ENTRESEMANA
El rey del barrio
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Ya se sabe, ya se supo, ya se sabía…
Y ella no le quiso poner el dedo a nadie. Ni a Peña Nieto ni a Videgaray ni a Osorio Chong. A nadie. Y se fajó las enaguas y demostró, sin citarlo porque todo el mundo conoce el retrato hablado, cuánta cobardía cabe en Emilio Lozoya Austin, el jilguero sibarita de la 4T
Mire usted, seguramente se enteró de dos entrevistas, cuidadosas, sin rollos, específicas y bien presentadas que le hicieron a la villana favorita de Su Alteza Serenísima, Andrés Manuel.
Rosario Robles Berlanga, desde su celda en Santa Martha Acatitla, al oriente del Valle de México, no le dio vueltas a la pregunta del colega Héctor de Mauleón y declaró que le pidieron incriminar, convertirse en delatora y negociar libertad por traición. Pero…
Dijo a Héctor que se negó, amén de que no tiene elementos para incriminar a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray y se declaró lo que es, sin dobleces: presa política.
Y a Ciro Gómez Leyva le dijo que la resolución que la mantiene en prisión le genera enormes ganas de luchar. “Como mexicana tengo acceso a otros medios de resistencia pacífica y voz de muchas de las que están aquí”, citó.
Tu decisión, no sabemos si te va traer alguna represalia, le planteó Gómez Leyva. “Puede haber, ojalá no sea el caso”, respondió Rosario y puntualizó una frase que habrá de preocupar al Rey del Barrio, éste que descalifica a la lucha femenina y se niega atender un gravísimo cuanto insultante problema que priva en la región de La Montaña del estado de Guerrero: la venta de niñas.
“Tomé la decisión de hablar porque he recurrido a todos los caminos”, dijo Rosario.
Y Ciro le recordó que, hace un año, en privado le dijo que nunca diría nada contra Enrique Peña Nieto ni Miguel Ángel Osorio Chong.
“Sigo en la cárcel pero no voy a salir de aquí con mentiras, no voy a salir acusando a otros de cosas que no son ciertas, no voy a firmar una declaración como lo han hecho quienes tienen pocos pantalones (Lozoya, sin duda), porque aquí se está demostrando que las mujeres somos más fuertes y tenemos más dignidad. Y no voy a salir por la puerta de atrás”, puntualizó sin rollo la presa política número 1 de la Cuarta Transformación por órdenes, ¿a poco no?, del licenciado presidente.
Y ahí tiene usted que, mientras el Duce Andrés Manuel evita opinar respecto de la situación jurídica de Rosario, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, contestó a la ex secretaria de Desarrollo Social, e inopinadamente le dijo que es clara su participación en la estafa maestra. Pruebas, pruebas, Claudia, pero ¿y qué de Lozoya Austin?
Bueno, bueno, Mariana Moguel, hija de Rosario, le dijo a Claudia que deje de actuar como mensajera.
Y sí, porque doña Claudia abandonó el papel que le quedaba bien como discrepante y medianamente pero al final decorosa crítica del gobierno del Duce Andrés Manuel, para mimetizarse convirtiéndose en Patiño del licenciado presidente y un remedo de lo que fue, en su momento como vocero del entonces presidente Vicente Fox, el respetable Rubén Aguilar Valenzuela, con aquello de “lo que quiso decir el Presidente”.
Pero, justamente ese papel que ha asumido Sheinbaum Pardo, por las razones que guste y mande en la carrera por la sucesión presidencial, se alza como la chica que apoya, defiende, justifica y se mimetiza con el licenciado presidente en su papel del Rey del Barrio, o al estilo de aquella época de oro del cine mexicano: el muchacho chicho de la película gacha. Y la chica de la falda con crinolina.
Veamos.
