México necesita un mandatario… no un tipo ocurrente
*Monrreal pretende modificar la Ley de Amparo, para no importunar a Andrés
Por Luis Repper Jaramillo*
Tras 20 años en el gobierno de Venezuela, el chavismo logró un grado de cohesión interna suficiente para concentrar fuerzas en torno al liderazgo que Hugo Chávez legó a Nicolás Maduro. Asimismo, se granjeó la lealtad de las Fuerzas Armadas, a través de su incorporación a la gestión gubernamental, y perfeccionó los métodos de control sociopolítico de la población, neutralizando la independencia de las instituciones del Estado. Estos factores contribuyeron a que el chavismo inaugurase 2019 con un nuevo y controvertido mandato, pese a haber conducido a Venezuela a una de las crisis económicas y humanitarias más graves de la historia reciente de Latinoamérica.
¿Lo anterior le trae a la memoria algo similar que padecemos en nuestro país?, ¡desde luego!
Tras 1 año 2 meses de gobierno de la Transformación de 4ª, lo que el chavismo es para Venezuela, el lopezobradorismo es para México, y a pesar de que es sabido, padecido, conocido y evidenciado en los medios de comunicación “fifís”, en redes sociales, en charlas de café, de pasillo, en corrillos familiares, nadie mueve un dedo, en donde se tiene el poder para decidir qué hacer, para frenar la dictadura en que se ha convertido la administración sexenal de Andrés Manuel López Obrador.
¿Quiénes tienen las facultades Constitucionales para exigir alto a las barbaridades, torpezas, ocurrencias, dislates, tonterías del inquilino de Palacio Nacional? ¡El Congreso de la Unión!, diputados y senadores federales, nuestros “representantes populares” (jajajajaja) pero tenemos un severo problema con ellos, están maiceados, “entoloachados”, “comprados” por el embrujo de Andrés Manuel, que no reaccionan pese a la crisis social que asola al país.
Puedo entender que Morena en ambas Cámaras tenga mayoría legislativa, así lo decidieron los chairos el 1 de julio de 2018, pero no es razonable, menos ético, que algunos de ellos tenga 5 centavos de dignidad y criterio para actuar en defensa de sus “representados” y razonar por sí mismo para modificar su criterio y rechazar ordenanzas de López Obrador, pese a saber que esa propuesta tiene tintes totalitarios y dictatoriales.
En más de año y medio ni diputados ni senadores –incluidos los de oposición- han hecho o decidido “algo” digno en favor de las mayorías. Como plastas, perezosos o tortugas vegetan lastimosamente en curules y escaños, viendo como El Peje, manipula, ejerce, dispone control total del Poder Legislativo para dictar sus leyes “a modo” y consumar su sueño de dictador como lo hacen Maduro, Ortega, los Castro, Bolsonaro, para eternizarse en el poder.
Le dejo otro panorama venezolano, tal cual México, en la vertiente legislativa. Observe la similitud “en marzo de 2017 el Tribunal declaró “en desacato” a la Asamblea legítimamente electa y se atribuyó el ejercicio de sus funciones, dinamitando definitivamente la ya mermada separación de poderes. La estocada final a la institucionalidad democrática se produjo con el nombramiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), promovida por Maduro. Este poder plenipotenciario, tal y como fue calificado por su presidente, fue convocado en mayo de 2017 sin seguir los procedimientos previstos por la Constitución, y sus miembros fueron elegidos en un proceso señalado como fraudulento incluso por Smartmatic, empresa encargada de su organización”.
En nuestro país, la diferencia estriba en que el Legislativo sí fue electo en urnas, pero lo que le dio control absoluto a López fue la vergonzante plurinominación, borregos rémoras de Andrés Manuel, para conformar su mayoriteo. Pero en similitud con la Asamblea Nacional Constituyente, de Venezuela, la aplanadora morenista ha roto la institucionalidad democrática de México, al aprobarle “a ciegas”, sin modificar una coma, reformas constitucionales, para imponer a sus “emisarios”, en puestos clave para su anhelo dictatorial, Por ejemplo, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Alcántara Carrancá, Esquivel Mossa, Ríos Farjat, Zaldívar Lelo de Larrea), en la CNDH, a la incapaz, inútil y guerrillera Rosario Piedra Ibarra, pese a que la tipa violó la Ley Interna de la Comisión y disposiciones constitucionales.
En el Consejo de la Judicatura Federal, un apéndice de la SCJN, que regentea el incondicional morenista, también Titular de la Corte, Arturo Saldívar, El Peje ordenó instalar como Consejero a Bernardo Bátiz Vázquez, quien en la gestión del tabasqueño como Jefe de Gobierno del DF, le obsequió la titularidad de la Procuraduría General de Justicia de la capital del país. Ambos comulgan la misma disciplina totalitarista y lo puso ahí “para cuidarle las espaldas”, cuando se necesite (seguro después de 2024)
Otra intentona “golpista” de López Obrador, ahora, para controlar los procesos electorales con miras a 2021 (elecciones intermedias en donde se renovará la Cámara de Diputados federal, recuérdese que Morena tiene mayoría, varias gubernaturas, alcaldías y congresos locales) y desde luego a 2024, “la madre de todas las elecciones” para cambiar Congreso de la Unión, Presidencia de la República, Jefatura de Gobierno y Congreso de la CDMX, gubernaturas y diputados locales, López ya prepara modificar la Ley del Instituto Nacional Electoral (INE) para acortar el periodo del Presidente Consejero (Lorenzo Córdova Vianello), y no arbitrar los comicios de 2021, pues existe la posibilidad de que “el pueblo bueno”, harto, cansado, irritado de las tonterías, disparates, absurdos de la Transformación de 4ª, decida darle por el trasero a Morena y mandarlo al rancho de López Obrador y equilibrar y/o aplicar la alternancia en la Cámara Baja.
