CARTAS DESDE CHICAGO
¡Papá, ‘pégale’ a tus hijos!
/Rogelio Faz/
Como es habitual el Día del Padre se resaltan todas las virtudes del papá para ser homenajeado. Costumbre que surge según la tradición católica en Europa, es para honrar a José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús de Nazaret.
Referencia
Por tradición cristiana debería ser el 19 de marzo día de San José, al ser José considerado un buen hombre. En Estados Unidos se adquiere la costumbre el tercer domingo de junio, después que Sonora Smart Dodd sugiriera a su congregación religiosa celebrar el día del padre en honor a su papá, un veterano de la guerra civil estadounidense que, tras la muerte de su esposa, mamá de Sonora, se ve en la necesidad de criar junto a su hija a sus 5 hermanos varones. A partir de ahí, la mayoría de los países siguen la tradición desde 1910.
Ejemplo del padre
Para ser un buen padre no necesariamente se necesita ser el progenitor, como el hecho de serlo no es garantía de ser un buen padre. José sin ser el padre biológico de Jesús de acuerdo a la creencia cristina, se considera un buen ejemplo de esa responsabilidad, quien muere cuando Jesús entraba a la adolescencia.
Después de la muerte de José, se dice que Jesús empezó su vida espiritual y con el tiempo a predicar la palabra de su Padre, Dios. No obstante, José alcanzo a inculcarle los valores de la vida terrenal.
¿Sería un mensaje subliminal de Dios que hasta esa edad los padres seremos la mayor influencia de los hijos para el resto de sus vidas? Obviamente se puede seguir siendo buen ejemplo el resto de la existencia, sin embargo, si se llega a esa edad con malos ejemplos será muy difícil enderezar el árbol torcido.
El aprendizaje
Por supuesto nadie nace sabiendo ser padre, por más consejos que se den no se dejan de cometer errores, aun con la intención de procurar lo mejor para las crías. En ocasiones se les golpea, ofende o denigra con el afán de educarlos “como Dios manda”.
Con el tiempo se irá dando cuenta que no era necesario maltratarlos para lograr el propósito principal, que es hacerlos gente de bien, que vivan en paz y sean productivos. Eso lo aprenden siguiendo el ejemplo y no necesariamente del padre biológico.
La mayoría de los papás estamos conscientes de la encomienda, y ve realizados esos deseos, no obstante, pueden ir acompañados de remordimientos al recordar maltratos incensarios.
Un golpe “bien intencionado” para evitarles un daño mayor o un peligro podría representar distanciamiento que es difícil recuperar.
¡’Pégale a tus hijos’!
Pegarles a los hijos ‘por su bien’ es el recurso fácil a falta del buen ejemplo sin palabra. Padre como autoridad es ‘pegarle’ ideas claras de lo correcto y la decencia. Por sí solos asimilaran la conducta adecuada.
Desafortunadamente estamos viviendo una era de descomposición social donde menores de edad por ausencia del buen ejemplo paternal o de otros adultos, son capaces hasta de cometer crímenes por unas monedas o por el simple hecho de demostrar carácter.
Niñez, adolescencia y vejez
Si un niño no tiene una pelota o una niña una muñeca con que jugar no tendrá una niñez plena; si un joven no tiene amistades o una pareja con quien experimentar sus sentimientos no tendrá una adolescencia plena y; si un adulto mayor no disfruta de los hijos de sus hijos no tendrá una vejez plena. Esta última podría ser la mayor y ultima satisfacción de la vida.
A esa edad cuando se está cerca de la despedida, dígase abuelos o adulto mayor, es cuando se debe de valorizar la existencia, ya sea por gracia de Dios o por capricho de la naturaleza, hay que mostrar el afecto incondicional hacia los menores antes de que lleguen a una edad cuando pueden tomar decisiones incorrectas, y su prédica por la vida sea el rencor y se desquiten con el prójimo.
Para entonces a muchos padres les remorderá la consciencia no haberles ‘pegado’ a sus hijos las ideas de la bondad, el cariño, respeto… con paciencia, muuucha paciencia.
