CARTAS DESDE CHICAGO
INCOMPETENTES (TRUMP y AMLO)
/Rogelio Faz/
Si hay que ver en retrospectiva la actuación de servidores públicos para distinguir entre buenas y malas decisiones, debe ser con el propósito de hacer un balance del desempeño y determinar qué es lo que debe cambiar o prevalecer, y no para hacer guerra política. Porque está de por medio el progreso de un país, su gobernabilidad o en su defecto el enfrentamiento social.
A los presidentes Donald Trump (EU) y Andrés Manuel López Orador (México), para encubrir sus desaciertos rescatan lo malo del pasado so pretexto para sentirse dueños de la infalibilidad.
La actitud de que ‘todos están equivocados menos yo’ es muestra que algo anda mal.
Ambos comparten una soberbia exacerbada, se ufanan de sus tonterías y exhiben sin rubor la tirria hacia sus detractores, incluso contra la sociedad que no le es afín.
Deshonran el puesto que se les confirió incitando al enfrentamiento social para usarlo como arma política. ‘Duele tener la razón’, pero nos tienen entre 100 fuegos.
No aceptan observaciones con la excusa que fueron elegidos democráticamente cuando dentro de sus propias administraciones no hay democracia. Imponen decisiones controversiales con encono y eso los descalifica.
Hacen énfasis en los errores del pasado sin reconocen los propios; esto indica que no están capacitados para ver hacia el futuro, menos resolverlo. Pero como ellos son la autoridad elegida; al que se oponga será acusado de traidor a la patria.
Gozan con la controversia porque de ahí nutren su gula de ocurrencias para convertirla intencionalmente en un círculo vicioso. Les da satisfacción ver como sus críticos incluidos los serios se retuercen de frustración cuando los contradicen con argumentos absurdos.
Aunque ganaron en elecciones limpias descalifican a la institución que los reconoció. Esto demuestra que no están capacitados para hacerse cargo de un país, que con todos sus aciertos no les alcanza. Los números no cuadran ni en economía ni en muertos.
En el caso de la pandemia covid-19, la necedad de no acatar como cualquier mortal las recomendaciones de expertos de la salud, pone en riesgo hasta a sus seguidores y se ufanan de ser inmunes por su “calidad” moral.
Se dan atribuciones que no le corresponden como desviar recursos que se crearon para la sociedad como un derecho humano.
Un aspecto que comparten es la forma en que revientan contra quienes alguna vez fueron sus aliados o amigos y ya no colaboran porque se desilusionaron de su filosofía, descalificándolos al punto del descredito público con lo que demuestran no tener escrúpulos; difaman, traicionan, faltan a la lealtad y a la civilidad. Además, los exhiben como corruptos.
En México aún faltan cuatro años mas para salir de esta cepa de pandemia política. En EU podrían ser otros cuatro, pero lo peor de todo esto es que no se ve un antivirus contra esta epidemia de política-social.
Hay algo que los hace diferentes. Trump es un impúdico sincero y AMLO un hipócrita impulsivo.
AMLO tiene un pleito en su interior entre ángeles y demonios que lo hacen actuar dependiendo su estado de ánimo. Se dice el presidente más atacado por los medios cuando tal ves sea porque él ‘como nunca antes’ un presidente había criticado a los medios.
¿Habremos llegado a la necesidad de crear otra alternativa política donde los llamados presidentes no sean la mosca en la sopa todos los días?
La sociedad tiene que ver en retrospectiva para hacer un balance, cambios si queremos progresar en gobernabilidad. Ya basta de tanta bufonada y de «soquetes» que se sienten dueños del país y no servidores a la sociedad.[email protected]