CARTAS DESDE CHICAGO
SE RIFA UN PRESIDENTE
Rogelio Faz/
Cuando México hace noticia más allá de sus fronteras, se debe más a circunstancias negativas que a positivas. Es injusto, pero es una realidad. Estas van desde el crimen organizado hasta corrupción política. Pero ahora hay que agregarle el actuar del presidente López Obrador.
Podríamos decir lo mismo de Estados Unidos cuando sucede una masacre o las declaraciones del polémico Donald Trump.
Sin embrago, en el caso de México con López Obrador, es que él tiende a dar opiniones o tomar decisiones controversiales a la ligera, incluso absurdas, lo que no ayuda a crear confianza o credibilidad, ya no digamos seriedad.
Una de las chuscadas más recientes como todo mundo sabe, es la venta o rifar del avión presidencial, que en EU se publicó con sarcasmo. Acciones que dibujan al presidente de cuerpo entero.
Se presta a burla, y se acentúa cuando varía sus decisiones según las críticas, que lo exhibe como un improvisado donde la ocurrencia es el fuerte de su política.
Digamos que la venta o rifa del avión no fueran ideas descabelladas, pero cuando estas van acompañadas de ocurrencias es evidente la falta de juicio. Que hace hasta dudar de su capacidad mental al no distinguir entre lo ilusorio y lo factible. Lo peor, al parecer eso lo está aplicando en todo.
Es de suponer que cada mandatario imponga su personalidad, su estilo de gobierno. Sin embrago, la certidumbre debe ser compatibles con la investidura. Si eso no le interesa al presidente es preocupante.
Así como se dice «no hagas cosas buenas que parezcan malas», aquí aplicaría la de «no hagas cosas ingeniosas que parezcan tontas».
Todos estamos obligados a dar una buena impresión cuando se representa a los demás. Y esta condición pone en entredicho la racionalidad mexicana, ya que lo chusco mexicano de AMLO está cargada de ingenio sin sustento más que la ocurrencia cantinflesca, respaldada por una feligresía populachera que le justifica todo, pero que deja mal parados a todos, al grado que otros chabacanos nos agarren de escarnio, como Trump.
Trae el asunto del avión presidencial volando por encima de otros temas que requieren urgente aterrizaje; como la atención o equipos médicos. No obstante, esto acabo por condicionarlo a una rifa, donde la venta de los boletos o ‘cachitos’ será a través de empresarios machuchones fifís, a quienes los hizo “morder el polvo”, y AMLO morderse la lengua.
¡Entonsesss! para darle vuelo a sus seguidores entra en detalles de cómo, cuándo y de cuánto será el premio, pero sin convencer.
A ese ritmo y grado de ocurrencias, habría que tomarle la palabra cuando dijo: “ya no me pertenezco, soy de ustedes” en referencia a su entrega de cuerpo, alma y espíritu al pueblo bueno y sabio. Así que, no va a quedar otra más que rifarlo como santo mártir de las causas perdidas de la cultura corrupta mexicana.
¡Peeerooo! como no se puede rifar en cachitos, pues tendrá que ser puesto en el hangar de su rancho de nombre gracioso, donde nadie lo va a querer por inoperante y de salir muy caro, además, por no estar a la altura de México; no por la mafia del poder, sino por el México sensato que no quiere corruptos, ni predicadores ilusos en política, economía, cultura, educación, seguridad, etcétera.
Mientras tanto, él vuela evadiendo enemigos de molino. Donde los fantasmas del pasado no dejan aterrizar su imaginario donde él es piloto, controlador de vuelo y hasta señalero de pista. Además, ‘naiden’ influye en su bitácora de vuelo.
En adición, si llegaran noticias al mundo en detalla del infanticidio con los agravantes a la niña Fátima, provocaría estupor como en México, y habría que agregar las respuestas absurdas y evasivas de AMLO cuando recurre a sermones cursis culpando al neoliberalismo y a los conservadores solo por no estar en su agenda de vuelo. Eso sí causaría indignación, repudio y burla hacia todos los mexicanos a nivel mundial.
¡Peeeroo! a él le hace lo que el viento a Juárez. Hasta que se vaya en picada.
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