En el 2020, la Industria del Plástico en México crece en volumen del 3%
• Pasa de 7.7 millones de toneladas de plástico a casi 8 millones de toneladas
• La Industria del Plástico un sector ágil y resiliente que reaccionó positivamente para protegernos del contagio de COVID-19
/Pasaporte Informativo/
¡Estamos viviendo una realidad histórica! Con retos a los que nunca una economía global se había enfrentado, no obstante, es muy seguro que todos recordaremos el 2020 como el año que cambió la comunicación, la trayectoria del comercio electrónico, la telemedicina y el trabajo y educación a distancia.
Como en todas las crisis, hay sectores que ganaron, como el Médico, Envase y Productos de consumo, otros tuvieron pérdidas, como la Construcción y el Automotriz, pero, gracias a la versatilidad de los plásticos y a los esfuerzos de la Industria para responder a las demandas originadas por la pandemia en colaboración fueron inmediatos.
Todos los segmentos de nuestra industria indagaron qué podían hacer para ayudar y luego se pusieron a hacer esas cosas. Hubo alianzas entre proveedores de materias primas, moldes y maquinaria con las empresas de manufactura, se encontraron soluciones innovadoras, se añadieron turnos y logró producir la demanda de emergencia de envases, como películas, botellas y tapas; productos de protección, como caretas, cubrebocas, tapetes y mamparas.
Con este entorno, estimamos que la Industria del Plástico en México cerrará el año con un incremento en volumen del 3% para pasar de 7.7 millones de toneladas a casi 8 millones de toneladas. Adicionalmente, también se duplicó la importación de ciertos grupos de manufacturas, es decir, productos terminados cuya producción local no es suficiente para cubrir la demanda en México como es el caso de telas no tejidas para producción de ropa médica y cubrebocas, láminas y envases para comida para llevar, aunque las partes automotrices y productos para la construcción presentaron caídas.
Durante la pandemia, el papel esencial de los plásticos para la vida moderna y para los cuidados de la salud se hizo evidente y se convirtió en algo positivo, ya sea en las caretas faciales que los trabajadores de la salud utilizan, los recipientes para llevar comida que mantuvieron a los restaurantes a flote, los aplicadores para llevar a cabo las pruebas de COVID-19 o en las jeringas que servirán para aplicar las vacunas.
En este contexto y con el objetivo de darle el verdadero valor a los plásticos, presentamos el libro: “PLÁSTICOS, los protagonistas de nuestra era”. En cada una de sus páginas, el libro, narra cómo se descubrieron cada uno de los 50 plásticos más importantes en el mercado actual y cómo evolucionaron hasta convertirse en indispensables y, al mismo tiempo, corrobora que ya no cabe pensar en cómo sería el mundo que conocemos sin estos maravillosos materiales.
Deseamos que, quienes lo lean, comprendan lo equivocada que está la opinión pública negativa que se ha ido formando en torno a los plásticos, y que los señala y condena como si fueran algo infernal, basándose en rumores que se esparcen de manera exponencial en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Esto ha provocado equívocos, desinformación comercial y una creciente confusión de los consumidores que creen que lo mejor es evitar el uso de los plásticos y sustituirlos por materiales supuestamente “más amigables con el medio ambiente”, lo cual implica utilizar de 3 a 4 veces más cantidad del material que lo sustituya y más recursos escasos.
Los plásticos son tan importantes para la humanidad que no se deben tomar decisiones de futuro basadas en prejuicios, sin conocer a fondo datos y hechos científicos. Reemplazar plásticos por otros materiales, sin profundizar en un verdadero análisis de su ciclo de vida, puede ocasionar más daño que bien.
Por ejemplo, aunque a los plásticos se les acusa de ser los responsables de crear el problema de los desechos, los datos más firmes prueban lo contrario, en primer lugar, porque representan alrededor del 12% en peso de la basura. Está científicamente comprobado que otros materiales, como el papel, el cartón, los metales y el vidrio generan mayores cantidades de desechos.
El consumidor desinformado señala a los plásticos y a sus fabricantes de la basura, sin embargo, es la misma gente a la que debe culparse. No cabe duda de que la verdadera causa de la basura somos los mismos consumidores, de manera que, si sabemos que la conducta humana es la que origina el problema
de los desechos, será más fácil redirigir los esfuerzos, uno, educando a la sociedad y, dos, asegurar que cada uno de nosotros actúe con responsabilidad. Este libro, aporta la información básica para lograrlo.
La buena noticia es que en muchos países hay mejores iniciativas gubernamentales y políticas orientadas hacia una economía circular, dominada por opciones al final de la vida útil de los plásticos y, aunque en la actualidad la infraestructura en todo el mundo para que los consumidores reciclen eficientemente todos los desechos de plástico que forman parte de su vida diaria aún es insuficiente, existen distintas tecnologías a escoger y no cabe la menor duda de que las opciones seguirán progresando de manera incesante.
En México somos líderes en reciclado de plásticos a nivel mundial debido a que reciclamos el 30% denuestros desechos y contamos con empresas de clase mundial, no obstante, el costo del material reciclado es elevado debido a que los desperdicios que llegan a las plantas están muy contaminados como consecuencia de las malas prácticas de manejo de residuos además de que los costos de energía y servicios son elevados y estas empresas no cuentan con ningún incentivo por parte del gobierno como sucede en otras partes del mundo.
El interés público y político en el tema no tiene precedentes, sin embargo, es importante que se conozcan las distintas soluciones potenciales, como lo es el reciclado mecánico, químico, biológico y la termovalorización.
Por supuesto que es muy importante trabajar en la reducción de los residuos, reutilización de las cosas y disponer correctamente de los desechos de todos los materiales, no sólo de los plásticos. Aquí radica el verdadero reto.
Debemos reciclar más de lo que hacemos ahora y, lo más importante, debemos aprender a elegir el material más sustentable para desarrollar cualquier producto. Esta es la principal razón por la que decidimos hacer este libro. Queremos que la sociedad en general adquiera una conciencia clara de la importancia y el verdadero valor de los plásticos en nuestra vida cotidiana frente a cualquier tipo de realidad.
Lo que sí podemos afirmar es que, ninguna persona que esté a favor de cuidar el medio ambiente, debe estar en contra del uso de plásticos.