MILPA ALTA FESTEJA «EL DÍA DEL CHINELO»
/Pasaporte Informativo/
Judith Vanegas Tapia, alcaldesa de Milpa Alta a ritmo del Son del Chinelo y ondeando una bandera inauguró los festejos del quinto aniversario del Día del Chinelo, que “como ya es tradición en el sureste del país, se festeja el tercer domingo del mes de octubre y en esta ocasión lo celebramos en la explanada de la alcaldía Milpa Alta, es por ello que rendimos este homenaje al tradicional brinco del Chinelo con el baile y la música que caracterizan a este personaje popular de la cultura mexicana, que es un símbolo de identidad del estado de Morelos, donde tiene sus raíces que sigue traspasando fronteras,” aseguró la edil Vanegas Tapia.
Con el objetivo de unir a las familias, preservar la tradición en las futuras generaciones y conmemorar a quienes orgullosamente portan un traje de chínelo, se dio la ponencia. El traje de Chinelo estilo Yautepec, por parte de la Comparsa Yautepec Arte y Tradición.
Varias comparsas (grupos de chinelos) se reunieron para convivir y festejar este día en el que recorrieron el primer cuadro de la alcaldía Milpa Alta, con sus ya conocidas danzas, donde todos brincaron, moviendo los hombros y la cadera al mismo son que interpretaron las bandas de viento que se dieron cita en este festejo.
De manera simultánea se llevó a cabo la misma celebración en Yautepec Morelos, sede alterna que también festejó el quinto año de este personaje carnavalesco mestizo, que es muy popular en las festividades religiosas de Milpa Alta y otras alcaldías del sur de la Ciudad de México.
Con la cultura europea traída por los españoles, llegó el carnaval a México; especialmente en la Región Suriana del centro del país, el carnaval se reinventó a un modo popular y no exclusivo de las elites sociales; entonces surge en el siglo XVII “El Huehuenche” un personaje que tuvo sus orígenes en el poblado de Tlayacapan, en el estado de Morelos, que es una expresión de inconformidad de los trabajadores mexicanos ante los maltratos y abusos que la comunidad nativa recibía de los ricos hacendados, además de la marginación en días de asueto en época de carnavales celebrados por las clases altas de la sociedad mexicana.
Por esta razón en esos días los campesinos aprovechaban para disfrazarse con atuendos y máscaras que imitaban el actuar de los hacendados, todo ello para ridiculizarlos y mofarse de ellos, para desahogarse un poco de la represión a la que eran sometidos laboral y socialmente. Caminaban por las calles bailando, silbando y citando cantos en coro, así como fingiendo la voz para no ser reconocidos.
Con el paso del tiempo esta actividad dio origen al brinco del Chinelo que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, donde esta danza fue permitida por las autoridades, con la condición de no ridiculizar a los altos mandos políticos, sociales y eclesiásticos de la época. Poco a poco la costumbre se fue extendiendo en los alrededores de Tlayacapan, en la actualidad la danza del brinco del Chinelo es realizada en los estados de Morelos, Guerrero, Estado de México, Puebla y en la Ciudad de México. Como producto de la migración este personaje de la cultura popular mexicana, ha llegado a varias ciudades con gran presencia de la comunidad latina en los Estados Unidos Americanos.
