CARTAS DESDE CHICAGO
MALACANCHONCHA…
/ROGELIO FAZ/
Hace un mes se presentó en Chicago Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Publico de México. Fue una especie de avanzada a las políticas ‘malacanchonchadas’ -para estar a tono con el léxico- del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El objetivo era promover una tarjeta de débito: “debicuenta exprés”, a paisanos para enviar remesas de Estados Unidos a México, a través del Banco del Bienestar del gobierno mexicano.
La idea no es mala, de hecho, no es nada nuevo. Sin embargo, viniendo del gobierno mexicano hay factores por tomar en cuenta; cómo manos burócratas metidas en una institución bancaria con información personal de Estados Unidos. Aunado a esto, el provecho político a este “heroico” favor.
Primero, antes que nada, se debe de garantizar la secrecía del cuentahabiente: depósitos y datos personales, en este caso de EU en México.
Y es que cualquier cuenta bancaria en EU requiere información como domicilio; número del Seguro Social o ITIN (numero para declarar impuestos); reporte de crédito y número de teléfono o celular. Regulada con personal certificado para evitar riesgo de extorsión, fraude o robo de identidad.
Para transferencia electrónica de un banco a otro se requiere la información personal, sino se prestaría precisamente lo que se quiere evitar, fraude y lavado de dinero.
Sin embrago, el Banco del Bienestar para proveer este servicio tiene posiciones abiertas para ‘jefes de sucursales’, y entre los requisitos está la de tener “18 años de edad o más; prepa terminada; vocación de servicio y; amor al pueblo”.
Las remesas son un sostén directo para muchas familias y un alivio para la economía nacional, e indirectamente una tabla de salvación a las políticas públicas fallidas.
Segundo, no hay retribución que no sean halagos. Por ejemplo, no hay la representación proporcional de esos héroes paisanos de la “sexta circunscripción” en el Congreso mexicano, que pudiera presentar iniciativas relacionadas precisamente al envío de remesas; seguridad turística o; una serie de trámites legales. Empezando por hacer valida la matricula consular en México y no la credencial de elector que muchos no tenemos o el CURP (Clave Única de Registro de Población).
AMLO está barriendo de arriba hacia abajo ese producto de los que él llama gobiernos corruptos, y quiere más, le urge. La retórica pueblerina ya no le alcanza. Aun así, insiste en que todo gire en su entorno, peeero ya se le está saliendo de las manos. Como si se tratara de una ‘malancanchoncha’.
Se entiende por ‘malacanchoncha’ un entretenimiento pueblerino que consiste en que una persona gire rápidamente sobre sí mismo llevando a un niño agarrado de las muñecas sin que toque el suelo. Hasta que ya no lo pueda sostener o pierda el equilibrio.
Con todo, ya se hizo entrega en acto simbólico de tarjetas a algunos miembros de la comunidad, que serán activadas en México con información obtenida en los consulados o en línea. Donde se solicitará pasaporte o una matrícula consular mexicana con su respectivo costo.
Esperemos no caiga en manos de amantes, pero de lo ajeno, y se convierta en la “delincuenta exprés”.
MAMAR Y DAR DE TOPES
AMLO no escatima en halagar a los paisanos por el envío de remesas, “inversión” que se incrementó notoriamente en las administraciones anteriores.
El llamar héroes a los paisanos fue ocurrencia del “neoliberal y conservador” Vicente Fox, pues las remesas representan la mayor fuente de ingresos económicos a México sin inversión ni riesgo para el gobierno mexicano, en comparación con el petróleo y el turismo.
Mientras que AMLO causa estragos en la economía nacional por cuenta propia provocando otra ola de migrantes hacia el norte lo que es un bueno para él. Entre más héroes paisanos menos pobres en México.
Entoncccees, necesita dólares que sufraguen al pueblo bueno que se queda mientras cuajan sus programas asistencialistas y sus proyectos faraónicos. Que está por verse. Su gravitación empieza a debilitarse.
AMLO, BIDEN Y KAMALA
También hace unas semanas AMLO tuvo una conferencia virtual con el presidente de EU, Joe Biden, y le sugirió reactivar algo parecido al Programa Bracero para que EU se “beneficie” de esos “héroes”, según AMLO, muy necesarios para el progreso de EU. ¡ah que buena onda!
Quiere marear a otros como lo hace con el México chairo.
Como Biden no resolvió la quimera a López, no cambia su intención de introducir dolaritos para regentearlos y sufragar al “nuevo régimen” de la 4T.
En otras palabras, quiere mamar y dar de topes (condición natural en algunos mamíferos que aplica en políticos), y encima poner en riesgo la información personal de los paisanos en México. Pues el mismo Herrera en la conferencia de prensa en el consulado de Chicago, reconoció, tartamudeando, que había que mejorar el sistema para evitar fraudes o robo de identidad, y adelanto que se está trabajando en ello, ¡huta!
El poner regulaciones al sistema bancario y a ‘remesadoras’, significa no dejar en manos a improvisados en sucursales bancarias con el requisito de ‘amar al pueblo’. Esta de pensarse.
En adición, el pasado 22 de abril ‘Día de la Tierra’ cuando se llevó acabo la cumbre climática y los representantes de los demás países se comprometían a reducir la contaminación, AMLO, quedando a deber en ese sentido, salió con la ‘malacanchonchada’ de Sembrando Vidas (arbolitos), y para lograrlo EU debería financiar a los sembradores para después de unos años otorgarles la doble ciudadanía en EU.
Que buena idea, como no se nos ocurrió antes. Una decisión que ni le corresponde ni se ve factible que suceda por las reformas migratorias pendientes en EU. Casi, casi al Peje se le vio trepando el muro sin mecate o cruzando el rio en un neumático desinflado.
¿Cuánto tiempo aguantara AMLO venciendo la gravedad para hacer girar todo a su entorno?
Lo veremos el 7 de mayo cuando tenga su reunión virtual con la vicepresidenta Kamala Harris, a ver si se deja que le haga “kamalacanchoncha”.
Por lo pronto Biden en su informe de sus primeros 100 días en la Presidencia, dijo que él se encarga de la inmigración interna, y Kamala de la inercia de la inmigración exterior. ¡Agárrate Peje! Quién quita.
