CARTAS DESDE CHICAGO
BIDEN ¿BONDADOSO O MENTECATO?
/ROGELIO FAZ/
Hay una crisis migratoria sin control en la frontera México-Estados Unidos, y hay que evitar que empeore. Momento para que todos aceptemos responsabilidades, no nada más es justificar, pedir y recibir.
El presidente de EU, Joe Biden negó la crisis, y se limitó a decir: “la frontera no está abierta, no vengan”. Pero deja la puerta entre abierta porque él no es como Donald Trump. Vaya solución.
Para empezar, los inmigrantes indocumentados no pedimos permiso para entrar a EU y lo hacemos por donde sea y como sea, hay responsabilidad en ello, aun justificando las causas no deja de ser una acción violatoria.
Ahora la excusa más socorrida es estar huyendo de amenazas de muerte y como recurso de moda el asilo político.
Es muy cierto que la política migratoria de Trump fue grosera aunado a las estrictas medidas de retención, pero hay que reconocer no se debió de llegado a este punto si los inmigrantes no hubiéramos abusado de la fragilidad fronteriza y las excusas.
Los que tenemos tiempo por acá exigimos al gobierno una reforma migratoria, pero pasamos por alto que; quienes nos abrieron la puerta fue la industria privada que requiere de mano de obra barata y, de los dispuestos a dar lo máximo a cualquier costo y riesgo.
Pues ahora, le exigimos al gobierno, al que evadimos, nos de los ‘papeles’, y si no, lo consideramos discriminación y racismo.
Obligaciones, responsabilidades y derechos de ciudadanos como de residentes legales, contrastan con la inmigración indocumentada, que es vivir en un país de leyes y orden. Y al entrar ilegalmente rompemos esa condición que nos ha llevado a tener “familias mixtas”, con caravanas sin fin.
El argumento del pago de impuestos no nos alcanza porque no todos pagan lo justo, unos ni eso, pero lo que si es cierto es que todos hacemos uso de escuelas, parques, calles, servicios públicos, policías, bomberos, ejercito incluida la migra.
Violentar ese orden implicaría vivir en el desorden el mismo que se vive en los lugares que dejamos, donde somos víctimas y victimarios. Para después acabar huyendo de nosotros mismos.
El origen de la crisis está en la familia que tiene un mal ejemplo en la familia gobernante; violencia y falta de conciencia. Donde hijos acaban pandilleros y padres víctimas de ellos.
En las caravanas migrantes vienen algunas mujeres que se embarazan a propósito para dar a luz a sus bebés en EU o los traen en brazos, lo que implicaría una acción suicida o exponerlos a criminales.
Los niños no acompañados no nacieron sin pecado concebido, son utilizados para justificar la desgracia. Con lo que se corre el riesgo de trasladar el problema de un lado a otro.
Es cierto que EU debe de dar el ejemplo como país líder; mostrar bondad, misericordia, lo que a veces no exhibe cuando ocupa territorios en nombre de God y la democracia, donde arrasa a dictadores junto a inocentes que son usados como escudos.
Cuando nos encontramos con una situación tan compleja como la inmigración en masa, como en cualquier otra situación sin control; las decisiones tienen que tomarse en base a las circunstancias con el menor daño posible. Suena a discurso político que ni aclara ni soluciona sino todo lo contrario. Le da largas, para empeorar.
Biden, con trote tullido tropieza a falta de soluciones, acredita el problema a Trump. Cuando él ha provocado otra situación o peor; niños usados por sus padres al convertirlos en pase de entrada.
El argumento de los niños no acompañados en la mayoría de los casos es similar a una táctica de guerra, en este caso sin armas, que es mandar al frente a los inocentes.
Exponer a una criatura incluso a la muerte o a un trauma amerita una sanción penal. No reconocerlo es hacernos los sonsos por no decir otra cosa. Es agravar la crisis.
Cualquier tipo de abuso infantil en EU es penado, pero ¿la bondad de Biden es falta de juicio o entendimiento? que protege a los menores de criminales, del hambre, del frio, pero no de sus padres ¿bondadoso o mentecato?
Qué tal si mejor todos nos hacemos los majes violando las reglas para ir y venir a cuenta y riesgo sin pagar por ello. Que mejor en Semana Santa cuando se confiesan pecados y se conceden perdones. Que extraño que, estando bajo el mismo cielo esperamos que las plegarias tengan mejores respuestas aquí que allá.
