CARTAS DESDE CHICAGO
¿INMIGRACIÓN O INVASIÓN?
/Rogelio Faz/
Debido a las condiciones desfavorables que enfrentan las caravanas migrantes en su ruta hacia Estados Unidos, surge una tormenta.
Las circunstancias que obligan a emigrar son varias, las más comunes están relacionadas a la alimentaria, seguridad, catástrofes naturales, persecución, guerras, superación, etcétera.
Para que esto sea favorable tanto para el migrante como para el lugar receptor, las expectativas u oportunidades de vida deben de superar las circunstancias en las que se encontraba. Sino, va a ser una carga.
Más aun, hay una condición muy importante: la inmigración no debe de crear problemas mayores a las existentes; como alterar el orden público o la capacidad de gobierno. Hacerlo a la fuerza implicaría eso.
Razones para migrar
Cuando se trata de persecución política, religiosa, etcétera, debe de ser comprobada y justificable. Pero hay quien emigra con la excusa de que la pareja sentimental le maltrata. Y emprende el vuelo cual ave libre.
No es que se tenga que aguantar los golpes o insultos, pero cada región debe hacer valer sus propios métodos. Si no existen las condiciones son gobiernos fallidos al igual que la sociedad. Y emigrar es estar huyendo de sí mismos para después revivir el pasado en donde haga nido.
Y para salir de esta circunstancia se enfrenta a los demás, lo que no hicieron con sus propias autoridades. Porque eso de entran en ‘parvada’ y a la fuerza los exhibe.
Algunos haitianos dicen ¡es que mataron a nuestro presidente! De cuando acá. En esos países un presidente prácticamente es inexistente.
Supongamos que alguien emigra por razones de trabajo. Es de suponer que a donde va están las condiciones que favorecen ese propósito, pero si no hay trabajo acorde a sus destrezas o escasea, pues, ahí hay otro problema.
Eso de que todos somos hijos de Dios y debemos ser aceptados por igual, pues como que se anda muy por las nubes. Muy dado entre los centroamericanos.
En medio de una tormenta
El argumento simplón de ‘tengo derecho a emigrar’, no aplica ni en la migración de las aves cuando las condiciones climáticas no están dadas. El ser humano como animal inteligente está sujeto a ciertas atribuciones llamada civilización con sus reglas legales y sociales.
‘Buscar una vida mejor’ implica esas condiciones, aunque muchos entramos como “mojados” a Estados Unidos, no se justifica como un derecho natural.
La discreción y la contribución son indispensables en esas circunstancias, de lo contrario es una invasión a la fuerza, sería como querer imponer una naturaleza salvaje con argumentos humanistas.
Siguiendo con el ejemplo de las aves, si estas se encuentran con una tormenta en su ruta, las circunstancias cambian, buscaran otra opción. Pero insistir en volar en medio del mal clima, de seguro habrá consecuencias por donde pasen.