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ADAM, CULPABLES TODOS.

CARTAS DESDE CHICAGO

ADAM, CULPABLES TODOS

/ROGELIO FAZ/

En Chicago supuestamente se dio un nuevo caso de abuso policiaco, cubierto ampliamente por todos los medios informativos hasta el cansancio. La víctima fue un jovencito de trece años que murió baleado por un policía en el barrio mexicano “la villita”, generando polémica.

Sucedió el pasado 29 de marzo (lunes día de escuela), pero se hizo público el nombre hasta un día después, pues no había sido identificado. Y hasta el jueves pasado 15 de abril se hicieron públicas las imágenes grabadas por la cámara corporal del mismo policía que le disparo.

Al día posterior del incidente después de saber la identidad del niño-adolecente, la comunidad se manifestó exigiendo justicia. Lo que hizo movilizar al departamento de policía para evitar disturbios, como ha sucedido anteriormente que acaba en saqueos a negocios y daños a la propiedad privada, convirtiendo el reclamo en acto delictivo.

La familia del niño-adolecente baleado, de nombre Adam Toledo, reclama justicia; los líderes de la comunidad latina convocan a la movilización y; los políticos condenan que esto suceda en la comunidad ‘black and brown’.

La alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot (‘black’) en conferencia de prensa ese pasado jueves 15 de abril, advertía entre lloriqueo contenido, lo dramático de la escena en el video, “sobre todo en sus últimos momentos”, provocando una expectativa de morbo. Señalaba la ingratitud de arrebatarle la vida a un jovencito, y agregó: “Chicago le fallo a Adam”. Fue lo más atinado que dijo de todo el discurso.

El día de los hechos una patrulla rondaba el barrio a las 2:36 de la madrugada y recibió una alerta por el sistema ShotSpotter technology de una balacera en las calles. Después se ve que los policías llegan a la escena en patrulla. En seguida corren a pie tras dos sospechosos.

Después se pudo ver en otra cámara de vigilancia anterior a la persecución, a dos personas que hacían disparos contra un automóvil en marcha supuestamente por los dos sospechosos, que fue lo que hizo acudir a la policía.

El sospechoso #1 (Rubén Román, 21 años) fue sometido en un callejón o alley, mientras que el sospechoso #2 (Adam, se desconocía su edad) continúo corriendo hasta que se detuvo por las órdenes del policía que le gritaba “detente y muéstrame las manos, suelta el arma, suéltala”. El sospechoso se detuvo junto a una cerca de madera en un baldío, y al someterse se giró hacia el policía al tiempo que levanta las manos vacías.

En esta última acción es donde surge la polémica fatal.

Se ve en cámara lenta al sospechoso #2 aparentemente llevar una pistola en la mano derecha que arroja al suelo para después en seguida levantar las manos, todo en fracción de segundo. Fue cuando el policía le disparo.

Enseguida el mismo policía trata de auxiliarlo en vano. Después de ver que se trata de un jovencito se ve conmovido por la muerte de este.

Los medios que transmitieron el video perturbador como advertían, no mostraban cuando Adam recibe el disparo, obvio, lo que sí se ve en el video de la Oficina Civil de Rendición de Cuentas de la Policía, COPA por sus siglas en inglés.

No obstante, los medios de habla hispana influenciados por lo dicho de la alcaldesa remarcaban lo ‘increíblemente difícil ver el video’ y ‘los últimos momento’ de Adam que no mostraban, pero alimentaban la curiosidad.

Al policía ya le escudillaron su pasado: Eric Stillman de 34 años: con servicio militar, 5 años de policía, algunas quejas de abuso de fuerza y condecoraciones.

El jovencito muerto: Adam Toledo, de 13 años. Se había ausentado de su casa varios días antes del incidente y reportado por su madre como desaparecido.  Después de regresar a casa volvió a ausentar y la madre ya no lo busco. Hasta que la policía fue a pedirle que fuera a identificar a un cuerpo. Era Adam.

Resulta que el niño-adolecente, inocente para muchos, era un potencial pandillero que a media noche andaba acompañando a otro de 21 años para balear a otros, quizás a inocentes.

Chicago no solamente le ha fallado a Adam, fue su familia, su barrio, la escuela, su ambiente, los medios de entretenimiento, su cultura… Pero para justificar esa culpabilidad que es todos, hay que responsabilizar al que jalo el gatillo cuando el que se metió a un callejón sin salida fue Adam.

Es hipócrita señalar a la policía que atendía una acción delictiva en un horario inapropiado para un menor de edad, que debería estar durmiendo en su casa. Aunque la abogada de la familia diga que son aspectos distractores diciendo: “nos puede suceder a cualquiera”(?).

Adam no se lo merecía, pero se lo busco, las circunstancias que lo rodeaban lo llevaron por el callejón equivocado. Si Adam siguiera vivo seguro iba a truncar la vida de otro igual a él o, alguien como él lo iba a ejecutar a él en la calle.

Pero quien lo hizo fue un agente del orden, hay que exigir justicia, que ya lo pintan con alas de ángel en la cerca donde murió. Además; hay que demostrar indignación en las calles; pedir la renuncia de la alcaldesa y quitar fondos a la policía.

Esa actitud obedece al ejemplo que ha dado la comunidad afroamericana en circunstancias parecidas para ganar “respeto”.

Cabe mencionar que otra muerte por arma de fuego se dio más tarde en el mismo barrio el día de la divulgación del video de Adam; una adolecente de 17 años murió por un balazo en la cabeza por un desconocido, pero dejo de ser noticia porque es habitual.

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