Prisma empresarial
Los riesgos económicos de la Reforma Judicial
Por Gerardo Flores Ledesma
LA REFORMA judicial que pretende hacer López Obrador ante de que concluya su mandato ha puesto a México en elevado riesgo económico y financiero.
Estamos ante el peligro inminente de perder el grado de inversión, a través del cual los flujos que provienen de fondos seguros, tanto de Canadá como de EU, se frenen. Estamos ante el riesgo de tener que elevar los réditos y beneficios o premios por emitir más papeles de deuda, tanto en dólares como en pesos, para evitar fuga de capitales.
Además, nos rodea el fantasma de una devaluación que sería provocada por la desconfianza y la incertidumbre de los hombres de negocios, lo que generaría una crisis económica sexenal recurrente como en los gobiernos del PRI.
La insistencia de desaparecer al Poder Judicial, por soberbia o sólo por razones de autoritarismo presidencial, puede causar daños en económicos a la nación en sólo un mes, una herencia de AMLO debería pensar dos veces.
Antes de ejercer todo su poder para dar paso a supresión del Poder Judicial, López Obrador debería atender las advertencias de Morgan Stanley y Citi Banamex sobre el impacto económico que su capricho causará al país.
No se trata únicamente del debilitamiento o fortaleza -como dice la 4T- de uno de los poderes de la Unión, sino de la extirpación del Estado de derecho, de la vulneración del mosaico republicano para dar paso al frenesí de la anarquía y la prepotencia de quien ostente el poder.
Acabar con el Poder Judicial implica que López Obrador no enfrente a sus acusadores. No habría quién lo juzgue. Tampoco a sus familiares y aliados. Esa es la única razón por la que AMLO quiere acabar con los ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial.
El asunto se le ha salido de control al Ejecutivo. Los trabajadores del Poder Judicial están en paro indefinido porque no terminan de digerir el arrebato o robo -como guste llamarle- de los recursos de sus fondos de retiro que durante décadas habían ahorrado.
Los empresarios a los que pidió en una mañanera que opinen con la esperanza de que avalen su reforma judicial, tampoco quieren hablar, ni siquiera darle un voto de confianza, porque siempre los ninguneó, los ignoró, los descalificó. Nunca el sector privado había sido atacado de manera tan acentuada como en este sexenio.
Los hombres de negocios saben que la destrucción del Poder Judicial con la reforma que propuso AMLO, traerá más daños que beneficios.
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