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ELECCIONES, UN JUEGO PELIGROSO (EU)

CARTAS DESDE CHICAGO

Elecciones, un juego peligroso [EU]   

/Rogelio Faz/

Se llegó la hora de la verdad para saber quién podría ganar las elecciones presidenciales (y el Congreso) en Estados Unidos: Donald Trump o Joe Biden. Esta como en serie mundial de béisbol cuando el juego se definirá en la parte baja de la novena entrada. 
Según las encuestas las preferencias favorecen a Biden. No obstante, también circula la versión del «todo puede suceder».
En los estados identificados como azules o demócratas, por lo regular tienen grandes áreas urbanas y las llamadas ciudades santuarios para inmigrantes como en Chicago. Es muy común ver frente a las casas propaganda a favor de Biden y de otros candidatos demócratas.
Da la impresión que no hay duda del triunfo de Biden, sin embrago, si se sale de los límites del área metropolitana y se adentra en las áreas rurales, se dará cuenta que el color que predomina es el rojo republicano.
Desplazarse en automóvil por esas poblaciones rurales, cuando se para a cargar gasolina o a comer en un restaurant, se sentirá incomodo por la presencia del campirano trumpista que muestra su apoyo incondicional a su candidato.   
Son áreas donde es raro ver a un paisa, si acaso en un McDonald’s o Burger King o en grupos que van a hacer sus compras para después regresar a sus vivencias, o cuando van o vienen del trabajo.
Si se continúa por esos caminos rurales hacia el sur y se adentra a otros estados sureños, la incomodidad se convertirá en temor, no importa que el mapa político sea azul.
¿Se imagina a un fan de los Cardenales de St. Louis echando tirria en las gradas conocidas como «bleachers» [gayola] en el Wrigley Field de los Cachorros de Chicago?   
Si necesita comprar algo por esos lugares rurales no faltara el Walmart. Allí se topará con todos esos trumpistas rudos; algunos con un caminar renqueado como si fueran a un duele, y a su lado una big cheesburrger con arto tocino como compañera.
Cabe preguntarse ¿toda esa gente del equipo rojo está dispuesta a ser parte de una encuesta? Da le impresión de no ser muy colaboradores. 
Quizás estos personajes en zonas urbanas se sentirían incomodos demostrando su preferencia partidista como a uno en esas áreas con una camiseta del equipo contrario y además oliendo a tortilla.
En contraste, los republicanos urbanos lucen como todos unos dandys, ‘pirruris’, ‘fifís’, sus reuniones son todo glamur hasta el más elegante demócrata se chivea.
Lo que si es cierto es que las áreas urbanas concentran más votos, y lo que define una elección presidencial es el Colegio Electoral y no el voto popular directo. Entonces ¿de qué sirve preocuparse por el voto popular? Bueno, ese voto emitido es lo que determina el número de electores que integraran el Colegio Electoral por estado de acuerdo a la representación política y ésta a su vez a la población. En otras palabras y resumiendo, el voto popular elige al voto electoral y este al Presidente.
Parece algo innecesario, pero a pesar de sus defectos tiene una función útil. Es un embudo que dejara pasar a los más politizados de los partidos para elegir al presidente(a), y no a la fanaticada que se deja llevar por pasiones.
En Illinois la mayoría de la población vota demócrata y el número de miembros que integran el Colegio Electoral del estado es de acuerdo al número de representantes en el Congreso, 20, la que le corresponde por su población.
Por lo regular el partido demócrata de Illinois tiene más de 10 representantes de entre esos 20 electores, o sea más de la mitad. Lo controversial es que al tener la mayoría de los 20, así fueran 11 de los 20, todos los votos pasan al candidato demócrata, en este caso a Biden y el estado se pinta de azul.
Lo que está en juego en los «estados bisagra» es eso. Y no se decidirá oficialmente el día de las elecciones, así sea una diferencia considerable, pero si se podrá saber quién es el vencedor por conteo simple. Es ahí donde ambos se pueden declarar ganadores.
Para estas elecciones si todo queda en eso no pasa nada, ha sucedido en otras ocasiones. El temor es cuando lo «profundo» de esas áreas rurales sienta que el ampáyer no es imparcial, la reacción podría ir más allá que una discusión en la cancha.
La profesora Amel Ahmed de ciencias políticas en la Universidad de Massachusetts Amherst, compara el sistema electoral con la Serie Mundial del béisbol. “El equipo que gana la serie no es el equipo que hace la mayoría de las carreras. Es el equipo que gana la mayor parte de los juegos”.
Si se arma la bronca como en el béis y se van todos a la «lomita» a darse de trompadas, tampoco pasaría de una trifulca donde solo se dan rasguños. Pero ¿qué tal si un equipo es de armas tomar?
De llegar a ese punto las cosas podrían cambiar al grado que ya algunos predicen van a escasear productos en los supermercados, como sucedió al inicio de la pandemia: agua, papel sanitario, ciertas comidas enlatadas, carnes, etc.
La pelota va por el aire y no sabemos que curva tome cuando ya estamos en la parte baje de la novena ¿Nos iremos a extra innings? 
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