SE COMENTA SOLO CON
OTRO PLOMAZO
CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
Razones tendrá AMLO para tratar de proteger a Julián Paul Assange, pero ya le reventaron otro plomazo después de la exhibición y burla de la Casa Blanca por haberlo “doblado”.
Resulta que cable diplomático 06Mexico505, filtrado precisamente a los medios por ni más ni menos que Wikileaks, expuso que desde 2006, AMLO confió al entonces embajador de Estados Unidos, Tony Garza, que en caso de ganar la Presidencia de México, su intención era darle mayor poder al Ejército Mexicano en materia de seguridad pública, es decir, lo que hoy observamos no es ni ocurrencia ni improvisación, corresponde a un engaño más del tabasqueño que públicamente señaló que luego de tomar el poder en seis meses regresaría a los soldados a sus cuarteles y que no permitiría que el ejército cumpliera los compromisos que no cumpliera un gobierno civil.
Fue un encuentro en un desayuno con Tony Garza cuando AMLO mostró el diseño y estrategia para el combate a los grupos del narcotráfico que incluía una reforma constitucional para otorgar mayor poder a los militares.
En esa reunión aseguró que consideraba más efectivos y menos corruptos a los soldados que las dependencias de mando civil, como lo era entonces la Procuraduría General de la República (PGR).
La información privilegiada y confidencial de la valija diplomática de Garza indica que AMLO intentó convencer a la administración estadounidense de su proyecto argumentado que sería el responsable de liderear un gobierno confiable, sólido y fuerte bajo su esquema.
La información de Assange confirma que en esa convivencia fueron testigos Rogelio Ramírez de la O y José María Pérez Gay. AMLO intentaba entonces eliminar a la Secretaría de Seguridad Pública y otorgar mayor fuerza política a la Secretaría de Gobernación para el control de la seguridad nacional y para ello, hoy vemos, debería contar con un funcionario incondicional.
Culpar y acusar con insistencia a Felipe Calderón sería parte de la dinámica para convencer mediáticamente que los abusos se dieron en otros gobiernos no el suyo. Era necesario llevar tal reestructuración que demandaría la creación de un cuerpo de élite capaz de defender, por sobre la SEDENA y la Marina, las determinaciones presidenciales. Nacería entonces una Guardia Nacional y desaparecería al Estado Mayor Presidencial.
“No es con el ejército como se pueden resolver los problemas de inseguridad (…) No podemos aceptar a un gobierno militarista”, ha dicho en más de una ocasión AMLO antes y después de llegar a Palacio Nacional, sin embargo,
en estos días ha determinado incluso otorgar la seguridad de puertos, aeropuertos y sus obras faraónicas (AIFA, Dos Bocas y el Tren Maya) a los militares bajo un ilegal pronunciamiento de “seguridad nacional”.
En esos días AMLO se manifestaba leal al PRD y se autonombró el líder natural de la izquierda empujando fuera de su círculo cercano, incluso, al propio Cuauhtémoc Cárdenas. Lo cierto es que le debía una factura política a Marcelo Ebrard por abrirle espacio y apoyarlo en su candidatura presidencial pero es evidente que hoy usa sólo al canciller y lo habrá de traicionar.
La mentira por parte de AMLO se sostendría a través de redes sociales incluso cuando mal calificaba a Enrique Peña Nieto y escribía en redes sociales: “Es perverso que los potentados utilicen al Ejército para enfrentar el problema de la inseguridad que ellos crearon por dedicarse a saquear”.
Los archivos filtrados por Julian Assange revelaron que desnudan por completo a AMLO y es por ello que el mandatario insiste en darle asilo político para ganarse su silencio e impunidad. En este mes de agosto ante su monumental fracaso de la Guardia Nacional, AMLO es capaz de violentar una vez más a la Constitución e integrarla a SEDENA en un ejercicio que para muchos representa la militarización del país.
*Conductor del Programa Va En Serio mexiquensetv canal 34.2 IZZI 135 y mexiquense radio.