CARTAS DESDE CHICAGO
INMIGRACIÓN DE SOPETÓN Y A LA FUERZA
La crisis inmigratoria en Estados Unidos se salió de toda proporción con las caravanas principalmente de haitianos, para convertirse en otra de política interna, tal parece esto vendrá a modificar todo, una vez más
/Rogelio Faz/
La crisis migratoria supero la capacidad no solo de administrar la inmigración con todas sus deficiencias, ahora parece se tendrán que aplicar criterios más estrictos como la deportación inmediata.
Si las circunstancias cambian, las condiciones también. No hay de otra.
No obstante, EU dejará espacio para cumplir con la cuota humanitaria para ‘lavarse la cara’, y para politizarlo. Lo secundario serán las prioridades del país.
Todo se complicó después de ver a los agentes migratorios a caballo haciendo su trabajo al impedir el paso a los inmigrantes haitianos en la frontera sur de EU, la Casa Blanca lo califico –erróneamente- de “horrible” sin hacer una observación más completa. La guardia fronteriza ya relincho.
Enfrentar la situación significa aplicar medidas políticamente correctas para mantener la imagen de país de leyes y bondadoso.
La nueva realidad
No obstante, es de esperar que apliquen formas más estrictas que afectaran incluso aquellas y aquellos que ya están en EU. Como a los dreamers y a solicitudes pendientes.
Es más, es probable se tenga un efecto parecido al que se vivió después de los ataques terroristas del 9/11.
Como sucedió con México cuando se interrumpieron las propuestas sobre inmigración entre los presidentes George W. Bush y Vicente Fox. Y se complicó aún más de manera ingrata por un caso no relacionado como la negativa de México de dar el visto bueno a EU para invadir a Irak.
Una factura que todavía se está pagando. Ahora, parece se reactivará ese criterio debido a la crisis de las caravanas y, el caso no relacionado vendría a ser la actitud de México hacia EU, -en esta ocasión bien ganada- con respecto a Cuba, Venezuela y China. Factura que se está presupuestando.
Una inmigración de estas características obliga modificar las reglas para ajustarlas a la nueva realidad, no sería la primera vez.
Los responsables
La crisis migratoria más reciente fue agravada en gran medida por los presidentes López Obrador y Joe Biden. El primero, cuando las caravanas centroamericanas cruzaban México, el presidente mexicano con politiquería o para fastidiar a EU, dijo que les facilitaría su paso hacia el norte.
Después se retractó cuando el entonces presidente Donald Trump le reviro con los aranceles. Mordaz resulta ahora que AMLO señale a los transportistas privados por llevar a los migrantes ilegalmente.
Biden por su lado, en su afán por dar una imagen de abuelo humanista para marcar la diferencia con el pedante Trump, dijo que no iba a aplicar la separación familiar; no deportaría a menores de edad, a familias, ni mujeres embarazadas. Resultado, las caravanas se desbordaron exponiendo a bebés con días de nacidos y mujeres a punto de dar a luz.
Ambos, López y Biden han contribuido a la crisis humanitaria. Y Biden volvió a cometer otro error ‘horrible’ esta semana sosteniendo que se está dando prioridad a familias haitianas con posibilidades de asilo, en los hechos se traduce en continuar con la crisis humanitaria, con sus víctimas.
La lógica de las caravanas
Por el otro lado, deduciendo la argucia de las caravanas, estas se adaptarán al discurso humanista, y para eso crearán intencionalmente otra crisis humanitaria. El que la libre ya la hizo, claro después de dejar atrás muertes, secuestros, extorciones, violaciones, hambruna y un negocio para organizaciones criminales.
Una inmigración de sopetón y a la fuerza, cuando las fuerzas del orden tienen prohibido por razones humanitarias y políticas no utilizar su herramienta de trabajo ni poner en práctica para lo que fueron entrenados, es de esperase todo se salga de control.
En adición, esta situación está alimentado el rechazo hacia la comunidad inmigrante de color ya establecida en EU por parte de los tradicionales anti-inmigrantes.