Ya empezó la maquinación contra Córdova Vianello, al reducir al INE el presupuesto federal para 2020 y la amenaza de enviar a la Cámara de Diputados una reforma a la Ley del Instituto.
La insasiable enfermedad de poder de Andrés Manuel por controlar todo, tiene como similitud lo que han hecho sus ídolos Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Raúl y Fidel Castro, lo que viene aplicando en Brasil el neonazi Jair Bolsonaro, lo que hará el argentino Alberto Fernández (mascota de la Cristina Fernández de Kirchner), ya que no tiene personalidad ni ideas propias, ha clonado las políticas tiránicas de sus similares latinoamericanos, pero ha sucumbido a las disposiciones del Presidente norteamericano Donald Trump, como títere latinoamericano sumiso, obediente, dilecto de otro enfermo que ya enfrenta en su país, un juicio político y la posibilidad de que le echen a patadas de la Casa Blanca.
A todo lo anterior, López Obrador ahora suma la intención de quitar a los mexicanos el derecho constitucional, inalienable, humano, social y político de Ampararse ante cualquier decisión o imposición de la autoridad, pues el Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado, el insignificante, Ricardo Monrreal Ávila, adelantó que en febrero presentará 2 modificaciones a la Ley de Amparo, para evitar “que la ciudadanía, grupos empresariales, partidos políticos o quienes lo pretendan” impidan la construcción de obras públicas que dispuso Andrés Manuel López Obrador (o sea, acomodar la Constitución a los caprichos del Peje)
En su pueril (que tiene poco valor, poco interés o poca importancia).argumento, la mascota de López Obrador en el Senado señala “el actual gobierno federal ha impulsado desde su inicio importantes proyectos, los cuales han sido frenados por suspensiones concedidas a través de Amparos, ocasionando un perjuicio en el progreso económico y social” (Ricardo, la Ley de Amparo no es responsable de que México creciera en 2019 0.01%, ni que la pobreza haya crecido a 54 millones de mexicanos y que el desempleo sea exponencial conforme avanza el sexenio de la TY4a), por eso, insistió, buscaremos reformar la Constitución y la Ley de Amparo. ¿Amenaza?
Te recuerdo que la Constitución, que sistemáticamente viola López Obrador, señala “el Juicio de Amparo es procedente por violación a las normas contenidas en los tratados internacionales sobre Derechos Humanos y no sólo por violaciones a los derechos reconocidos por la Constitución… No lo olvides.
Pero Monrreal arremete y por orden de su Amo, escupe “modificaremos la Fracción XIV al Art. 129 de la Ley de Amparo para establecer como causal de improcedencia de la suspensión. Que se provocan perjuicios al interés social cuando se impida o interrumpa la ejecución de obra pública e infraestructura en las mismas materias” Esa es tu opinión, Monrreal, pero los daños causados a los pueblos, propiedad privada, a la naturaleza, a la flora, fauna, zonas arqueológicas, bienes muebles e inmuebles de los habitantes en donde se construirá (por capricho) la obra pública ¿los ignoran, minimizan, no les importa?
Tal es el caso del Aeropuerto Militar de Santas Lucía, su Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, etc. que pese a la oposición de los habitantes de las regiones por los daños que afectarán su patrimonio y las recomendaciones técnicas y ecológicas de inviabilidad, por sus cataplines, Andrés, Ricardo, Morena, T4a, las harán porque así lo quiere el Mesías… no por interés nacional o social. Así de claro… Así de sencillo.
Pues estás equivocado. De suyo, podrán triunfar en el Congreso, mayoritearán. Si se logra Amparo colectivo, seguro la Corte lo desechará, porque tienen en sus redes a los Ministros (Zaldívar, Alcántara, Esquivel, Farjat y a los que “compren”), pero como en toda acción hay una reacción, se tienen alternativas para impedir obras públicas dañinas al entorno, como instancias internacionales.
Las cosas no se hacen así. En cualquier resolución oficial, lo saben, Monrreal, Andrés, T4a, existe lo legal y lo moral. En lo primero, perversamente, podrán salirse con la suya, pero en 2021 y 2024 reflejaremos su ineptitud.
Lo moral es socialmente contundente. El juicio popular (menos desde luego, sus chairos, botts, amlovers, comprados, acarreados, idiotizados), será severo porque imponer decisiones absurdas (rifa del avión presidencial, agandallarse el INE, someter a los Poderes Legislativo y Judicial, a la CNDH), a los caprichos y deseos tiránicos de López Obrador es comprobar las mentiras, deshonra a su palabra, engaños y simulación de un tipo que tomó como bandera “primero los pobres” y en su sexenio esta realidad aumentó a más de 54 millones de mexicanos como resultado de su incapacidad, nulidad e impreparación del cargo que desempeña.
Así no, Andrés. México necesita un mandatario… no un tipo ocurrente y locuaz.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)