Entresemana
Reventar la elección intermedia
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Andrés Manuel es listo, muy listo. Y con memoria selectiva.
Corrían aquellos días de 2006 cuando creció la versión de que la señora Marta Sahagún Jiménez estaría en condiciones de relevar a Felipe Calderón Hinojosa en la candidatura del PAN a la Presidencia de la República. Por supuesto, el impulsor de esa posibilidad era el entonces ocurrente Vicente Fox Quesada, inquilino de Los Pinos.
Y Vicente hacía campaña en contra de Andrés Manuel López Obrador, cuyo equipo se quejaba un día sí y el otro también por esa intromisión del entonces Presidente en el proceso electoral federal en marcha. El Instituto Federal Electoral recibía las quejas y procedía sin que nada prosperara.
Pero, el 5 de septiembre de ese año, en la sesión pública encabezada por el entonces magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el michoacano Leonel Castillo González, se puntualizó el enorme riesgo en que estuvo de ser invalidada la elección federal por la intromisión del presidente Fox Quesada, en la campaña a favor del PAN y especialmente en contra de López Obrador.
Incluso, en la víspera de aquella sesión –65 días después de celebrada la elección—las huestes de López Obrador se trasladaron del plantón en Paseo de la Reforma a la sede del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a la que cercaron con el objetivo de evitar la celebración de la Ceremonia Solemne de entrega de la constancia de mayoría y validez de la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Presidente Electo.
Felipe Calderón no debía recibir la constancia de mayoría, esa era la orden que Andrés Manuel dio a sus seguidores. Pero la historia se escribió con otros titulares en la prensa nacional y extranjera, ésta que había hecho eco de la máxima “López Obrador es un peligro para México”, factura que hoy cobra con intereses el licenciado inquilino de Palacio Nacional.
¿Y qué tal si en lugar del voto por voto y casilla por casilla la alianza “Por el Bien de Todos” se hubiese centrado en la demanda de anulación de los comicios federales por la abierta intromisión del Presidente de la República?
La denuncia se hizo mas Horacio Duarte, el entonces representante del PRD ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral y del candidato Andrés Manuel López Obrador, se empeñó en demostrar documental pero infructuosamente que se había operado un fraude con el cómputo de las actas electorales.
Se recuerda, empero, que en aquellos días cuando el riesgo de una severa sanción del IFE al PAN era inminente, el propio Felipe Calderón ofreció disculpas públicas y Vicente le bajó el tono a sus discursos contra Andrés Manuel; previamente había arriado la bandera que planteaba la posibilidad de que doña Marta fuera candidata sustituta. “Se trata de cambiar al jinete, no al caballo a medio río”, dijo Fox en uno de esos discursos muy a su estilo dicharachero.
¿Qué faltó para invalidar la elección? Que la coalición “Por el bien de todos” presentara la demanda ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. No fue gratuita la referencia del magistrado Leonel Castillo respecto del riesgo en que Vicente Fox puso al proceso electoral. Y el máximo tribunal electoral no procedió oficiosamente.
Quizá por ello, a la distancia y con ese as bajo la manga, es que el licenciado presidente haya decidido enfrentar al Instituto Nacional Electoral, que la semana pasada le dictó medidas cautelares llamándolo a dejar de hacer pronunciamientos de corte electoral, como los que hizo en su periplo por Baja California, cuyo gobernador, Jaime Bonilla, incluso le pidió apoyo para solicitar licencia al cargo y buscar la presidencia municipal de Tijuana.
Después de que Felipe fue declarado Presidente Electo, Fox manifestó: «Mi felicitación al licenciado Calderón Hinojosa, deseándole lo mejor de lo mejor para su gestión al frente al gran esfuerzo colectivo de todos los mexicanos».
Al resto de los candidatos, Andrés Manuel en especial, los convocó a dialogar “para impulsar un trabajo fecundo y creador que permita a los mexicanos continuar construyendo una gran nación. El Gobierno federal, el presidente de la República está deseoso de participar en ese diálogo por la unidad, la fortaleza nacional y la fortaleza de nuestra democracia y nuestras instituciones», puntualizó Vicente.
Pero Andrés Manuel no olvidó la grave afrenta y se atrevió a investirse “presidente legítimo” en un acto de opereta celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, por supuesto carente de legalidad que, además, lo dejó a la intemperie de la sorna social.
Fue una diferencia de 233 mil 831 votos la que separó a Felipe de Andrés Manuel en la calificación electoral. Y…
—Gracias, presidente. Buenos días –saludó la reportera en la mañanera del inicio de esta semana, en el Salón de la Tesorería, sito en Palacio Nacional.
Preguntarle –abundó– sobre el tema. Hablaba hace un momento de la alianza y hace una semana en Baja California se refirió también a este tema de la alianza y por ello, la Comisión de Quejas del INE considera que son declaraciones que podrían vulnerar el principio de igualdad en la contienda.
