PUNTALES
Tambores de guerra
· Golpe al ego presidencial
· Crónica de la reforma desechada
· Acoso y amenazas a los “adversarios”
Agustín Vargas *
La lucha por la supuesta “transformación de la vida pública del país”, enarbolada por el señor del Palacio se ha convertido ahora en una feroz guerra en contra de casi 80 millones de mexicanos que no piensan como él o, peor aún, no están de acuerdo con sus ocurrencias como presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos.
Casi 80 millones de mexicanos no acudieron a las urnas el día de la votación de la revocación de mandato, simplemente porque no quisieron o no les interesó participar en el debilitamiento de la democracia mexicanas o la conversión de ésta en un juego perverso a favor del mandatario, como se pretendió. Por no hacerle ese jueguito, los compatriotas que no participaron fueron considerados “conservadores”, “neoliberales” y hasta “traidores a la patria” por ya saben quién.
El pasado 10 de abril, el señor de Palacio no alcanzó la mayoría de votos para que su “ejercicio” alcanzara la credibilidad suficiente y tener validez jurídica para ser vinculante a su mandato presidencial. Ese fue un golpe directo al ego del mandatario y desde entonces los tambores de guerra en contra de sus adversarios y “traidores a la patria” comenzó a escucharse.
El segundo gran golpe para el jefe del Ejecutivo llegó el pasado 17 de abril, día de la votación del dictamen de la reforma eléctrica promovida por el mandatario y que había sido pospuesta por la Cámara de Diputados desde el año pasado.
Previo a la sesión legislativa, diputados opositores denunciaron presiones de todo tipo para votar a favor de la reforma eléctrica presidencial, desde acoso y supuestas amenazas de muerte anónimas, hasta promesas de que serían investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), entidad a cargo de Pablo Gómez, que ha sido convertida en el brazo persecutor de los “conservadores”, “neoliberales”, “aspiracionistas” y demás adversarios del presidente de México.
Y sucedió lo que los diputados opositores ya habían anunciado.
Con 275 votos a favor y 223 en contra, con cero abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados votó la iniciativa de reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador. Con ello no hubo mayoría calificada, al no contar con las dos terceras partes necesarias, por lo que se desechó el proyecto de decreto.
Esto, por supuesto, representa un revés para el mandatario, sin embargo, previo a la votación el presidente publicó un breve mensaje en su cuenta de Twitter para pronunciarse respecto al tema:
“Ya lo dije en mi informe del martes: pase lo que pase ya estamos blindados contra la traición. Mañana lo vuelvo a explicar”, apuntó.
La Mesa Directiva convocó a sesión del pleno para el lunes 19 de abril a las 12:30 para revisar los cambios a la Ley Minera que por la noche del domingo envió el señor de Palacio, donde se hace el resguardo de la explotación del litio para el Estado. Para que el dictamen se apruebe sólo se necesita la mayoría simple. O sea, con el mayoriteo de los morenistas sería suficiente.
Para los legisladores de oposición, la alianza Va por México logró mostrar su «músculo» durante la discusión de la reforma eléctrica. Al parecer, los que apoyan a Va por México ven que convertir esta alianza en un movimiento político más unificado, con miras a convertirse en una fuerza política consolidada, puede ser la receta que se está buscando para detener a la 4T.
Se dice que ahora, políticos como Marko Cortés, tendrán más argumentos a favor para seguir unidos con el PRI y el PRD, e incluso lanzar un candidato de unidad para los próximos comicios.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx