jueves, noviembre 21, 2024 - 3:03 pm

ES TIEMPO…

ES TIEMPO…

/Por Amalia Martinez Austria/

Existen hechos lamentables, que son una alarma en la vida cotidiana y una necesidad de reflexión de lo que como ciudadanos estamos haciendo mal.

La violencia a la que estamos expuestos en el acontecer diario nos ha hecho “acostumbrar” a lo que no debería ser. Los hechos recientes ocurridos en Torreón, la violencia diaria que observamos, son un foco de alarma para nosotros como sociedad.

Preguntas hay muchas. ¿ Que es lo que nos tuvo que pasar para que un niño tenga acceso de entrada a cómo manejar armas y tenerlas a la mano? ¿ cómo su mente infantil, pudo estructurar un ataque tan certero? Lo mas lamentable ¿cualesfueron las causas que lo orillaron a ese ataque? ¿En que nos hemos ocupado, para no darnos cuenta?

Sin duda, estamos a la vista de la descomposición de valores en el núcleo más importante como es la familia. Tenemos que hacernos todo cargo de ello.  Tomar la responsabilidad de lo que por omisión estamos permitiendo.

Hoy como sociedad todo es permisible. Desde el seno familiar hay temas a considerar. El entorno diario se ha modificado, la prisa diaria ha dejado al lado los momentos incluso para departir en razón que incluso se le ha dado un valor mayor a nuevas tecnologías que llevan consigo un exceso de información que permitimos por comodidad  a que infantes y jóvenes tengan acceso. 

Casi todos los niños menores de ocho años, viven en un hogar que tiene algún tipo de dispositivo móvil, además claro de un televisor.

Estudios realizados no son muy alentadores.  El Instituto Federal de Telecomunicaciones publico sobre la relación que tienen los adolescentes con las plataformas digitales y sobre el consumo de contenidos audiovisuales.

Es asi, que en este mundo tan globalizado, los jóvenes ocupan entre seis a nueve horas diarias en el uso de algún dispositivo móvil y tienen acceso a información muchas veces impropia para su edad porque adolecen del criterio e información correcta que incluso puede ponerlos en riesgo.

Hoy sabemos que las plataformas más utilizadas son  youtube con el 48 por ciento, netflix diez por ciento y televisión tradicional el 10 por ciento. Enfocándonos tan solo en este último punto, de acuerdo al mencionado instituto Federal de Telecomunicaciones, los programas preferidos  por este sector son “ la Rosa de Guadalupe” “Como dice el dicho” y “Enamorándonos” siendo que las caricaturas pasaron a un quinto lugar de preferencia.

Es claro, hasta qué punto las nuevas tecnologías asumen roles que como padres, de entrada hemos permitido. Si observamos incluso, hemos sido testigos de que celulares y tablets están en manos ya de niños muy pequeños para mantenerlos quietos. Nos estamos volviendo en una sociedad permisible. Dejamos en manos de otros nuestra responsabilidad. Sino fuera un hecho lamentable seria de risa decir que a pesar de tanta información,la comunicación se ha perdido y no nos ocupa al menos revisar a que tienen acceso niños  y jóvenes en el mundo actual.

Es tiempo de asumir responsabilidades. Desde casa si, pero también  como medios de comunicación.  Aun cuando exista libertad de expresión, hemos llevado a más del límite lo que compartimos en especial en televisión. En horarios pico con programación no apta en especial para los niños. El nivel de violencia es muy elevado. Series de narcotráfico que desvirtúan en mucho lo que es real y correcto o bien programas “familiares” en donde las relaciones humanas han perdido el enfoque de los valores que deben prevalecer en toda sociedad. El lenguaje y la manera de expresión y acciones se ha ido modificando y no del todo para bien.

Hay mucho que hacer.  Y mas alla de discursos en donde nadie asume su responsabilidad, es tiempo de modificar y recobrar una sana convivencia desde el seno familiar, pero también dentro de cada sistema educativo. Son ellos, con su preparación quienes pueden alertar sobre conductas que se convierten en riesgo, conducir talentos y en su caso poner sanciones cuando exista mal comportamiento evitando acciones como el “bullyn” para ello hay que ser también masclaros en cuanto al  nuevo sistema penal acusatorio.  Hacer mas responsables a jóvenes adolescentes cuando se comportan en contra de la sociedad con actos de adultos. Es tiempo de dejar de ser tan permisibles. Pero también es tiempo, de mirar con detenimiento lo que de manera personal estamos haciendo mal. 

Observar  con detalle el comportamiento de los niños y jóvenes desde “el hogar” donde inicia y se acunan las emociones. Observemos con natural cariño, dándoles tiempo, expresiones de entendimiento, conduciendo sus talentos. Entonces jamas será necesario la revisión mochila. Jamas será necesario como antaño, porque tendrán acomodados los sentimientos siendo personas enteras, de bien. 

Es tiempo… 

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