En ese momento, en Baja California, dijo usted que esta alianza era para enfrentar por supuesto a la transformación y que usted no permitiría tan fácilmente que hubiera retrocesos.
¿Hasta dónde puede usted declarar sin que las autoridades electorales consideren que esto puede ser violatorio de la ley y considerarse como una intromisión electoral?
—Yo creo –respondió el señorpresidente– que yo tengo el derecho de expresarme, es el derecho de manifestación; más, cuando se trata de ir en contra del proyecto que represento, inclusive, en contra de mi persona.
Y no estoy inventando nada, ellos mismos sostienen que es contra mí y es evidente que por eso es que se están agrupando, se están aliando. Entonces, yo creo que sí tengo la libertad y la debo de ejercer para aclarar, argumentar y replicar.
Ahora, si me dicen que ya no debo decir nada, aunque me estén atacando, pues nada más que lo fundamenten y ya entonces me quedaría callado, estoicamente aguantando los ataques; pero considero que eso no es equitativo, que sería injusto, que sería quitarme mi libertad.
—¿Va a responder de manera formal a este llamado que hacen en la Comisión de Quejas del INE?—enfatizó la reportera.
—Sí –atendió Andrés Manuel–, en ese sentido, de que hay una oposición que no sólo cuestiona a partidos, sino cuestiona directamente al gobierno y cuestiona al presidente y que por eso yo respondo.
Si consideran que no debo de responder, que no debo de ejercer mi libertad, pues que lo exprese la autoridad competente—puntualizó el licenciado López Obrador.
En efecto, puede y debe responder a críticas y cuestionamientos a su gobierno, a él incluso en lo personal, como lo ha hecho desde el inicio de su mandato el 2 de diciembre de 2018.
Pero. Es el Presidente de la República y el Instituto Nacional Electoral tiene, entre sus atribuciones, el mandato de sancionar a quien ilegalmente se involucre y pretenda cambiar el rumbo del proceso electoral.
Esa intervención está prohibida a todo funcionario público de los tres niveles de gobierno. Y López Obrador es funcionario público. Pero, vaya, es listo y muy listo. ¿Y qué tal si el INE y el TEPJF deciden invalidar el proceso electoral intermedio del domingo 6 de junio del año entrante? ¡Como anillo al dedo!
Y es que, lea usted lo dicho por López Obrador en la mañanera respecto de la alianza anunciada PAN-PR-PRD.
“Entonces, quieren que no tengamos mayoría en la Cámara de Diputados.
“¿Por qué?
Bueno, porque la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto y lo que quieren es seguir controlando el presupuesto para que el presupuesto no vaya a las mayorías, sino siga quedándose en unas cuantas manos, que siga habiendo, como era antes, partidas de moches, donde se reparten los políticos el dinero del presupuesto o se utiliza el presupuesto para entregar contratos, concesiones, compras a los allegados al régimen.
“Entonces, por eso dicen: ‘Vamos a unirnos’. Toda la alianza no es sólo para ganar gubernaturas, para ganar presidencias municipales, para ganar congresos locales, no, lo fundamental, lo que quiere Claudio X. González y todos los patrocinadores de este enjuague es que no tengamos mayoría en la Cámara de Diputados.
“¿Quién va a decidir a final de cuentas?
“Pues el ciudadano. Ya convirtieron la elección del año próximo en un referéndum, va a ser: ¿quieres que continúe el proyecto de transformación o lo frenamos, lo cortamos, lo paramos de tajo? Así está, entonces no tenemos por qué quejarnos porque no nos vamos a aburrir, va a estar interesante, vamos a ver qué opina el pueblo”.
¿De quién es el miedo al resultado de la elección de junio del año entrante? ¿La idea es reventar la elección intermedia y convocar a una extraordinaria? Se trata de elegir a 15 gobernadores y la renovación de la Cámara de Diputados, ni más ni menos. Se juega el futuro de Morena, de la 4T y de Andrés Manuel. ¿Descabellado? Es listo y ladino. Digo.
COMO ME LO CONTARON. Que la renuncia de Carlos Borruel Baquera a la dirección general de la Comisión Estatal de Vivienda del gobierno de Chihuahua tiene el sustento de la amplia posibilidad de lograr la nominación del PAN y ganar los comicios del año entrante para relevar en el cargo a Javier Corral Jurado.
Borruel fue alcalde y candidato a Gobernador en el año 2000 cuando logró 424 mil votos, los mismos que obtuvo Morena en 2018, frente a 376 mil votos de Gustavo Madero. Borruel es más carismático frente al inexpresivo y elitista Madero y sin problemas jurídicos como los de Maru Campos, los otros aspirantes a la candidatura del PAN. Además, tiene respaldo de unos 40 alcaldes de todas las banderías, agrupaciones campesinas, sindicatos y organizaciones sociales. En suma, las cartas de Borruel son de candidato a gobernador y, como dicen sus simpatizantes, de gobernador. Conste.
@msanchezlimon
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