitaria de las mujeres elevará la competitividad de nuestro estado porque la diversidad de talento conlleva diversidad de visiones e innovación.
Como gobierno, y más ahora bajo el liderazgo de una mujer a cargo de la presidencia y la primera gobernadora que tiene ya el Estado de Veracruz, Rocío Nahle García, necesitamos visibilizar el talento femenino, fomentar lugares inclusivos para su desarrollo, establecer políticas públicas que las coloquen en un lugar digno y justo. Hoy más que nunca e imposible de postergar, se requiere de un esfuerzo colectivo de los gobiernos, instituciones académicas, empresas y sociedad en general. El Estado, por su parte debe asegurar las condiciones para que más niñas tengan acceso a educación básica, y puedan aspirar a mejores empleos cuando salgan al mercado laboral y seguramente así será en esta nueva administración gubernamental. En este sentido vale la pena resaltar que el discurso de nuestra Gobernadora Rocío Nahle en su toma de protesta fue muy revelador, ya que al respecto mencionó que: “Uno de mis objetivos es que en este maravilloso estado si bien soy la primera, no sea la única, que después de mí lleguen más mujeres”.
La visión que Rocío Nahle nos compartió a los Veracruzanos en este solemne acto fue muy clara y más cuando al inicio expresó que: “ por primera vez una mujer gobernará Veracruz en 200 años de historia y tras el paso de 84 hombres en a titularidad del Poder Ejecutivo del estado, algunos de ellos, dijo, personajes ilustres.
“Así que, en el turno 85, se abre la puerta, para que nosotras, las mujeres, nuestras hermanas, hijas y niñas transcurran por el camino que hoy de la mano con nuestra presidenta construimos a lo largo y ancho de nuestra patria”.
México no podrá alcanzar el crecimiento anhelado hasta que no tengamos a la mitad de su población en igualdad de circunstancias para desarrollarse libremente. Hoy, en nuestro estado retomamos el compromiso con ellas y bajo la guía de nuestra presidenta y nuestra Gobernadora, trabajaremos para lograr un Veracruz más justo y solidario. Se los debemos a ellas y lo merecemos todos como ciudadanos. Cono servidor público y como ciudadano me sumo al acompañamiento de todas estas acciones que se plantean desde la cúpula y sobre todo las enfocadas desde las reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva, las cuales, además de saldar una deuda histórica del Estado Mexicano con las mujeres, establece el mandato expreso de garantizar el goce y ejercicio del derecho de las mujeres a una igualdad en los ámbitos social, jurídico, económico y cultural. Ese ha sido siempre mi compromiso y lo seguirá siendo.