Confesiones de un Alcohólico
A LOS CINCO AÑOS PROBÉ MI PRIMER COPA DE ALCOHOL
/Por Esteban Durán Acosta/
Originario del estado de Morelos, Erasmo N” nos platica que fue a los cinco años cuando probó el alcohol por primera vez: “fue sólo una sensación de mareo la que sentí, pero no pasó de ahí”.
De esa primera vez, pasaron nueve años para que nuevamente tuviera contacto con el alcohol, nos cuenta que ya iba en la secundaria, pero que en esa ocasión ya la bebida fue más frecuente, en las reuniones con los amigos, en las fiestas.
“Eran tantas las cantidades que bebía que perdía la noción del tiempo, perdía en control y no podía recordar al día siguiente lo que pasaba o hacía cuando estaba en completo estado de ebriedad”, nos confiesa.
Comentó que afortunadamente esto no afectó mucho sus estudios, puesto que estaba joven y no era muy seguido que tomaba, era de cada mes o cada 20 días, por lo que sí pudo acabar sus estudios de secundaria.
Fue en la primera borrachera, tenía 14 años, que sus padres se dieron cuenta de ello, pues llegaba todo descontrolado o para evitar que no lo notaran, se mojaba la cara, la cabeza para que se le bajara la borrachera, sin embargo, al verlo todo empapado su mamá sólo atinó a decirle al esposo: “Ya viste cómo viene tu hijo”.
“Mi madre estuvo a punto de pegarme con un leño al verme todo briago, pero mi papá se interpuso y le argumentó que él iba a platicar conmigo. Todo quedó ahí en ese momento, pero al día siguiente, con la cruda física, más que moral, mi padre me aplicó en trabajos ya un poco pesados, de acuerdo a mi edad, recuerdo que me dijo: ´como ya te sientes hombrecito, pues ahora vas a trabajar como cualquier persona adulta”.
Manifestó que como es gente de campo, se fueron a las labores, pero sentía que se moría: sudaba frío, le dolía el estómago, tenía náuseas, la luz le molestaba, muchas cosas más que sentía debido al alcohol que había ingerido un día antes.
“Fueron 33 o 34 años, aproximadamente, que estuve bebiendo, pero de ese periodo 15 años continuos los dediqué a la ingesta de alcohol; se podría decir que a diario me dedicaba a tomar, lo que me trajo consecuencias en cuestión de salud, me dolía el hígado, los riñones. Acudí al médico, me mandaron tratamiento, pero de nueva cuenta volví a tomar”, no dice Erasmo “N”.
El primer acercamiento a un grupo de Alcohólicos Anónimos fue cuando su esposa, cansada del alcoholismo de Erasmo, interpuso una demanda de divorcio, sin embargo, en los juzgados siempre hay una plática con la pareja para evitar que el matrimonio se disuelva y llegar a nuevos acuerdos y con reglas.
“Fue precisamente el licenciado quien nos envió con un sicólogo, para que a través de sesiones se diera una solución y es cuando sale el tema de mi alcoholismo, el cual tuve que reconocer si quería salvar mi matrimonio, y a raíz de eso es cuando me hablan de AA, en el cual podían apoyarme para dejar de beber”, nos va detallando Erasmo en su acercamiento al grupo de Alcohólicos Anónimos.
Afortunadamente, para nuestro entrevistado, desde el primer día que llegó a AA se le fue diluyendo el deseo de tomar; los testimonios, que en su momento los compañeros del grupo le compartieron, le quedaron muy grabados, pues vio similitud de su vida con la ellos, y lo motivaron a retirarse definitivamente del alcohol.
Finalmente, en su mensaje a los lectores, manifestó que “en el momento que sepan de alguien que tiene problemas con su manera de beber, no duden de acudir al grupo más cercano para pedir la ayuda u orientación y agregó que es el medio por el cual muchas personas llegan a integrarse a un grupo de AA.
También recomendó que si ven a un grupo de personas dando el mensaje o repartiendo trípticos, que nos los ignoren, que les tomen en cuenta, pues también eso puede ayudar mucho y tal vez en ese momento puede estar una lucecita que ayude a alguien.
Alcohólicos Anónimos, Sección México,
ofrece una Alternativa de Solución para
quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
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