Mosaico Ciudadano
El precio de la verdad tiene su propia inercia.
/Por Amalia Martinez Austria/
DIGITAL MEDIOS COMUNICCION
El arte de saber escuchar. De dar oídos a la realidad es hoy obligación de todo aquel que se dedica a la política.
Hacer oídos sordos, el no ver la realidad puede tener sus consecuencias porque el precio de la verdad tiene su propia inercia.
El acontecer actual de México no presenta ni augura buenas noticias. Falta de empleos, altos niveles de violencia que van en aumento, problemas en la generación de servicios de salud en una sociedad por demás desgastada, mal ejercicio en la aplicación de recursos para educación y cultura, olvido a la clase trabajadora y dadivas sin que medie esfuerzo para sectores de la población y la generación de un pueblo dividido no puede ser bueno.
La pregunta cabe. ¿Quién detendrá esta situación? ¿A dónde están los investigadores, las personas que por su destacada posición de poder puedan mejorar las cosas? ¿Hasta qué punto los medios de comunicación se encuentran atados, en razón de discursos que en un sector de la población, han sabido encontrar el cauce que esperaban y que aun viendo la situación, viviéndola, no están en condiciones de cuestionar?
El precio de la verdad tiene su propia inercia.
Como les explicas a padres, hijos, hermanos, familia en una situación de crisis, de cualquier índole que no hay “medios” para resolver, apoyar e impulsar. Si de entrada el discurso es quitarse responsabilidades aduciendo corrupción cuando es obligación de todo servidor público hacerlo pues para eso y perdón el término “se alquiló” pues está percibiendo un sueldo, que debemos decirlo en la mayoría, sino en todos los casos es por demás oneroso y ofensivo para el grueso de la sociedad.
Alrededor del 13.5 por ciento de aumento en la violencia en México, recorte del 6 por ciento a la Universidad Autónoma de México UNAM, una de las más importantes en Latinoamérica lo que compromete y afecta de manera importante prestaciones por condiciones de trabajo, servicios generales, mantenimiento de inmuebles y materiales y suministros en planteles educativos. Eliminación del seguro popular y creación del INABI con falta de información de cómo va operar y un vacio total para responder de inicio ante las necesidades más apremiantes en cuestión de salud, uno de los temas que más ocupa y preocupa a la sociedad. En México no hay que olvidarlo, el cáncer es la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
El precio de la verdad tiene su propia inercia.
Todo gobierno, cada orden de ellos, Federal, Estatal y Municipal tiene la obligación de responder a las necesidades de la sociedad que gobierna y por la cual fue elegido. Ningún discurso o excusa, puede comprometer el bienestar de cada sector de la población, porque cada acción debe concretarse con sentido, con un estudio minucioso para prever de entrada y antes que suceda todo acto que comprometa el desarrollo del país. La inteligencia para crear con “buena voluntad” y por encima de interés personales o de grupo acciones que “de verdad” resuelvan. En corto, desde cada municipio desde donde se ve mejor las deficiencias de malas decisiones “por puntada” o por “querer modificar” lo que está hecho y que da muestra de funcionar. Por ese orgullo mal entendido de “querer dejar huella” aunque no sea lo correcto, ni lo legal.
Conviene para ello, dividir, con esos discursos golosos que hacen mella, desde diferentes escenarios, desde los congresos, desde la obscuridad y sin dar la cara, atrás de una pantalla.
Para entender, hay que caminar los mismos caminos, ¡pero hacerlo en serio¡ Con conocimiento, escuchando las voces más humildes, donde se genera la realidad del país. “Hay que dejar de ver sin ver” Sin confrontar para mal a la sociedad, sino trabajando con ahínco y con la verdad en los labios.
Es evitar hacer oído a cúpulas que sin trabajo de por medio, sin un interés social real gobierne. Obstaculice con sus mentiras y voces grupales en contubernio a lideres que “SI” pueden hacer algo.
Es decir “verdad” porque el precio de esa “verdad” tiene su propia inercia. Es claro, la mentira jamás puede ocultarse a los ojos de nadie. Al cabo florece en la mayoría porque no hay concordancia ni puerto seguro en ella.
El tema nos da para expresar párrafos interminables de lo que vemos diariamente. Termino con la frase que define el futuro de quien piense que puede engañar para siempre y se ubique en cualquier sitio de poder.
“El precio de la verdad tiene su propia inercia”
Es Cuanto.
