lunes, noviembre 25, 2024 - 1:29 pm

CENSOS DE SONSOS

CARTAS DESDE CHICAGO

Censos de sonsos

/Rogelio Faz/

Con frecuencia oímos que los “hispanos” radicados en los Estados Unidos somos la población de más rápido crecimiento, y según algunos representante o líderes comunitarios nos debemos sentir orgullosos. El reciente Censo lo confirma ¿Pero en qué sentido?

El Censo y los “hispanos”

De acuerdo a los informes que acaba de dar conocer el Censo 2020, los llamados “hispanos” en EU somos el segundo grupo social (62,1%) y con el mayor índice de crecimiento poblacional.

Sin embrago, cuando se trata de comparar ingreso, estudios académicos y representación política, la proporción está por abajo del promedio de lo que nos debería de corresponder.

Entre esos “hispanos” los paisas mexicanos lideramos las cifras. No obstante, somos los menos representados en puestos claves de este grupo étnico en comparación a otros como los cubanos.

Es muy cierto que, en los últimos años a raíz de las políticas ‘anti inmigrante’, la comunidad de origen iberoamericano en EU a participado más en elecciones de representación popular con el objetivo de contrarrestar los supuestos ataques.

La presencia de la “razilla”

Es notable la presencia de los “paisas-hispanos” en las áreas urbanas más pobladas como Chicago en cualquier industria, dígase: factorías, construcción, hotelería, restaurantera, jardinería, etcétera (cuanto y más en la agricultura). Trabajos que requieren de mucho esfuerzo y resistencia física que deja poco para la educación.

En este sector social ‘pobre, sabio y bueno’ hay inmigrantes con o sin documentos, que se auto denomina de manera sarcastica “la razilla” que, por el tipo de trabajo y su aspecto físico, gustos y conducta no parecen muy interesados a integrase en la sociedad o al menos acercase al concepto que se tiene del estadounidense gringo.

El factor racial y cultural

El aspecto racial no parece ser estrictamente la razón de la discriminación o para ser considerados ciudadanos de segunda. Porque si así fuera, los indios de la India por su aspecto físico con piel obscura en general más que ‘la razilla’, además de su vestimenta y costumbres, sería motivo para andar marchando y gritando por las calles denunciando discriminación como lo hacemos los “hispanos”. Y vaya que hay bastantes indios, dígase de paso, muchos indocumentados.        

Tampoco se les ve en la intemperie laboral sobándose el lomo para ganarse las samosas de cada día. En otras palabras, más que el aspecto racial, es la cultura relacionada al comportamiento. Si usted va a la Universidad de Chicago, una de las más prestigiosas y caras, notara que pululan estudiantes y académicos de origen indio y asiático. Algunos con el inglés mocho.

En contraste, si usted va al barrio de La Villita considerado el barrio mexicano por excelencia con su área comercial dinámica en la calle 26, notara que es una especie de pueblo grandote. Restaurantes con baños poco o nada de higiene, negocios con letreros de cartón en las ventanas escritos a mano con letras chuecas. En la entrada de restaurantes tapizados con chicles pegados en la banqueta o, algún escupitajo verdoso aun fresco. O cerca de su mesa otras personas utilizando un vocabulario de carbonero borracho o, la música de ambiente de mal gusto esa que llaman regional que pone los nervios de punta. Ya no digamos del crimen.

De orgullo a preocupación

‘Entonceees’, como diría el clásico, los que nos hacen ‘fuchi kk’ son los ‘aspiracionistas’ gringos.

Si el Censo nos clasifica en lo general como hispanos, nos debe de preocupar, no tanto por las otras etnias que componen el mosaico racial y cultural en EU, sino por nosotros mismos por la velocidad con la que nos estamos reproduciendo o llegando como inmigrantes sin la intención de procurar superación personal para exigir una representación proporcional calificada.

Con el censo algunos estados sufrirán pérdida de escaños en el congreso y los “hispanos” que logren llegar en futuras elecciones con el nuevo mapa electoral, van a seguir con el mismo discurso de hoy en favor de la inmigración y de servicios sociales. Convirtiéndose en activistas sociales o verduleras de mercado.

Y el orgullo de ser muchos se trasforma en preocupación de otros por ser una población que crece a lo sonso para ser mayoría, y de querer imponer el hacinamiento y una cultura regional y sentir con eso que ganamos.

Por supuesto hay grandes e importantes aportaciones de nuestra comunidad en la sociedad estadounidense y el mundo, solo que proporcionalmente estamos muy rezagados.

[email protected]

POST RELACIONADOS

Nuevos post