CARTAS DESDE CHICAGO
Complejo de racismo
/Por Rogelio Faz/
Después de las manifestaciones violentas en Estados Unidos, tras la muerte del afroamericano George Floyd, en ‘manos’ de un policía blancoamericano en Minneapolis, se pensó se había llegado a la cúspide de las protestas contra el racismo y el abuso policiaco.Pero esto dio inicio a otras demandas que obligan a reflexionar sobre conquistas coloniales y esclavitud.
Hay que saber cuándo el reclamo es por justicia, resentimiento, ignorancia o complejo de inferioridad.
Los reclamos en ese sentido parecen un despropósito en tiempo y forma, que niega reconocer eventos que dieron forma a lo que somos hoy, así hayan sido planificados, eventuales o circunstanciales.
Estamos en un punto de inflexión para redefinir nuestra identidad.
El sometimiento o dominio hacia otros pueblos como sucedió durante la conquista en América, como en muchas otras a lo largo de la historia de la humanidad, no se pueden entender si no se asimilan con objetividad.
De lo contrario tendríamos que eliminar todo vestigio de culturas ancestrales incluidas las religiosas que se impusieron a otras, por lo que acabaríamos con ‘una mano adelante y otra atrás’, para después volver a empezar.
Con las más recientes protestas, las vandálicas en EU, se propone derribar todo lo que represente conquista y dominio, además, dejar a la policía sin presupuesto, lo que es un absurdo.
Chicago no se quedó atrás y los vándalos atacaron estatuas como la de Cristóbal Colon en el Grant Park, el parque principal de la ciudad donde el enfrentamiento entre policías y «libertos» obligo a que la estatua fuera removida.
Debido a estas protestas como las de Portland, Oregon, y otras, el presidente Donald Trump puso en marcha la reconquista de las calles donde están comprometidas las libertades ganadas. Esto implica la intervención de agentes federales.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot (afroamericana) dijo: “no aceptamos la dictadura” refiriéndose a Trump. No obstante, la receta ya dio resultados positivos con la captura de pandilleros (afroamericanos) después de tanto bla, bla, bla de Lighfoot. Por cierto, siguen muriendo gente de ‘color’ de manera alarmante acribillados por ellos mismos incluidos bebés.
Los ‘protesters libertos’ también se propusieron derribar una tercera estatua de Colon al sur de la ciudad, donde latinX electos apoyaron la remoción por considerarla ofensiva. No puede ser digerida por la comunidad afroamericana y progres.
Si la exigencia es retroactiva y lo que se pretende es hacer justicia, entonces habría que irse hasta la época precolombina y derrumbar lo que glorifica a nuestros antepasados conquistadores de pueblos indígenas vecinos.
Así que, los ‘brown frijoleros’ deberíamos cambiarnos los apellidos Martínez, López, Ramírez, Rodríguez, González, Gutiérrez, etcétera por uno de nuestros ancestros «limpios y puros». Que no los hay, así que tendríamos que buscar nombres neutros de origen náhuatl, maya, zapoteco, purépecha, mapuche, guaraní, inca… que de hecho se usan.
Y los afroamericanos los Lewis, Jackson, Armstrong, Douglas, Washington, Jefferson, White, West, Jordan, Johnson, por nombres y apellidos africanos.
La comunidad ‘white power’ que ha demostrado ser parte de la reconciliación y que se suma al ‘no justice, no peace’ de los afectados, es diferente a la amenaza y venganza de los ofendidos.
Si no nos quitamos el estigma de sometidos o esclavizados por méritos propios, dígase preparación académica, personal, cultural, etcétera, seguiremos siendo el blanco de los más ignorantes abusivos. Hoy día, la gran mayoría reconoce que por razones humanitarias no tendremos paz sin justicia.
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