PUNTALES
LA MALDITA INFLACIÓN
- Obstaculiza crecimiento económico
- Probabilidades de descontento social: FMI
- Reforma eléctrica ¿y los consumidores?
- Construcción, puntal de la recuperación
Agustín Vargas *
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer una actualización de sus proyecciones de crecimiento global, con un ajuste ligero a la baja para la expansión económica esperada en 2021, que refleja que las cosas se están complicando para la ansiada recuperación económica.
En este análisis, por supuesto se incluyen los datos sobre México, que si bien no está exento de los ajustes, se anticipa que, al menos, éste y el próximo año el crecimiento de la economía del país seguirá a paso lento, entre otras cosas, por la elevada inflación y la menor dinámica en la producción industrial.
El organismo aseguró que la recuperación económica global ha perdido impulso por el impacto de la variante Delta del virus, disrupciones persistentes en las cadenas productivas y creciente inflación en varios países.
Además, consideró que los riesgos al crecimiento se encuentran sesgados a la baja y los de inflación al alza, lo que hace más complicadas las decisiones a nivel de política económica. El FMI estima un crecimiento de 5.9% en el PIB global durante 2021, cifra 0.1% menor comparada con sus proyecciones de julio.
Dos de los grandes retos que afronta la economía global hacia adelante son las disrupciones en la oferta y la aceleración de la inflación. Por un lado, brotes del virus y condiciones climáticas han elevado la escasez de insumos, lo que ha reducido la actividad manufacturera en varios países.
Por otro lado, la combinación de esta escasez con una demanda reprimida que vuelve a paso veloz ha provocado un alza importante en los precios de materias primas y en la inflación a los consumidores.
Los elevados precios de alimentos amenazan incluso la seguridad alimenticia en países de bajos ingresos. Esto eleva las presiones sobre hogares de bajos recursos e incrementa las probabilidades de descontento social.
Para el FMI, no hay una recomendación generalizada en cuanto a las políticas económicas a implementar, sino que éstas dependerán de las condiciones particulares de cada país, pero enfatiza en priorizar el gasto en salud, a medida que la mayor parte de los países cuenta con un espacio fiscal cada vez más limitado
Consumidores ¿dónde quedamos?
El debate que ha generado la iniciativa presidencial de reforma eléctrica que ojalá los legisladores analicen sesudamente antes y durante su aprobación o rechazo, se ha tomado como punta de lanza a los consumidores, quienes desde la óptica gubernamental, serán los beneficiarios universales con la intentona legislativa que, de ser aprobada, gozarían de tarifas más bajas ¡¡¡ por siempre y para siempre !!! Si como no.
El hecho es que las reformas energética, de electricidad, financiera, fiscal o de cualquier otra índole que tenga a los consumidores como objetivo central o pretexto mejor, ha resultado contraproducente para aquéllos, pues en realidad sus gastos y consumos no reflejan ningún beneficio, todo lo contrario. Como ejemplo está la última reforma eléctrica o la energética, que lo único que ha traído para el consumidor es una alza descomunal en los precios de la luz, gasolinas y gas.
De acuerdo con datos la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares del año 2020 del Inegi, que preside Julio Santaella, y la Secretaría de Energía, cuya titular es Rocío Nahle García, el 98.5% de los 35 millones de hogares en el país en donde viven 127 millones de personas, cuentan con energía eléctrica.
El 99.2% obtiene la energía eléctrica mediante el servicio de CFE, que dirige Manuel Bartlett, de tal manera que el 0.08%, alrededor de 281 mil hogares, algo así como 1.2 millones de personas en todo el país, utiliza otras fuentes de energía como son la instalación de paneles solares.
El gasto promedio mensual en energía eléctrica promedio por hogar es 500 pesos;
desde luego que las zonas cálidas del Noroeste, Norte, Golfo y Sureste, dependiendo la ciudad y la temporada de calor su consumo es mucho mayor. Pero el dato promedio mensual por hogar es de 500 pesos.
El 95% de los hogares en México tiene un medidor de luz, el 50% tiene calentadores de gas y el 15% de los hogares cuenta con tanque estacionario. Luego entonces la mayoría de los mexicanos cuenta con energía eléctrica de CFE, calienta el agua con gas y cocina con cilindros de gas.
Esto refleja que cada familia tiene su propia visión y circunstancia de sus gastos y necesidades de acuerdo a su realidad económica, su patrón de consumo es casi el mismo, pero los precios que paga por los energéticos son cada vez más elevados y hasta ahora no ha habido poder humano y menos voluntad política para detener la descomunal la carrera alcista.
Así que lo más seguro es que, con reforma o sin reforma eléctrica, los recibos de luz que pagamos los consumidores reflejarán esta realidad frente a los otros datos. Pero eso sí, el debate parafernalio y la demagogia de los diputados y senadores, salpicado de patrioterismos, centrará su atención en el supuesto y prometido beneficio a los consumidores.
Construcción puntal de la reactivación
Pese a que el sector de la construcción ha mostrado en diversas ocasiones signos negativos, más durante el primer año de la pandemia, esa rama industrial nuevamente vuelve a destacar como el puntal de la reactivación económica.
El Inegi informó que el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) aumentó 0.4% en términos reales en el octavo mes de 2021 respecto al mes previo, con base en cifras desestacionalizadas.
Por componentes, el sector de la Construcción creció 1.9% y el de las Industrias manufactureras 0.2%, en tanto que la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final disminuyó 2.5% y la Minería se redujo 0.1% durante agosto de este año frente al mes inmediato anterior con series ajustadas por estacionalidad.
En su comparación anual, la Producción Industrial se incrementó 5.2% en términos reales en el mes en cuestión.
Por sectores de actividad económica, la Construcción se elevó 7.6%, las Industrias manufactureras fueron mayores en 6.1% y la Minería ascendió 1.7%; mientras que la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final cayó 4.9%.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx