CARTAS DESDE CHICAGO
COYOTE DE LA FE (IRINEO MUJICA)
Las caravanas migrantes han desvirtuando el ir “en busca de una mejor vida” a Estados Unidos; ya no es convincente, ni conveniente tomando en cuenta las circunstancias y las maneras
/Rogelio Faz/
Las caravanas migrantes se volvieron toxicas desde sus formaciones, partida, ruta y arribo. Condiciones que afectan las virtudes de la inmigración “integrada”, aunque indocumentada. Con todo y las ovejas descarriadas que aun arrastran la cultura del valemadrismo o rechazo a las reglas del orden. En parte lo que desalienta la reforma migratoria.
Las caravanas que parten desde Centroamérica hacia EU (incluido México) se convirtieron en un problema social debido a la enajenación que los guía. Una condición que los lleva a la exasperación y a cometer errores restándoles voluntad.
Las cursilerías de que ‘todos somos migrantes’ y ‘todos somos hijos de Dios’ exhiben esa ignorancia. Arrastrando una fe enajenante en lugar de una realidad terrenal, que espera milagros a base de sacrificio; penitencia para obtener el favor celestial.
El emigrar no justifican puñetazos, patadas y pedradas contra agentes que cumplen con su deber. Se está predicando con un mal ejemplo que no solo están afectando sus vidas sino la de todos, poniendo en duda la compasión y la oportunidad, independientemente de los acuerdos internacionales de asilo y refugio.
Si bien el fenómeno de la migración siempre ha estado presente; estas migraciones en el capricho de fe llevan el pecado.
Esa determinación y coraje para llegar a un supuesto destino tiene un alto grado de riesgo e irresponsabilidad, el que no demostraron a sus malos gobernantes o incluso a las maras de las que dicen huir.
Los inmigrantes en EU de origen latinoamericano en su gran mayoría mexicanos estamos conscientes de las condiciones adversas ya sea por falta de documentos, dinero o idioma, pero eso no nos da derecho de arrogarle rocas en la cabeza o darle de patadas a un agente de la ley o llamarles aves de rapiña como dijo uno de los líderes de la caravana.
Ya de por si el ir por un sueño americano gringo en lugar de uno latinoamericano demuestra el fracaso de nuestras culturas por muy místicas que sean. Tan cerca del cielo y tan lejos de la Tierra.
Esa mentalidad exacerbada con violencia para llegar a la “tierra prometida” como mandato divino, desmerita la inmigración indocumentada funcional.
Por cierto, muchos de los que ya estamos incrustados en la tierra del sueño americano (estadounidense) seguimos arrastrando y promoviendo esa cultura que nos estereotipa para después quejarnos.
Los líderes que guían y motivan a las caravanas como el tal Irineo Mujica no son más que coyotes o polleros que trafican con la fe, quieren hacer creer que quienes se oponen están contra ‘el pueblo de Dios’, por lo que el Rio Bravo/Grande se abrirá a su paso. Y lo que demuestran es no tener los pies en la tierra.
Que se puede pensar cuando las mujeres se embarazan para el viaje o cargar con los recién nacidos exponiéndolos a una aventura suicida.
Irineo el pastor de ovejas de la fe, en lugar de condenar las acciones de algunos miembros de las caravanas que agredieron a las fuerzas de seguridad, exigió que no los acosen. Significa que las predicciones bíblicas están sobre las leyes jurídicas. Y eso hace la diferencia entre inmigrantes.
