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UN TERCER IMPEACHMENT

CARTAS DESDE CHICAGO

Un 3er “Impeachment”

/Rogelio Faz/ 

Nancy Pelosi presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, encabeza un juicio político (impeachment) contra el presidente Donald Trump por “incitar a la insurrección”. ¿Seráun juicio democrático, venganza política o escarmiento? o ¿todas juntas?

Si el juico llega al Senado iniciaría el de destitución, la premura del tiempo y el número de votos indica que no sucederá.

Por otro lado, también la sociedad estadounidense debería someterse a un“impeachment”, de consciencia.

La acusación a Trump es por haber incitadoa la insurrección atacando al recintolegislativo con una turba. Se a interpretadocomo tracción a la patria o golpe de estado,Lo que no tiene peso en EU, por ahora.

Sabemos que Trump no mide sus palabras,pero ¿son suficientes para acusarlo de una insurrección planeada? o ¿espontanea?

Habrá que demostrar inequívocamente que Trump estaba detrás de la supuesta insurrección, ya que tomar expresiones abruptas para darle una interpretaciónprecisa no parece ser un argumento suficiente. 

Con el juicio político, el segundo para Trump, se podría estar echando mano de unrecurso de la democracia en una pugna personal con venganza política. Eso nos podría llevar a otra interpretación dedemocracia.

Durante más de cuatro años la actuación de Trump se ha caracterizado por el enfrentamiento. De eso no hay duda, pero eso no lo hace traidor a la patria, aunque su actitud conlleve peligros.

Si queremos entender porque se ha llegado a este punto, tendríamos que reconocer que Trump es una distorsión del “Made inUSA”: brabucón, impositivo, ventajoso y pendenciero. ¿Qué acaso no es la fama de EU en muchos países? 

Para que este caso no se convierta en pulla, lo que atrae a los medios, cuando Trumpcayó en desgracia todo lo que se diga de éles creíble. Lo que no es hacer honor a la honestidad.

Trump insulta directo y sin contemplacionesy está pagando el precio. Aun así, es difícil pensar que Trump sea tan tonto como creerque para mantenerse en el poder necesitauna insurrección de ese tipo.

Joe Biden sin duda gano la presidencia con votos, en la opinión pública y política, sobre la mesa y debajo de ella. 

No obstante, Trump representa una resistencia, por eso la prisa del “impeachment”, que no lo dejaría fuera paraocupar el puesto nuevamente en el futuro.Salvo que el Senado actúe.

No se puede subyugar esa resistencia, porque en todo caso lo que se podría estar alentando en situación extrema es a una guerra civil. Y allí perdemos todos.

Mejor participar en paneles públicos para aclarar ideas y reestablecer el propósito de origen de la democracia. 

Así que hay que relajarse. Para eso se tiene programada en la ceremonia de inauguración del presidente electo Joe Biden, una presentación de artistas entre las que destaca Jennifer López, una dignarepresentante de la cultura “hispana”, tal parece en agradecimiento a nuestra contribución a esta gran nación.

La escort de la farándula como es sabido daespectáculos para adultos con audiencia PG. Un honor, justo el respeto que necesitábamos. A ver con que sale que no sea zangolotear las nalgas frente al recinto de la moralidad política.

Regresando al punto, entre sublevacionespolíticas, sociales, raciales, culturales y morales, está en juego la suerte de EU. Culpar a alguien de insurrección sin evidencias claras que no sea el discurso incendiario, donde parte de los sublevadosestán los que formaron parte del “Army”,sería tan nefasto como incitar a una guerra civil.

¿Por qué mejor no hacer un tercer“impeachment”, el de consciencia individual para entender cómo se llegó hasta aquí?

[email protected]

Rogelio Faz/ Nancy Pelosi presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, encabeza un juicio político (impeachment) contra el presidente Donald Trump por “incitar a la insurrección”. ¿Seráun juicio democrático, venganza política o escarmiento? o ¿todas juntas?

Si el juico llega al Senado iniciaría el de destitución, la premura del tiempo y el número de votos indica que no sucederá.

Por otro lado, también la sociedad estadounidense debería someterse a un“impeachment”, de consciencia.

La acusación a Trump es por haber incitadoa la insurrección atacando al recintolegislativo con una turba. Se a interpretadocomo tracción a la patria o golpe de estado,Lo que no tiene peso en EU, por ahora.

Sabemos que Trump no mide sus palabras,pero ¿son suficientes para acusarlo de una insurrección planeada? o ¿espontanea?

Habrá que demostrar inequívocamente que Trump estaba detrás de la supuesta insurrección, ya que tomar expresiones abruptas para darle una interpretaciónprecisa no parece ser un argumento suficiente. 

Con el juicio político, el segundo para Trump, se podría estar echando mano de unrecurso de la democracia en una pugna personal con venganza política. Eso nos podría llevar a otra interpretación dedemocracia.

Durante más de cuatro años la actuación de Trump se ha caracterizado por el enfrentamiento. De eso no hay duda, pero eso no lo hace traidor a la patria, aunque su actitud conlleve peligros.

Si queremos entender porque se ha llegado a este punto, tendríamos que reconocer que Trump es una distorsión del “Made inUSA”: brabucón, impositivo, ventajoso y pendenciero. ¿Qué acaso no es la fama de EU en muchos países? 

Para que este caso no se convierta en pulla, lo que atrae a los medios, cuando Trumpcayó en desgracia todo lo que se diga de éles creíble. Lo que no es hacer honor a la honestidad.

Trump insulta directo y sin contemplacionesy está pagando el precio. Aun así, es difícil pensar que Trump sea tan tonto como creerque para mantenerse en el poder necesitauna insurrección de ese tipo.

Joe Biden sin duda gano la presidencia con votos, en la opinión pública y política, sobre la mesa y debajo de ella. 

No obstante, Trump representa una resistencia, por eso la prisa del “impeachment”, que no lo dejaría fuera paraocupar el puesto nuevamente en el futuro.Salvo que el Senado actúe.

No se puede subyugar esa resistencia, porque en todo caso lo que se podría estar alentando en situación extrema es a una guerra civil. Y allí perdemos todos.

Mejor participar en paneles públicos para aclarar ideas y reestablecer el propósito de origen de la democracia. 

Así que hay que relajarse. Para eso se tiene programada en la ceremonia de inauguración del presidente electo Joe Biden, una presentación de artistas entre las que destaca Jennifer López, una dignarepresentante de la cultura “hispana”, tal parece en agradecimiento a nuestra contribución a esta gran nación.

La escort de la farándula como es sabido daespectáculos para adultos con audiencia PG. Un honor, justo el respeto que necesitábamos. A ver con que sale que no sea zangolotear las nalgas frente al recinto de la moralidad política.

Regresando al punto, entre sublevacionespolíticas, sociales, raciales, culturales y morales, está en juego la suerte de EU. Culpar a alguien de insurrección sin evidencias claras que no sea el discurso incendiario, donde parte de los sublevadosestán los que formaron parte del “Army”,sería tan nefasto como incitar a una guerra civil.

¿Por qué mejor no hacer un tercer“impeachment”, el de consciencia individual para entender cómo se llegó hasta aquí?

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