ENTRESEMANA
El marrullero padrastro del Litio, ¿cómo Uramex?
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
¿Su Alteza Serenísima no se parece a los de antes? ¡Caray!, pero qué bien los imita.
Se quiere parecer a Benito Juárez García, porque supuestamente era rete honesto y vivía con medianía, pero en realidad fue casateniente y murió millonario.
Dice seguir los pasos de Francisco I Madero, llamado apóstol de la democracia, pero ¿son ejemplo de democracia las consultas patito y a modo como ésta para la revocación de mandato?
Pero, marrullero como es, el licenciado presidente se fusila actos de aquellos ex presidentes que no pueden reclamarle los derechos reservados ni sus herederos tienen ánimo de complicarse la existencia con el Apóstol de los otros datos.
Así, Andrés Manuel I invoca al general Lázaro Cárdenas del Río lo mismo para chantajear, amenazar e insultar a la oposición legislativa.
Y, en un exceso de protagonismo, con las manos metidas en todo el proceso de sus ocurrencias legislativas y frente al rechazo a su iniciativa de reforma constitucional en materia de la industria eléctrica, sacó de su cartera la reforma a una ley secundaria que no requiere de la mayoría calificada de diputados, es decir, la Ley Minera.
Y, como en su momento y por circunstancias abismalmente diferentes a las actuales, los entonces presidentes Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos, nacionalizaron a la industria petrolera y la industria eléctrica, hoy pretende erigirse en Padrastro del Litio.
Pero, cómo por qué, el litio, que se sepa, está en manos de la nación y, por ende, no requiere ser nacionalizado. Es la praxis de Manuel Camacho Solís, uno de sus mentores, que se creaba problemas pero antes había pulsado la solución, y aparecía como el gran negociador.
En esa condición, Andrés Manuel I tiene otros datos y le dan la razón. Nunca pierde, mínimo empata.
¡Vaya con estos pinches legisladores traidores a la patria que osaron votar contra la reforma eléctrica y lo hicieron morder los adoquines de Palacio Nacional! Pero ya sabrán de él porque, como amenazó en la mañanera de inicio de semana, “porque esto no termina todavía, esto apenas comienza”.
Y la supuesta nacionalización de litio que implica reformas varias en apego prácticamente al texto vigente, es el Plan B de Su Alteza Serenísima. Una bárbara ocurrencia que, sin duda alguna, fue producto de su estado de ánimo, del rencor, de la venganza, de nunca perder y, en cambio alzarse como dueño de la verdad.
¿Recuerda usted a aquella empresa de los tiempos de la Solución Somos Todos, con don Pepe López Portillo, llamada Uranio Mexicano (Uramex), empresa paraestatal creada con la visión de que México sería potencia nuclear?
Mire usted, el Santo Patrono de los otros datos, la faceta cotidiana que, al despuntar el alba, asume Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I frente a una pléyade ansiosa de quedar bien con Chucho Ramírez y el licenciado presidente, tuvo una visión…
Quizá Nacho Ovalle Fernández o alguno de sus cuates de esos tiempos de las vacas gordas, le recordó que el litio –un metal blando, alcalino con capacidad para almacenar y transferir una gran cantidad de energía, importante para uso industrial—es el metal de moda y será el que la rife cuando las gasolinas entren en desuso e impere la energía electromotriz en los automóviles y vehículos automotores en general.
El licenciado presidente habrá agradecido al creador haberle puesto enfrente al Litio como factor para pasar a la historia como su padre nacionalizador, pero alguien debió decirle que el litio está clasificado desde hace décadas como propiedad de la nación, es decir, es una broma de mal gusto invocar su nacionalización.
Pero, pero…
¡Qué más da! Él es el Santo Patrono de los otros datos y…
Tres horas antes de que se concretara la madriza legislativa que le propinó el bloque opositor PRI, PAN, PRD de la mano con Movimiento Ciudadano, a las ocho de la noche del domingo 17, justo cuando en el Salón de Plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro se repartían insultos opositores y oficialistas, en la oficina de la Secretaría Técnica de la Presidencia de la Mesa Directiva camaral, el enviado presidencial entregó a Angélica García Pompa, la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforman y Adicionan diversos Preceptos de la Ley Minera.