Sin duda, el Duce Andrés Manuel es dicharachero, valemadrista, oportunista, conservador, aspiracionista, individualista, neoliberal, fifí, machuchón y todos los etcéteras de los que acusa y califica a sus malquerientes, críticos y opositores a su gobierno de ocurrencias. Lo dicho de su dicho: miente como respira y se asume como remedo de profesor de barrio, remedo porque esos profesores enseñan, son los de carne y hueso que se niegan a hacer el caldo a las marchas y mítines pro López.
Es caricatura, también, del Rey del Barrio y se cree dueño de la verdad y hacedor de milagros, jefe del equipo, éste su gabinetazo que teme discrepar y, por tanto, las reuniones previas a la conferencia mañanera son encuentros para dormir con los ojos abiertos y anotar instrucciones y contar el chisme del amanecer en Palacio.
Por supuesto, por temor al jefe de la Mafia del Joder evitan los chismarajos del entorno privado de Palacio y de Tlalpan, se evitan nombres porque el Rey del Barrio es rencoroso, vengativo.
Por ejemplo, de antemano, a diputados y senadores que voten contra la iniciativa de reforma de la industria eléctrica, el Duce los calificó: traidores a la patria.
Y miente como el dueño del balón y descalifica a Claudio X González por aquello de las relación que propuso elaborar de quienes aprueben reformas que atentan contra México, pero nadie le reclama que haya advertido publicar la relación de diputados y senadores que voten contra la reforma de la industria eléctrica.
Anda que no cabe de gusto. Niega la nacencia universitaria, quizá porque nunca lo fue ni vistió la camiseta y la chamarra Puma, porque es un orgullo ser universitario de la UNAM y Puma sin medias tintas ni explicaciones como aquellos que hoy, por su respetable simpatía por el licenciado presidente se alzan oficiosos defensores de sus diatribas contra la UNAM.
¿Y qué de él? ¿Qué del Rey del Barrio?
“Y vamos muy bien, se va avanzando, la gente está contenta; claro, la inconformidad, el malestar, el enojo está arriba, en los que vivían colmados de atenciones, de privilegios.
“Y ahora está tan molesto que pone un mensaje advirtiendo que nos va a ir muy mal a los que estamos promoviendo la transformación. Como la mayoría de la gente, mucha gente no tiene todavía acceso a las redes, es importante que aquí todo eso se transmita, para que haya más información, que los conozca más el pueblo, cómo piensan. Y es normal, es lo que siempre hemos dicho, es el pensamiento conservador, y no es nada del otro mundo, siempre ha existido el pensamiento conservador”, presumió el Duce López Obrador.
Y recordó que ahora que hizo “un pequeño cuestionamiento sobre la UNAM se pusieron también enojadísimos. Apenas si los testereé, les dije que se había derechizado la UNAM. Estoy absolutamente seguro que eso fue lo que sucedió en todo el periodo neoliberal, se llenaron las facultades de ciencias sociales de conservadores”.
—¿Incluido el periodo del ex rector Juan Ramón de la Fuente, presidente?—preguntó uno de los mercenarios de la mañanera.
—Desde entonces y desde antes, que empezaron a querer cobrar colegiatura en la UNAM, imagínense ese pensamiento—respondió importándole un pito su amigo, el embajador de México ante la ONU.
Así el Rey del Barrio que se alista para ir, precisamente a la ONU, donde leerá un discurso salpicado de su rollero mensaje contra la Corrupción.
Así el Rey del Barrio sin duda engallado porque la consultora Morning Consult Political Intelligence, que mide líderes del mundo, lo instaló como el segundo presidente con más aprobación (65%) a nivel mundial.
Así el Rey del Barrio de quien se acuñan, al margen y sin valor cambiario, monedas conmemorativas con su rostro. ¿El César?
Así el Rey del Barrio que apenas se atreve a salir, con medida precaución más allá de sus dominios dizque para dar cátedra. Y las chicas y chicos del barrio a quienes bulea, cuentan las horas, días y meses que faltan para echarlo de su espacio de gandaya. El rey. Conste.
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