CARTAS DESDE CHICAGO
ANDAMIAJE POLITICO MEXICANO
/Por Rogelio Faz/
En estos días de celebración por la Independencia de México, hay que ver lo que hemos construido. Vamos a suponer que México, en sentido figurado es un edificio, y lo que se pretende es hacerle unos arreglos a la estructura, arquitectura, remodelación, etcétera y no solo poner adornos alusivos a la fecha. Y que el andamiaje (psicología del desarrollo) político mexicano sea el equipo que se utilizara para hacer el trabajo de «albañilería». Por lo pronto la fachada.
En México ya se había agotado la paciencia en cómo se venía gobernando, sin embargo, causaba admiración e irritación la astucia de los políticos mexicanos. El PRI se llevó el mérito y después el repudio.
Era tanta la necesidad de hacer un cambio que cualquiera hubiera sido buena. Y se dio, sin embargo, tal parece que el mexicano sigue siendo el mismo, por lo tanto, como consecuencia los políticos también.
En muchos aspectos todos los partidos políticos se parecen, no se puede decir que X partido sea diferente. Todos mienten, roban, solapan, hay venganzas, rencores, incapacidades y, viven del erario (sin descartar que hay elementos muy valiosos).
Dicen velar por los menos favorecidos, pero no los atienden cuando se los piden, ni siquiera cuando están enfermos por que la iniciativa no surgió de ellos.
Hay una fábula italiana que se hace realidad en México: «cambiar todo para que nada cambie» (gatopardismo). Y así seguirá porque no hay políticos frescos con nuevas ideas. Todos escalaron por el viejo andamiaje político para llegar a la plataforma superior. Y como siempre, habrá quienes estén tratando desestabilizar para que caigan los de arriba.
El gobierno actual con Andrés Manuel López Obrador al frente, supo llegar a la cima del andamio más o menos firme y a plomo como en construcción, sin embargo, se está tambaleando, pero desde arriba y el efecto es como si lo sacudieran de abajo.
El punto aquí es que; el gobierno actual se considera diferente y proclama una “transformación” como si tratara de una independencia, cuando no es más que un eslogan de campaña política, lo que demuestra estar fuera de la realidad.
Es más, la llamada 4T representa todas las irregularidades del andamiaje político mexicano y así no se puede construir la democracia.
Es como el chalán que tenía muchos años trabajando en la obra de construcción, que tras ser despedido el ‘maistro’ albañil y el ingeniero de la obra por hacer mal el trabajo y especular con el material de construcción, supone que él tiene le habilidad suficiente como para acabar la obra. Sin tomar en cuenta que la formación psicológica implica mantener un orden en diseño, infraestructura y responsabilidad. Si a esto le agregamos que en México casi todos somos ‘milusos’, ¿porque el chalán no va a poder hacer un trabajo de ingeniería? ¡faltaba menos!
Así que manos a la obra, el chalán paso a ser ‘maistro’ albañil sin dejar sus hábitos del ‘ay se va’, cuestión de ‘volunta’. Esta suposición es más real que la supuesta obra 4T, que aun viendo que el andamio está en riesgo de colapso y por más que le advierten del peligro siguen brincando el ‘maistro’ y sus chalanes en la plataforma para que se caigan los que pretendan trepar por las crucetas del andamio.
El nuevo albañil-ingeniero de la obra en traje y corbata, sigue el patrón de conducta tal y como lo enseñaron, quizás con algunas mañas nuevas. Pero es igual, desde dar abrazos políticos hipócrita al público en la plataforma superior, hasta querer superar el arte de la astucia verbal, y burda, de convencer a sus seguidores de que todo ha cambiado para convertirse en un ‘maistro’ de la demagogia.
Demagogia es la herencia indeleble del arquetipo político mexicano de mentir con la verdad sin pudor. Ese que se manifiesta todos los días bajo reflectores que dan aureola a su silueta; un toque subliminal de santidad política. Exactamente igual al PRI del gatopardismo que le enseño a trepar el andamiaje político mexicano.
No hay cosa que AMLO no critique de sus adversarios-enemigos que no haga él mismo. Está bien un cambio, pero con gente nueva, con diseño nuevo y no un chalán que le toco el momento del colapso del andamiaje político.
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