CARTAS DESDE CHICAGO
DIOS NOS GUARDIA NACIONAL
Un componente principal del turismo independientemente de los paisajes, la arquitectura o la historia, es la gente a donde se llega. Y vaya que México se destaca por ser un destino de primer nivel por esta razón. Peeero…
/Rogelio Faz/
Salvo algunas excepciones México es un país acogedor, con buen grado de civilidad. Sin embargo, lo que se oye en el extranjero a través de los medios de información en su mayoría son sobre el crimen y la corrupción y, más recientemente las declaraciones del presidente Andrés M. López Obrador.
Con todo, no deja de ser atractivo por la calidad de los servicios y lo económico, no por nada el turista estadounidense lo tiene como uno de sus principales destinos.
Aunado a eso, está el turismo familiar, o sea, aquella de mexicanos que vivimos en el extranjero y viajamos con doble propósito; lo familiar y la diversión. Ese turismo tiene otras características, como ir a lugares donde no hay necesariamente playas, grandes hoteles o lugares paradisiacos.
Los metiches
Hace unas semanas el gobierno de Estados Unidos como es costumbre, recomendó a sus conciudadanos a no visitar lugares de alto riesgo debido a la violencia. Lo que motivo al presidente de señalar al gobierno de EU de metiches.
Para empezar, cualquier país tiene más que derecho, la obligación de proteger y alertar de los riesgos a sus ciudadanos.
Aun así, el turismo familiar no debe de pasar por alto las advertencias, que por lo regular son viajes planeados con bastante anticipación y, sería un tanto complicado reprogramar un viaje. Más si se va a un compromiso con fecha específica como a una boda.
Así que, para hacer contrapeso a las advertencia y recomendaciones, están las opiniones de familiares que dicen «no es tanto como lo dicen en los medios» o «la bronca es entre ellos (delincuentes)» y se acaba por tomarse el chance. Después de todo, las posibilidades son muy remotas.
Prensa amarillista
Bueno, riesgos hay muchos empezando por “la venganza de Moctezuma”. O la de los mismos visitantes oriundos debido al síndrome del turista desfachatado.
Mientras tanto, siguen las masacres a las que nos tienen acostumbrados los medios “amarillistas”. Y esa zozobra se lleva en el viaje aun que digan ‘ya no es como antes’. Esa misma prensa acaba de informar esta semana de otra masacre en el estado de Guerrero.
Entonceees ¿con balazos de que sirven los abrazos? como recomienda el Presidente.
Una vez que pasan los días en un ambiente de cordialidad surge el orgullo de ser un ‘turista en casa’ y hay que disfrutarlo y, esa violencia pasa a ser parte de la prensa amarillista como dice ‘ya saben quién’. Que a veces peca de mensajero de Dios con su manto protector ¿nos protegerá de los balazos?
El turista casero una vez ambientado se olvida de lo que pueda estar sucediendo en los alrededores. Cuando entre risas y brindis el universo de la delincuencia sigue su curso.
Dios nos guarde
Quien esto escribe estando de vacaciones en México, dejando los temores a un lado, claro, sin descuidar las recomendaciones de los «metiches» evitando en lo posible lugares y horarios peligrosos.
Equipados con la mochila de la fe, viajando en pleno día (miércoles 28 de septiembre) en un auto modesto para no despertar codicias, por una carretera que cruza el estado de Zacatecas en una de las zonas ‘calientes’, la cual pasamos sin sobresaltos, salvo la presencia de algunos sujetos medio sospechosos en lugares como gasolinerías, la de una troca sin placas o el ver varias patrullas de la Guardia Nacional a toda velocidad con sus luces encendidas que se dirigían en sentido opuesto. De ahí más nada.
Antes de esto, los retenes del Ejecito nos habían cedido el paso dando cierta tranquilidad, aunque su presencia representa un mal augurio.
Pues resulta que al llegar al destino del viaje nos enteramos de que en un lugar llamado Calera el cual habíamos dejado atrás, un comando del crimen organizado había ejecutado a seis policías desarmados cuando ejercitaban en unas instalaciones deportivas.
Chicago “The Best Big City” Hace unos días Chicago fue elegida