Cartas desde Chicago
’LOOTING’ RACIAL EN EU
Una noticia que recientemente acaparo la atención nacional en Estados Unidos, fue la absolución del adolecente blanco Kely Ruttinhouse por asesinato durante una manifestación violenta en la que participaba el movimiento Black Lives Matter.
/Rogelio Faz/
Una situación que vuelve a revivir el debate del racismo; el derecho a portar armas y; el derecho a la manifestación.
Una historia que se repite como muchas otras, en esta ocasión en Kenosha, Wisconsin, donde un policía de raza blanca y un ciudadano de raza negra son los protagonistas.
El movimiento BLM (Vida de los Negros Importa) dio origen en 2014, argumentado abusos por parte de los agentes o de ciudadanos comunes obedeciendo un ‘racismo sistemático’.
Aunque la policía ha sido señalada por abuso policiaco contra los negros y latinos, no significa, como muchos aseguran; sea un abuso implícito contra una comunidad indefensa e inocente.
Por supuesto que la policía no está exenta de cometer abusos, pero no hay que perdernos entre una actitud violenta e impredecible de un ciudadano para no someterse a la autoridad; y utilizar la raza para justificarlo, además, confundir el derecho a manifestarse con delinquir.
Estos incidentes tienen el mismo patrón. Es decir; un ciudadano negro o de ‘color’ y un policía blanco (no necesariamente); con una conducta desordenada y el sometimiento, conclusión: abuso policiaco. Así la acción de la policía sea justificable con sus dudas.
¿Cómo inicia esta historia?
Para los ‘morenos’ (negritos como les llamamos por acá para no ofenderlos) el abuso contra su comunidad es desde siempre por el simple hecho de serlo. Y han sacado ventaja victimizándose. Han logrado reducir penas carcelarias para balancear la raza en las prisiones aplicando una justicia más tolerante.
Una ideología liberal «radical» que deja libre a muchos ‘morenitos’ como sucedió con el que recién mato a 6 personas e hirió a otras cuarenta, atropellándolas mientras participaban en un desfile navideño en Waukesha, cercana a Kenosha. Tras huir de un acto violento en contra de su pareja.
Pero la historia en particular, la de Ruttinhouse, empieza en agosto del 2020. Cuando la policía de Kenosha acude a un llamado de emergencia donde Jacob Blake, afroamericano, había tenido un altercado violento contra su expareja como era costumbre y al tratar de escabullirse un agente le da alcance y le propina cuatro disparos por la espalda. Le sigue la manifestación, en un principio pacífica y después violenta.
Kenosha está ubicada entre Milwaukee y Chicago, casi frontera con el estado de Illinois. Se podría decir es un suburbio de ambas ciudades.
¿Exceso de violencia? Supongamos que sí.
Hay que tomar en cuenta que Blake, ya tenía antecedentes penales y, en ese incidente había una navaja a la mano. Blake quedo invalido a consecuencia de los disparos.
Causó indignación en los “pacifistas” y el BLM, y como ya se hizo costumbre, se dieron a la tarea de destruir, saquear y quemar negocios del área con el argumento del racismo.
¿Quién motiva la violencia?
De un tiempo para acá y bajo ese pretexto este tipo de manifestaciones han servido para vandalizar y destruir, atemorizando a clientes, empleados y transeúntes.
Estos saqueos no son parte de manifestaciones contra el abuso policiaco, ahora, a sabiendas del temor que causan y que la policía esta impotente ante la indignación, se han vuelto ataques organizados para saquear negocios en grupos de jóvenes, en particular raza de ‘color’.
Reacción a la protesta
La noche del 25 de agosto del 2020, otra parte de la sociedad también fastidiada de las protestas, de “looting and rioting” (saqueos y disturbios) que son relacionados a la extrema blanca, salieron a las calles dispuestos a enfrentar a los indignados manifestantes.
El adolecente Kyle Rittenhouse de Antioch, Illinois, cercana a Wisconsin, fue a Kenosha para unirse a otros del mismo parecer y contener los saqueos, pero resulto agredido por los manifestantes y respondió usando su AR-15 dando muerte a dos y dejando a uno herido.
La semana pasada Rittenhouse salió absuelto de todos los cargos incluido el de asesinato, por actuar en defensa propia, lo cual es cierto, sin negar su ideología y lo absurdo de portar un arma de grueso calibre a los 17 años.
Dando lugar a la inconformidad a pesar de que los muertos y el herido eran blancos, pero bastaba que fuera una manifestación de BLM para señalar la diferencia racial.
Es muy probable sea injusto que Rittenhouse no tuviera ninguna consecuencia ante la ley, aun así, eso no compensa el patrón de comportamiento de una comunidad acostumbrada a violentar, sea a sus similares como es matarse entre ellos, como si la vida de los negros no importara, al menos en Chicago, o atacando a quienes consideran culpable de sus males.
Quienes se unen a esos reclamos con violencia no hacen más que agravar las diferencias sin aportar discernimiento. Esa comunidad que se dice ofendida, parece se ha dado a la tarea de mantener esa condición para seguir la violencia del ‘looting’.
Una historia que se está repitiendo; un patrón de violencia con el pretexto de la indignación, delinquen supuestamente para cobrar una ofensa a la raza.