CARTAS DESDE CHICAGO
TRUMPVIRUS
/Rogelio Faz/
En Estados Unido hay dos temas que están acaparando la atención pública: el coronavirus y las elecciones para elegir Presidente. Asuntos que tienen a los paisanos indocumentados con diagnósticos reservados, algunos en cuarentena o sala de emergencia.
Contra lo que se podría suponer, la epidemia del coronavirus no es tan grave como la elección presidencial para muchos ‘paisas’, pues de ser reelecto Donald Trump causaría más víctimas debido que de eso depende la suerte de muchos inmigrantes sin documentos por muy sanos que estemos.
Contra el coronavirus se especula demasiado, se llama a la serenidad lo que provoca incertidumbre. Las mismas fuentes de información por llevarse la nota generan nerviosismo. Ya está surgiendo la idea de no salir a la calle al menos que sea necesario.
Esto provoco que en las grandes cadenas ferreteras se agotaran las mascarillas quirúrgicas, o que en supermercados se empiece a ver gente comprando grandes cantidades de agua embotellada o productos enlatados. Incluso hay quienes siguieren tener un arma en casa en caso de invasión.
Para empezar, las mascarillas son principalmente para las personas infectadas o que tienen síntomas similares, como la gripe. De usarse innecesariamente por tiempo prolongado puede causar daños a las vías respiratorias debido a la acumulación de bacterias.
En lo que se refiere a las elecciones, irónicamente una buena dosis de ideología socialista podría ser el agente activo que propague el virus de la deportación. Es decir; la candidatura de Bernie Sanders podría ayudar a expandirse el virus Trump de ser reelecto, que sería la mejor receta para exterminar la asistencia social a la que muchos indocumentados recurrimos, como médica o alimenticia.
De hecho, Trump ya está preparando a todo su ejército de emergencia electoral para eliminar toda contaminación de inmigrantes en ciudades santuarios, como recortes de la vacuna de participación federal, además, enviando agentes de ICE como enfermeros para aislar a los “contaminados” inmigrantes.
Para aquellos que buscan asilo o refugio les van a extender la ‘cuarentena’ lo más lejos posible.
En otras palabras, de ganar Trump, las elecciones el próximo noviembre, los infectados con “migranvirus” permaneceremos alejados, confinados o deportados.
Pero los males o enfermedades no se curan ignorándolos, una de las recetas más efectivas ante la falta de medicamentos en nuestra cultura, podrían ser las caseras, como menjurjes a base de hierbas o rezos a los santos, no obstante, hay que procurar no ser salpicado de la enfermedad del rechazo.
Pero no ignorar el mal, no engañar el estado del enfermo que provoque su confusión cuando hay que untarse resina, “resignación”.
Esperemos que esta epidemia no se convierta en pandemia, en ese caso habríamos de suponer que van a quedar secuelas y tendríamos que padecer efectos secundarios aun atacando el virus.
Hay enfermedades imposibles de evitar, en este caso habría que crear una vacuna contra el “trumpvirus”: ecuanimidad, tranquilidad, colaboración, voluntad y mucho entendimiento del padecimiento, donde es muy común auto medicarse tratando de engañar a una enfermedad recurrente, donde es común que los activistas del bienestar social nos recetan ungüentos callejeros.