Sí, sí, a nacionalizar lo nacional, con algunos ajustes hechos al vapor a esta Ley Minera, cuyos autores incurrieron en yerros como no tener siquiera la idea de cómo se llamará la empresa que estará a cargo del Litio. ¿LitioMex?
Bien, al artículo 10 de la Ley Minera le cambian Gobierno Federal por Estado y le añaden el artículo 28 constitucional. Y en el párrafo segundo añaden afromexicanas a pueblos originarios, comunidades indígenas.
Le dieron la vuelta al ordenamiento de que en 90 días, una vez que el Senado apruebe la minuta correspondiente y entre en vigor esta reforma a la Ley Minera, debe crearse la empresa responsable del Liti.
¡Ah!, pero el aspecto del patriota se finca en la creación del artículo 5 bis que era la fracción VII del mismo artículo, a saber:
“Se declara de utilidad pública el litio (la exploración, explotación y aprovechamiento del litio) por lo que no se otorgarán concesiones, licencias, contratos, permisos (restan asignaciones) o autorizaciones en la materia. Serán consideradas de reserva minera aquellas en que haya yacimientos de litio.
“Se reconoce que el litio es patrimonio de la nación y su exploración, explotación y aprovechamiento se reserva (le quitan para beneficio exclusivo) en favor del pueblo de México”.
¿Nacionalización? Su Alteza Serenísima se inspiró en la era de la energía nuclear que se avistaba en los tiempos del lópezportillismo.
Visionario y patriota como es, Andrés Manuel I se adelantó a la nacionalización del Litio, aunque éste es propiedad de la nación conforme la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley Minera, que fue reformada en 2005.
¿Quiere pasar a la historia como el Padre de la “nacionalización” del Litio? La historia es cíclica y no lo debe olvidar.
Mire Usted.
Entrado el boom petrolero, el gobierno de don Pepe López Portillo volteó la vista hacia la explotación del uranio, porque México contaba y cuenta con importantes yacimientos, pero el sueño se acabó después de Laguna Verde.
Incluso, se quedó el proyecto de una segunda planta nuclear en aquella región de la costa veracruzana, amén de una Planta de Ingeniería Nuclear proyectada en las proximidades de Hermosillo, Sonora.
La paraestatal Uranio Mexicano (Uramex), entonces dirigida por el sonorense Francisco Vizcaíno Murray, fue cerrada luego de que el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (Sutin) estalló una huelga en la que el Congreso del Trabajo no participó.
Don Fidel Velázquez, entonces presidente del CT fue tajante en la instrucción a los integrantes de esta central obrera: “Señores, no habrá paro nacional; se cancela”. Y es que el SUTIN había recibido el apoyo del CT en su movimiento de huelga con un paro nacional. Pero sus dirigentes
El sueño de México a la cabeza de las potencias nucleares murió en la brevedad del tiempo que vivió, miles de millones de dólares tirados a la basura.
¿Seguirá la misma ruta LitioMex? Por de pronto, no hay una estimación técnicamente sustentada por geólogos y especialistas de las reservas de Litio en México. La “nacionalización” suena a broma de mal gusto para elevar la moral del vilipendiado licenciado presidente.
Pero, Andrés Manuel I considera que, el domingo, “se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que, en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras, que se dedican a medrar, a robar, y estos diputados los respaldaron, a los saqueadores, para decirlo con claridad”.
¿Qué vamos a hacer?, preguntó Su Alteza Serenísima. Y se respondió: “Decía yo que esto no termina porque nosotros nos preparamos para la traición (…)”.
Así que, prepárense traidores, conservadores vende patrias. Y no le vengan al monarca con que la ley es la ley. Aunque sea padrastro, pero reclama la paternidad de la nacionalización del nacional Litio, ¿A poco no? Total, qué más da fusilarse un acto que fracasó hace cuatro décadas. Uramex ya es historia. LitioMex irrumpe hijo legítimo, nacionalizado. Conste.
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